Tensión en el Mercosur: por Venezuela y la Unión Europea

Los casos de Venezuela y la Unión Europea (UE) partieron en dos al Mercado Común del Sur (Mercosur), en la cumbre que ayer concluyó en Puerto Iguazú, Misiones, en medio de fuertes cruces entre Uruguay y Paraguay, por un lado, y Argentina y Brasil, por el otro.

El encuentro penduló entre la promesa de enviar una respuesta “contundente” a las “exigencias” de la UE para cerrar un acuerdo comercial y las diferencias en torno a la crisis en el país que gobierna Nicolás Maduro, que recientemente inhabilitó a la opositora María Corina Machado para participar de elecciones durante 15 años. En protesta, Uruguay no firmó el documento final.

La cuestión bolivariana

La problemática del régimen bolivariano no había sido incluida en la agenda de debate por el anfitrión, el presidente Alberto Fernández (que le cedió el mando pro témpore del grupo sudamericano a su homógolo brasileño, Lula Da Silva). Por eso mismo tanto el argentino como el brasileño (que defienden el regreso de Venezuela al Mercosur, del que fue suspendido en 2017 por una “ruptura del orden democrático”, según alegaron entonces los socios) omitieron mencionar la proscripción de Corina Machado en sus discursos inaugurales.

Frente al silencio, los mandatarios de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y de Paraguay, Mario Abdo Benítez, exigieron “alzar la voz” contra las “restricciones políticas” en el país caribeño.

“De Venezuela no va a salir una democracia sana”, si “a una candidata con un potencial enorme se la descalifica por motivos políticos y no jurídicos”, advirtió Lacalle Pou en la LXII Cumbre de jefes de Estado del Mercosur.

En este sentido, el presidente uruguayo demandó a sus otros tres socios “tratar de ser objetivos” con la situación de Venezuela y apuntó: “Le haríamos un flaco favor a la democracia venezolana, si no alzamos la voz. El Mercosur tiene que dar una señal clara para que el pueblo venezolano pueda ir hacia una democracia plena, que claramente no la tiene”.

LE PUEDE INTERESAR

Le pagarán deuda por U$S1.000 millones a bonistas

LE PUEDE INTERESAR

Milei: “Nos atacan porque proponemos algo distinto”

Abdo Benítez también denunció en su discurso las “restricciones políticas” en Venezuela, en clara alusión a la inhabilitación de Corina Machado: “Cuando asoma un camino de salida, un itinerario de esperanza con la realización de unas elecciones con la oposición, vimos rápidamente apagada esa ilusión con la inhabilitación de María Corina Machado”, dijo el gobernante paraguayo.

Así, quedaron patentes dos bloques con respuestas radicalmente opuestas a la crisis en Venezuela, que sobrevuela desde hace varios años las cumbres de un Mercosur que, como se mencionó, suspendió al país caribeño en 2017.

Las duras condenas de Lacalle Pou y Abdo Benítez obligaron a Fernández y a Da Silva, que habían evitado hablar del tema, a dar una respuesta sobre el final de la Cumbre. En esa línea, apenas se limitaron a defender la mesa de negociación como principal vehículo para avanzar en las conversaciones entre Maduro y la oposición.

“Lo que ha ocurrido con Corina Machado lo tenemos en cuenta y nosotros planteamos una mesa de diálogo”; los problemas “no se solucionan con los países metiéndose en cuestiones internas”, dijo el mandatario argentino e insistió en que “la mejor forma” para resolver ese ‘impasse’ es “recuperando el diálogo” y “garantizando la autonomía” del país.

“Si de verdad quieren ayudar, sentémonos en la mesa” de diálogo, “que se sumen todos los que desaparecieron” para que así Venezuela pueda “recuperar la plenitud de sus derechos y calidad institucional”, defendió Fernández, que también aseguró que “la cantidad de exiliados que tiene Venezuela son producto de las sanciones que recibió”.

En igual sintonía, Lula, que en sus primeros días de mandato retomó las relaciones diplomáticas con Venezuela, suspendidas durante la gestión de Jair Bolsonaro (2019-2022), y en mayo pasado recibió con honores de Estado a Maduro, dijo desconocer los “pormenores” del “problema” con Machado, pero que pretende enterarse del tema.

Aun así, apostó por “conversar” porque lo que no se puede hacer es “aislar” ni “tener en cuenta apenas los defectos que están en un lado, que son múltiples”. Además, calificó las denuncias de autoritarismo en Venezuela como una “narrativa”.

Un acuerdo que divide

Otro tema que dividió aguas fue el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea, en debate desde 1999. Porque mientras la cumbre concluyó con la promesa de una respuesta “contundente” a las “exigencias” de la UE y “el compromiso para avanzar hacia la pronta suscripción” del pacto “para el beneficio de todas las partes”, Uruguay evitó firmar el documento final en forma de protesta ante la falta de apertura del grupo para poder negociar “de forma autónoma” con terceros países.

Mientras, Lula y Alberto utilizaron toda la firmeza que no emplearon con Venezuela para presentar sus objeciones al acuerdo general alcanzado con la UE en 2019, así como al anexo de compromisos medioambientales que los europeos incluyeron este año.

“Necesitamos que la UE revise algunas cosas”, como los cambios en materia medioambiental adjuntados “de manera unilateral” y la “cuestión de las compras gubernamentales”, así como otras “asimetrías” que el acuerdo original “deja en evidencia”, declaró Fernández.

Da Silva, en tanto, apostó por una respuesta “rápida” y “contundente” frente a la “desconfianza” y las “amenazas” de sanción de la Unión Europea.

“Socios estratégicos no negocian con desconfianza y amenazas de sanción”, advirtió el líder progresista, quien informó que este hoy llamará por teléfono al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien acaba de asumir la presidencia rotativa de la UE, para avanzar en las negociaciones.

Luego, el presidente brasileño se marcó como objetivo prioritario cerrar “este semestre” un acuerdo “definitivo” con Europa.

La confianza de Lula chocó de frente con el “pesimismo” de Lacalle Pou, quien, además de no firmar el documento final, hizo foco en que el acuerdo lleva ya 25 años en negociación, algo que “no es lógico en el mundo moderno”.

“Sabemos lo que tenemos a favor y en contra, despejemos los obstáculos para poder culminarlo”, cerró el presidente uruguayo, al cabo de una cumbre dominada por la tensión.

Lula Da Silva asumió la presidencia pro témpore del bloque sudamericano