Mostró compromiso y actitud en un momento turbulento

Gimnasia empató 1 a 1 con River en el Bosque. Lo perdía con gol de Matías Suárez en el amanecer del juego y lo empató rápido mediante Luis Rodríguez. Se plantó contra un rival que lo supera en jerarquía individual, corriendo y luchando. Si ganaba sus técnicos tomaban aire, si el equipo perdía el ciclo ya parecería sentenciado, pero empató. El conjunto mens sana sumó el punto de la banca. El equipo mostró compromiso y actitud y la próxima cita será el miércoles con Lanús, con el mismo cuerpo técnico sentado en el banco de suplentes. Calma para ellos en medio de la turbulencia.

La dupla llegó a este cotejo ante el Millonario con la mochila más pesada que le tocó cargar desde que asumió en el cargo. Los entrenadores quedaron haciendo equilibrio por la cornisa luego de la eliminación de la Copa Argentina a manos de Argentinos Juniors. Pero no solamente por el resultado, sino también por la floja versión que había mostrado el equipo en la cancha de Banfield desde el primer minuto.

El compromiso de anoche era entonces, una prueba de carácter tanto para los técnicos como para los jugadores.

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Los entrenadores debieron tomar decisiones en la previa y apostaron por el regreso de Luis Rodríguez a la titularidad y metieron todas las fichas a Rodrigo Holgado. El Pulga reemplazó al suspendido Insaurralde y retrocedió Matías Miranda al círculo central, mientras que el centrodelantero le ganó a la pulseada al grandote Alexis Domínguez. Francisco Gerometta, de los más cuestionados por su infantil expulsión contra el Bicho, pidió disculpas a sus compañeros y tuvo el indulto. El lateral cumplió siendo de los mejores de la noche.

El equipo salió con un esquema 4-2-3-1 que fue mutando dependiendo de quién tuviese el control del balón. El mencionado Miranda y Harrinson Mancilla se repartieron la contención, Carbonero se paró contra la banda izquierda y Ramírez hizo lo propio por el otro costado. Holgado y Rodríguez, siempre más adelantados, fueron la primera línea de presión ante la salida del rival.

Pero a los 4 minutos, todos los planes iniciales se vieron trastocados. La defensa albiazul se quedó estática pidiendo una posición adelantada de Matías Suárez, que picó a espaldas de los centrales tras un pelotazo largo y quedó sólo frente a Rodrigo Rey, que tardó en salir, para poner el 1 a 0 para los visitantes. Golpazo en la gélida noche del Bosque.

Sin embargo, el equipo tuvo una rápida reacción. Gerometta tiró un centro preciso al corazón del área y el Pulga anotó su segundo gol con la camiseta del Lobo con un lindo cabezazo que se coló contra el caño izquierdo de Franco Armani. En 7 minutos, las cosas volvieron a estar en tablas.

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Tras la igualdad, River, como en el inicio, volvió a tomar las riendas y la posesión. El circuito de juego del Millo en la zona media parecía ser mucho para un solo recuperador. Miranda, por falta de vocación defensiva, no llegaba a ser el compañero que necesitaba Mancilla, quien no daba abasto para neutralizar a Franco Zuculini, Nicolás De La Cruz y Santiago Simón. Por eso los volantes externos, sobre todo Ramírez, se pusieron el overol y empezaron a morder.

A los 37, Gimnasia, que dejaba hacer a River y se agazapaba para salir de contragolpe, pescó un balón en el mediocampo y Rodríguez lo puso a correr a Carbonero que antes de enfrentar a Armani cayó dentro del área y pidió penal por una sujeción de Paulo Díaz. Dóvalo entendió que fue apenas un forcejeo y dejó seguir.

El primer tiempo murió como empezó. River tomando el protagonismo, aunque sin inquietar demasiado a Rey pero haciendo correr mucho al Lobo. Dos pelotas quietas, una que dio en la parte de arriba del travesaño luego de una falla del arquero albiazul en las salida y otra que se fue desviada tras un tiro libre ejecutado por De La Cruz, fueron las otras dos acciones de gol que tuvo la visita.

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Sensaciones opuestas en cada vestuario luego del empate

En el complemento la tónica del juego fue la misma. La dupla apostó por los mismos once para salir del vestuario pero a los 17 minutos debió dejar el campo Rodrigo Rey, producto de un golpe que recibió de Suárez en el primer tiempo. Durso a la cancha. Y junto con él, Alexis Domínguez, quien reemplazó a un extenuado Rodrigo Holgado.

Pisando el minuto 20, River tuvo la más clara después del gol. Tras un toqueteo en el borde del área, el propio Suárez tuvo el segundo frente al ingresado Durso pero remató alto desde una posición inmejorable. La dupla volvió a mover el banco a los 22 y saltó a la cancha Brahian Alemán por Matías Miranda. Los entrenadores optaron por mantener la idea, apelando por un jugador de similares características, y no acudir a un futbolista de marca que contrarreste el dominio del rival en el círculo. Defenderse teniendo un poco más la pelota era el anhelo.

Quedaría tiempo para los ingresos de Nicolás Colazo y Lucas Licht, quien se convirtió en el jugador más veterano que Gimnasia tuvo en cancha en su historia. El trámite no cambió demasiado más allá de las modificaciones y todo terminó a mano. El Lobo sumó un punto que le sirve para lavar un poco su cara. Con compromiso y actitud, la banca al cuerpo técnico se vio en el campo de juego.

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