Beneficios físicos en niños y niñas en la práctica de básquet

El básquet es uno de esos deportes que se pueden empezar a practicar desde edades más tempranas. Una de sus mayores ventajas respecto a otros es que se puede jugar tanto al aire libre como en una cancha cubierta, por lo que el invierno o el mal tiempo no es obstáculo para que niños y niñas sigan jugando.

Pero además, el básquet aporta muchos beneficios físicos, como mejor coordinación en sus movimientos, mayor concentración y rapidez de reflejos. Se desarrolla la agilidad y las habilidades motrices, sumado a que la práctica del deporte mejora la resistencia tanto muscular como pulmonar.

También encontramos una gran cantidad de beneficios emocionales. Por ser un deporte de equipo, el básquet fomenta la sociabilidad. Además, la propia dinámica del juego enseña a las niñas a actuar con rapidez, a tomar decisiones y a resolver las situaciones problemáticas.

Por lo tanto, el básquet fomenta la autonomía de las niñas, también las ayuda a sentirse parte de un grupo preparándolas para ocupar su lugar en la sociedad y enseña valores tan importantes como la cooperación, el trabajo en equipo y el compañerismo. Porque en los deportes colectivos, más que la competitividad importa la buena relación que se genera tanto dentro como fuera del campo de juego. El básquet es un deporte muy divertido y dinámico. Aleja a las niñas del sedentarismo, les proporciona seguridad en sí mismas y también promueve una buena autoestima. Con todas estas ventajas, es posible que el basquetbol sea uno de los deportes ideales para las niñas.