La apuesta salió muy mal y Gimansia se quedó sin nada

Dolorosa derrota 2 a 0 frente a Belgrano de Córdoba en el Bosque. Porque Chirola Romero y Gimnasia le apostaron un pleno a este partido desde las decisiones previas y la caída vuelve a preocuparlo en la tabla de posiciones: quedó a cuatro puntos del último, que juega hoy.

Partido parejo en el inicio, con Gimnasia con su propuesta e intención de imponer condiciones en el juego ante un rival que más allá de buscar la pelota larga a Jara y el pivote de Vegetti, no es un equipo que se niegue al buen trato de pelota. Sin llegadas claras en los primeros minutos, el Lobo se mostró más ambicioso, aunque más cerca de los merodeos que de acciones de riesgo manifiesto contra el arco de Losada.

Así, el Lobo lo fue metiendo al Pirata en su campo primero y en su área después, a base de córners. En uno de ellos, llegó la primera jugada clara del local, con un tiro de esquina de Tomás Muro desde la derecha que encontró un gran anticipo ofensivo de Agustín Bolívar que obligó a una gran estirada del arquero Losada para sacar la pelota por encima del travesaño.

Sin embargo a los 34 minutos, Belgrano dio la sorpresa. Salió de la asfixia, se adelantó unos metros y tuvo, a partir de un error en la salida del Lobo, la posibilidad de facturar. Y este Belgrano 2023 es utilitario y aprovecha las chances al máximo. Quedó desacomodado Felipe Sánchez tras un error en la salida de Soldano, Durso tapó a medias el mano a mano pero Pablo Vegetti no perdonó y selló el 1 a 0 para el Celeste de Alberdi.

A partir de la ventaja para la visita, el equipo de Sebastián Romero se llenó de dudas, entró en el desconcierto y perdió capacidad de presión. La defensa de Belgrano empezó a sentir alivio ante un rival que inquietaba solo cuando la pelota pasaba por Cristian Tarragona o desde los arrestos individuales de Nacho Miramón, aplaudido en cada intervención por los hinchas que ya intuyen que va a durar poco en el Lobo.

Gimnasia, entonces, debió afrontar el mismo desafío del clásico: la desventaja en el marcador. Perdió presión, sorpresa y capacidad de poner la pelota cerca del arco rival en el tramo final, por eso quedó la sensación de que algo debía cambiar Chirola en el descanso. Porque el Lobo perdió chispa en el tramo final del juego, y este equipo necesita intensidad para poder mostrar sus mayores virtudes.

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Por eso, no sorprendió que en el entretiempo el técnico albiazul decidiera la salida de Agustín Bolívar por una cuestión táctica, no por rendimiento. Alan Sosa fue una opción a favor del cambio de ritmo, de buscar otro tranco en tres cuartos de cancha.

Perdido en el campo, el Lobo entró en una incertidumbre tan peligrosa que a los 8 minutos del complemento lo puso dos goles abajo en el marcador. Una muy buena acción colectiva por la izquierda dejó a Vegetti otra vez de cara al gol casi en el área chica. Y otra vez el ex Gimnasia no perdonó. El 0-2 en contra le hizo el partido muy cuesta arriba, lo convirtió casi en un imposible.

Las ganas de Ivo Mammini fue la tercera apuesta de Chirola. Salió Tomás Muro, empecinado en la individual cuando no le salían las cosas. El Tripero fue como esos actores secundarios de las viejas películas que caían en arenas movedizas y más braceaban, más se hundían. Las ganas de Morales, Miramón y Tarragona, al margen de los errores, fueron el único faro de un equipo que perdió la brújula en el juego.

Alan Lescano tuvo una clara con un hermoso remate de aire tras un centro de Mammini, quien ingresó bien por la izquierda. Y Miramón probó desde lejos, alto. Los cambios mejoraron al equipo y lo sacaron del desconcierto.

Gimnasia fue otro con los cambios. Por eso, forzó el juego y tuvieron chances concretas Mammini (con un lindo remate), Tarragona y Lescano, también de media distancia. Ni el tiro del final le salió en la que Tarragona le sacó a Lescano y tapó Losada. El equipo terminó pagando demasiado caro sus errores y pudo demasiado tarde meter en problemas a Belgrano. Los benditos detalles lo dejaron otra vez con las manos vacías.

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