Opinan los lectores

ESCUELAS ALTERNATIVAS

Anahí Diana Mallol afirma: “Quiero poner en conocimiento a la comunidad platense de la experiencia, realmente nefasta, que mis hijos y yo tuvimos, con relación a una de las escuelas ‘alternativas’ a las que se refiere la nota del 4 de junio. El discurso con que estos espacios se promocionan puede parecer seductor. Sin embargo, en los hechos, esa ‘no convencionalidad’ se traduce en una falta notoria de capacitación de quienes imparten las clases (no son docentes), una falta de respeto respecto de las normas mínimas de convivencia social (los niños orinaban en el jardín), de las normas de higiene (ratas en el establecimiento), un desconocimiento completo de la legislación vigente y del tratamiento adecuado de los problemas de violencia doméstica (falta de respeto de las restricciones de acercamiento); imposibilidad total de entregar certificado de estudios (en 2016 de 8 alumnos que rindieron el examen para ingresar a un secundario, 3 salieron mal, dos de ellos hijos de las mismas ‘maestras’). Los menores, al asistir dichos establecimientos, que operan con claros fines de lucro y fuera de toda legalidad, quedan como rehenes de los caprichos y hasta malos tratos de los adultos a cargo, dado que no hay organismo alguno al que reclamar, y nada asegura ni su integridad física, ni su seguridad, y mucho menos una formación educativa adecuada. Todo ello redunda en notorio perjuicio para los niños y para el núcleo familiar, tanto a nivel académico, como afectivo y ético”.