Una noche al rojo vivo lo dejó sin invicto y muy preocupado

Si bien los resultados de la fecha se dieron a pedir suyo y el miércoles afrontará el partido más importante en lo que va del semestre, Ricardo Zielinski puso desde el arranque a gran parte de sus jugadores titulares, buscando un triunfo que alejara al Pincha aún más de sus inmediatos perseguidores dentro del ámbito local. Sin embargo, en una noche compleja, cargada de malas noticias, el Pincha perdió 1 a 0 con Boca, dejó su invicto en el certamen local y encima encendió una luz de alarma por la lesión (esguince de tobillo) de Mauro Boselli, quien dejó el partido en el primer tiempo.

Luis Advíncula marcó el gol en los de Battaglia a los 8 minutos del complemento, en tanto que Agustín Rossi le contuvo un penal a Leandro Díaz cuando se moría el primer tiempo.

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Mucha pierna fuerte en cada sector de la cancha y discusiones por doquier fueron protagonistas de unos primeros minutos en los que ninguno logró imponerse con claridad, pese al mejor manejo de pelota de Boca.

Sin embargo, en un cruce con mucho condimento en la previa y con un clima muy especial en el estadio, no tardaron en darse situaciones a remarcar en una primera etapa de locos, la cual tuvo de todo.

Antes de las primeras llegadas, Mauro Boselli preocupó a más de uno, ya que debió dejar la cancha lesionado a los 17 minutos, en tanto que instantes después llegó el turno de Carlos Izquierdoz, pero en Boca.

Lo cierto es que hasta ese momento hubo poco de juego, algo que se incrementó pasados los 25.

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Con varios objetivos en mente, sufrió la derrota y el desgaste

Al Pincha le costó mucho en la generación, más allá de algunas subidas interesantes de Matías Pellegrini, de gran presente, y de desbordes de Manuel Castro.

Por el contrario, el Xeneize tuvo en Sebastián Villa una preocupación constante para la defensa del León y sobre todo para Leo Godoy, quien poco pudo proyectarse en la etapa inicial, algo que sintió su equipo.

Ante este escenario, los de Battaglia fueron más, y llevaron peligro al arco custodiado por Andújar con dos cabezazos muy claros (Vázquez y Zambrano), y una última jugada en la que el juvenil delantero visitante, ya con el golero Pincha vencido, se encontró primero con el buen cierre de Rogel y luego con el palo, cuestiones que le ahogaron el grito.

Pese a no jugar bien el Pincha vendió muy cara su derrota y casi lo empata en el final

INFORME FINAL DESDE EL ESTADIO

Fortalecido a partir de la tranquilidad en su valla, Estudiantes le sacó provecho a un error de Fabra instantes después. El colombiano, que de esas suele tener varias, falló en el cálculo y le permitió a Castro desbordar e irse en soledad para medirse con Rossi. Sin embargo, antes de llegar al fondo para buscar probablemente a Díaz o a Marinelli, el uruguayo frenó la marcha, algo que el lateral de Boca no pudo hacer. Echenique señaló el punto penal y el León pasó de casi perderlo a poder ponerse al frente.

Ante la ausencia de Boselli, Díaz fue el encargado del disparo desde los 12 pasos, pero el Loco, en un primer tiempo de locos, no pudo con Rossi, que le adivinó la intención y volvió a dejar en claro que alguna virtud tiene en los penales.

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Al igual que el Pincha en su momento, Boca también supo salir de la complejidad de casi pasar a perder el encuentro, y sobre el cierre de la primera etapa, otra vez lo tuvo Villa. No obstante, Andújar ganó el duelo, en un partido en que los arqueros hicieron lo suyo, siendo los grandes responsables de los arcos en cero.

Para el complemento, Zielinski modificó en el mediocampo. Rodríguez ingresó por Castro para ubicarse al lado de Morel, Zuqui pasó al costado derecho, Marinelli al izquierdo y Pellegrini se adelantó unos metros posicionándose detrás de Díaz. A partir de eso, el Pincha creció en el juego y se animó más, pero nunca le encontró solución al problema Villa.

ASÍ SE VIVIÓ LA PREVIA EN UNO

A los 8´, el colombiano hizo un surco por la banda izquierda y envió un gran centro pasado que se encontró con un muy buen cabezazo de Advíncula, por el otro palo, para un 1 a 0 justificado. El Xeneize había sido más y ahora lograba expresarlo en el marcador.

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Ni el ingreso de Corcho, que acomodó al equipo, ni la inclusión de Spetale por Morel, lograron surtir efecto en un Estudiantes que pareció sentir el desgaste. Y que pese a no rendirse y buscar el empate, nunca encontró las armas para hacerlo. No fue con un disparo de Mas, con mayor ubicación que potencia, ni con una pifia de Díaz, ni con esa última de Toledo por el segundo palo, en las más clara que tuvieron en el complemento los de Zielinski, que ayer mismo empezó a diagramar el partido ante Everton por Libertadores. Las salidas de Zuqui y Pellegrini con el encuentro 1 a 0 abajo, la gran prueba de dicha cuestión.

Momento de pasar de página para el Pincha y pensar en el miércoles, justo en la previa al clásico.

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