Para el Lobo, si no gana sufriendo, no sirve

“Qué manera de sufrir hermano... pero bueno, necesitábamos los tres puntos”, dice un plateista de la Techada mientras prende el cigarrillo número... y observa como el Triperío despide al equipo con aplausos. Gimnasia se despidió de la Superliga ganando tres puntos importantísimos pensando en la próxima temporada, y así el punto con San Lorenzo tiene otro significado.

Sin sobrarle nada, este equipo “utilitario” que reacondicionó el Indio Ortiz, no lo terminó dejando a “pata” en el cierre del certamen. En seis partidos, ganó tres, empató dos y perdió uno. Además, por penales logró pasar de ronda en la Copa Argentina.

El hincha ve eso, para otro momento quedará el análisis finito, quien debe seguir y quien no. Ayer el hincha aplaudió a todos en una tarde muy familiar. El horario de 13:15 tan incómodo, hizo apurar un chory o una hamburguesa al paso para llegar a tiempo.

Una parte del público llegó con el partido ya empezado, es más, cuando iban atravesando el Bosque escucharon desde afuera la explosión por el 1-0 a los 5 minutos.

El clima de partido se armó enseguida, y el gol de Hurtado hizo delirar a los Triperos mientras Nelson, papá de Jan, levantaba los brazos y lo gritaba como si hubiese nacido en el corazón del Barrio El Mondongo. Era 2-0 y había fiesta en el Bosque ante un rival Sabalero muy pobre.

En un sector de la Techada, Ricardo Kuzemka (que volvió a la cancha a ver al Lobo después de más de diez años) y Gabriel Pedrazzi, integrantes del equipo que ascendió en el ´84 y logró después asentarse en Primera, saludaban amigos y seguían muy atentamente el juego.

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Muy cerca de ellos el mate iba y venía entre varios futbolistas que quedaron afuera del partido como Víctor Ayala, Maxi Comba y algunos juveniles más.

El descuento de penal de Colón poco antes de cerrarse el primer tiempo generó algo de murmullo en las tribunas, aunque rápidamente los hinchas buscaron los jardines para comer y tomar algo.

Los integrantes de la Filial “Ex Soldados Combatientes de Malvinas” seguían en el lugar y lógicamente fueron centro de pedido de fotos y recibieron merecidas palabras de afecto. Hubo emoción en los propios ex Combatientes que no se sacan la camiseta por nada, también el respeto de aquellos que los aplaudieron de pie, con una mezcla de admiración y “gracias”.

Quien también recibió muchos aplausos fue Tatiana Vera, una “Loba eterna”, que hoy está jugando al voley en España en gran nivel. Tal es así que la armadora fue convocada a la Selección.

Pero volviendo al fútbol, el segundo tiempo llevó por diferentes niveles de sufrimiento al hincha. Por que Colón se animó y fue a buscar el 2-2, pero sin embargo serían los dirigidos de Ortiz que aprovecharían un nuevo grosero error de la última línea Sabalera para ponerse 3-1. El “obrero” Tijanovich fue a buscar una pelota que otros darían por perdida y terminó definiendo con una gambeta tremenda. El “Uru” se ha ganado un lugar por eso, por ir a buscar todas, por puro cabezadura, por correr por él y por varios más, jugando con un gran amor propio.

Parecía que ahora sí, los restantes “veintipico” de minutos que quedaban por delante serían un trámite. Había aplausos para el venezolano Hurtado, una gran ovación para el Loro Faravelli (el hincha volvió a cantar que “no se va”), pero nuevamente los albiazules que se complican solos y los santafesinos que descuentan.

La cosa estaba 3-2, y de nuevo a sufrir. Con más ganas que ideas, el Lobo jugó esos últimos minutos, que fueron eternos con los 5 más de descuento. Con el final el hincha respiró hondo de nuevo. Tomó aire, largó una puteada al cielo y dijo aquello de, “que manera de sufrir hermano”. Y tenía razón.