Leer: una forma de disfrutar sin abusar de los dispositivos

Fomentar el hábito de la lectura en los jóvenes es un desafío en tiempos donde las pantallas capturan gran parte de su atención. Sin embargo, los especialistas en educación y psicología coinciden en que el primer paso es generar un entorno donde los libros sean accesibles y formen parte de la vida cotidiana. “Los chicos necesitan ver que la lectura es una actividad placentera y no una obligación”, explican. Proponer lecturas atractivas, vinculadas a sus intereses y gustos personales, es clave para despertar su curiosidad y motivación.

Además, los educadores subrayan la importancia de compartir la experiencia lectora en familia. “Cuando los adultos leen y recomiendan libros con entusiasmo, los jóvenes perciben que la lectura es una fuente de disfrute y conocimiento”, sostienen. Realizar actividades como clubes de lectura, debates sobre historias o incluso visitar librerías juntos puede transformar la lectura en un hábito compartido. Es fundamental que los jóvenes sientan que leer no es un acto solitario, sino una oportunidad de conexión con otros.

Por último, los especialistas advierten que imponer la lectura como una obligación escolar puede resultar contraproducente. “Cuando leer se asocia con una tarea forzada, se pierde el placer por descubrir historias”, señalan. En cambio, proponen respetar los ritmos individuales y permitir que cada joven encuentre su propio camino en el mundo de los libros. Más que imponer, se trata de inspirar: cuando la lectura se vive con entusiasmo y naturalidad, los jóvenes la incorporan como una parte valiosa de su vida.