Sueño: los beneficios de “hibernar” al momento de dormir

Entre los seres humanos, existen hábitos que los diferencian del resto de los animales mamíferos. Esto se estudia desde edades tempranas y así se logra agrupar a las personas por sus prácticas. Sin embargo, al disociarse de las especies, se pierden otras costumbres o saberes naturales. En otras palabras, el conocimiento se transformó y se abandonaron los usos antiguos. Muchos de esos estaban vinculados con imitar comportamientos de la fauna...

Un equipo de cardiólogos, liderado por Ole Frøbert, ha emprendido una innovadora investigación sobre los mecanismos de hibernación de los osos pardos con el objetivo de aplicar dichos hallazgos en el tratamiento de enfermedades humanas. Según describió el Washington Post, este estudio pionero busca explorar el secreto de la hibernación en osos para aplicaciones médicas en humanos.

Frøbert, cardiólogo del Hospital Universitario de Örebro y la Universidad de Aarhus, se aventuró en la región sueca de los osos para estudiar cómo estos animales sobreviven a su larga siesta invernal sin sufrir dolencias comunes en humanos durante periodos prolongados de inactividad, como coágulos sanguíneos, úlceras de decúbito, pérdida ósea o deterioro muscular. Su trabajo forma parte de un movimiento que busca en animales no tradicionales soluciones a enfermedades humanas.

El interés de Frøbert en la sangre de oso le llevó a colaborar con Manuela Thienel, cardióloga de la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich, y otros investigadores. Juntos, persiguieron a osos en helicóptero y recolectaron muestras de sangre, descubriendo que ciertas proteínas, como la HSP47, varían en abundancia entre el invierno y el verano. Estas proteínas, responsables de la coagulación sanguínea, podrían ser clave en el desarrollo de tratamientos para enfermedades cardiovasculares en humanos.

El equipo extendió su investigación a pacientes con lesiones medulares, encontrando similitudes en los niveles de HSP47 con los osos hibernantes. Este hallazgo sugiere que el cuerpo humano puede tener mecanismos similares para prevenir coágulos sanguíneos en situaciones de inactividad prolongada.

Más allá de los osos, otros animales hibernantes también son objeto de estudio. Por ejemplo, la ardilla de tierra de 13 líneas, cuya temperatura corporal cae drásticamente durante la hibernación, ha revelado genes activados en sus células cardíacas que protegen y reparan el corazón. Fauna Bio, dirigida por la veterinaria y científica Ashley Zehnder, está trabajando en un compuesto que imita esta respuesta en humanos, con la esperanza de mejorar la función cardiaca tras sufrir daños.

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Estos estudios desafían la tradición de centrarse exclusivamente en ratas y ratones de laboratorio. La disminución en el costo de la secuenciación de genomas y un mayor intercambio de datos han fomentado la investigación en una variedad más amplia de especies. Esto no solo enriquece el conocimiento científico, sino que también abre nuevas posibilidades en el tratamiento de enfermedades humanas.

La NASA y otros organismos también están interesados en la hibernación, especialmente por sus aplicaciones potenciales en viajes espaciales y cuidados de salud en condiciones extremas. La hibernación, por lo tanto, no es solo un fenómeno fascinante en la naturaleza, sino una puerta hacia avances médicos significativos.

El trabajo de Frøbert y su equipo es un recordatorio de que las soluciones a algunos de nuestros problemas de salud más acuciantes podrían encontrarse en los misterios aún no resueltos del mundo natural. La hibernación de los osos y otros animales no solo es un espectáculo de la biología, sino también un potencial salvador de vidas en el ámbito de la medicina humana.

Algunos consejos

En la búsqueda constante de mejorar la calidad de vida y el bienestar, expertos en salud y bienestar han destacado la importancia crucial de un buen descanso nocturno. A través de la combinación de rutinas y hábitos saludables, es posible alcanzar un sueño profundo y reparador, esencial para el rendimiento óptimo tanto físico como mental.

Uno de los pilares fundamentales para conseguir un sueño de calidad es establecer un horario regular para dormir. Dormir y despertar a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana, ayuda a regular el reloj biológico y mejora la eficiencia del sueño. Este hábito puede ser desafiante al principio, pero sus beneficios son múltiples, incluyendo una mejora en la función inmunológica, la memoria, la agilidad mental, y en general, una mejor salud y calidad de vida.

Otro factor importante es el ambiente en el dormitorio. Los expertos recomiendan minimizar la exposición a la luz artificial antes de dormir y mantener la habitación oscura, imitando el ciclo natural de luz y oscuridad. La luz puede engañar al cerebro para que piense que aún es de día, dificultando el proceso de conciliar el sueño. Del mismo modo, la temperatura de la habitación juega un papel crucial. Un entorno fresco, pero no demasiado frío ni caliente, es ideal para un sueño ininterrumpido. Ajustar la temperatura según las preferencias personales y las necesidades estacionales puede marcar una diferencia significativa en la calidad del sueño.

Además, la incorporación de aceites esenciales como la lavanda o la manzanilla en la rutina nocturna puede ser beneficiosa. Estos aceites, conocidos por sus propiedades relajantes, pueden aplicarse en las sienes o difundirse en el ambiente para ayudar a aliviar el estrés y fomentar la relajación.

La alimentación también juega un papel importante en cómo dormimos. Cenar ligero y al menos dos horas antes de ir a la cama puede prevenir la incomodidad y la interrupción del sueño. Elegir alimentos saludables y evitar las comidas pesadas o grasosas en la noche contribuyen a un mejor descanso.

Finalmente, la preparación mental es esencial para un buen sueño. Al terminar el día, es crucial dejar de lado las preocupaciones y el estrés. Técnicas de respiración y meditación pueden ser herramientas útiles para calmar la mente y preparar el cuerpo para un descanso profundo. Ejercicios simples de respiración, como el método 7-3-7, y técnicas de relajación progresiva pueden ser prácticos para alcanzar un estado de tranquilidad antes de dormir.

En resumen, adoptar estas estrategias no solo mejora la calidad del sueño sino que también tiene un impacto positivo en la salud general y el bienestar. Con disciplina y dedicación, es posible transformar la rutina nocturna y disfrutar de los beneficios de un sueño reparador, esencial para enfrentar los desafíos diarios con energía y vitalidad.