Estudiantes casi sin despeinarse, ganó, gustó y goleó en Sarandí

Fue un monólogo lo de Estudiantes, que terminó redondeando una goleada por 5 a 0 en la calurosa tarde de ayer en Sarandí. Arsenal nunca estuvo en partido y si se lo hubiese propuesto, el Pincha podría haber ganado por más diferencia.

Lo del equipo de RicardoZielinski fue perfecto, no mostró fisuras en ninguna línea. Fue sólido atrás, claro en el medio y contundente arriba. ¿Arsenal? Nada prácticamente para destacar por que tampoco pudo.

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Es que el Pincha salió enchufado. Decidido a asfixiar al rival desde el arranque. Cuando se cumplía el minuto de juego, se fue Martín Cauteruccio por izquierda, le pegó cruzado y la pelota “rompió” el travesaño local.

Tan solo 50 segundos más tarde, Cauteruccio recibió en la puerta del área grande y de espaldas al arco, lo marcó Emiliano Méndez y el atacante albirrojo cayó. El árbitro Germán Delfino que estaba cerca no dudó y cobró penal (aunque no hubo falta). Leandro Díaz ejecutó la pena desde los doce pasos y con un derechazo fuerte al medio del arco y a media altura, puso el 1-0, mientras Nicolás Navarro se jugó hacia su derecha.

El Pincha siguió mandando. Se adueñó del campo y la pelota, mientras Arsenal nunca pudo entrar en partido y como un boxeador herido deambulaba sin poder conectar algún “golpe”.

La defensa del conjunto de Sarandí nunca dio garantías. Y esto quedó muy claro con la llegada del segundo tanto del equipo de Ricardo Zielinski. Lateral a la altura de mitad de campo para Arsenal que realizan para atrás, la pelota quedó perdida, hubo dudas entre defensores y volantes, pero Angel González fue con decisión. Guapeó y ganó el balón, se metió al área, le hizo un “nudo” en los pies a Gariglio que intentó detenerlo, pero el mendocino con categoría definió ante Navarro que nunca salió. El cronómetro marcaba 16, y los platenses ganaban con autoridad.

Rondina desde el banco no podía creer lo que hacía su equipo, ó mejor dicho, no hacía. Recién sobre los 18 minutos Soraire se mandó por derecha y fusiló a Andújar que volando hacia su derecha sacó lo que era un gol seguro.

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Pero Estudiantes era muy superior. El CorchoRodríguez aportaba claridad en el medio junto a Manuel Castro. Los laterales parecían “aviones” que pasaban al ataque. Pasquini por izquierda (sobre todo) y Godoy por derecha, llegaban hasta el fondo cada vez que se lo proponían y dejaban en posición de gol a sus compañeros.

Cauteruccio pudo aumentar a los 24 minutos, pero NicoNavarro en gran intervención lo evitó.

Recién sobre los 30 minutos los de Sarandí pudieron salir del ahogo rival y emparejar algo las cosas. Albertengo quedó en posición en varias oportunidades; Soraire desde el medio generaba peligro.

El conjunto de Rondina era uno de mitad de cancha hacia adelante dando pelea; pero de mitad de cancha para atrás, era frágil. Los errores estaban a la orden.

Pero fueron unos minutos nada más que Arsenal pareció ponerse de pie. Unos diez minutos. Más bien, Estudiantes pareció que había bajado la intensidad en medio de una calurosa tarde en Sarandí.

Pelotazo largo de Andújar desde el arco, por izquierda la recibió Cauteruccio. El delantero la descargó al medio por donde venía Juan Sánchez Miño, que sin dudar le pegó de zurda desde la puerta del área. Navarro ofreció una débil resistencia y la pelota se le fue entre las manos. Iban 42 minutos y el partido estaba sentenciado con un 3-0 inapelable.

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Antes del cierre hubo un intento para descontar del local por intermedio de Benavídez, quien entrando por derecha remató cruzado, pero Andújar con el pie derecho evitó la caída de su valla.

El complemento iba a estar de más. Podría haber algún intento de Arsenal por descontar, pero no había mostrado argumentos como para “hacerle sombra” al elenco albirrojo. Y así fue... Salió con algo de fuerza Arsenal, pero se encontró con una sólida defensa estudiantil, que no mostró fisuras.

Estudiantes aceleraba y llegaba al gol, como a los 7 minutos. Buena jugada colectiva del elenco del Ruso Zielinski, donde AngelitoGonzález se fue como puntero derecho (desbordó cuantas veces quiso) y sacó un centro rasante al corazón del área por donde como una locomotora venía acompañando Díaz. El Loco estaba rodeado por defensores locales que nunca lo pudieron parar, y el delantero con un derechazo seco anotó el 4-0.

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A esa altura hacía rato que Arsenal sufría el partido y esperaba el final. Los cambios de Rondina no dieron efecto y Estudiantes hacía lo que quería; atrás el local no oponía resistencia. Espacios sobraban y por eso el 5-0 estudiantil llegó por decantación. Cauteruccio le ganó en la carrera a Bottinelli, enganchó y desparramó por el piso a Navarro, pero quedó de espaldas al arco. Caute lo resolvió con un “lujo” tirando un taco, para que la pelota termine en el fondo del arco.

Zielinski metió varios cambios, su equipo pudo haber aumentado, pero el juego desde temprano estaba liquidado. Estudiantes brindó una impecable clase de fútbol y contundencia.