Pastas Génova: una gran familia

“Ali” está siempre en la casa central de calle 47 entre 19 y 20. Se la puede ver atendiendo a los clientes, coordinando algunos temas y hasta preparando la comida del personal. Génova es literalmente su segunda casa desde hace décadas. Leandro va y viene, lleva y trae pedidos, supervisa la producción y por la noche, ya en su hogar, gestiona los números. De él se puede decir que es nacido y criado en esa fábrica de pastas a la que su padre lo llevaba de pibe y en la que le enseñaba no sólo cómo funcionaba el negocio, sino una filosofía de vida: la paciencia, la cultura del trabajo, la presencia constante, la perseverancia, el buen trato interno... y para afuera, las ganas de crecer.

Leandro Ávila tiene 43 años. Pastas Génova, 53. Le gustan la música y las cifras. Estudió administración de empresas, pensando en dedicarse sólo a eso, pero un día decidió abocarse a la empresa familiar, en donde hoy es quien está al frente de muchas de las áreas.

Fuimos al local y hablamos con él sobre la historia de la fábrica de pastas -una de las más antiguas de La Plata-, del presente y de los proyectos. “Ali” (69) anda por ahí; mucho no quiere salir en las fotos ni tampoco hablar, pero es sin dudas el alma de la casa; sus recetas son el ADN del éxito obtenido en todos estos años y la clave de haber llegado hasta donde están parados hoy: el local histórico, sucursales en otros tres barrios y el nuevo espacio en ChangoMás, que abrió hace apenas mes y medio.

¿Cómo nace Génova?

Nacimos en 1970. Mi padre, Oscar Ávila, junto con dos socios, decidieron abrirse camino en la fabricación de pastas, dejando atrás su paso por el frigorífico Swift. Con apenas 23 años, forjaron una lucha que demandó un inmenso esfuerzo para llegar a ser quienes somos hoy. Marcaron ciertas premisas básicas que mantenemos hasta estos días.

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¿Desde cuándo estás a cargo de la empresa familiar?

A partir de 2008, mi padre vive en nuestros recuerdos y soy yo, junto con mi madre Alicia Santangelo, quienes legamos este extraordinario modo de vida.

Compramos la otra parte y encaramos un proceso basado en nuestra filosofía. Génova es una gran familia. Buscamos crecer conservando como valores inalterables el cuidado máximo en los procesos de elaboración, utilizando aquellas materias primas de mayor calidad en el mercado y asegurando los estándares más altos en higiene y seguridad.

- ¿Qué recuerdos tenés de tu infancia en Génova?

Mi padre me dijo que tenía que empezar desde abajo, y a pesar de todas las contradicciones de un adolescente con su padre, hoy a la distancia veo que fue un pilar fundamental para poder manejar correctamente una empresa. Por supuesto que me capacité; hoy soy Licenciado en Administración, pero la práctica supera la teoría.

Mi padre fue un gran maestro y no lo tengo hoy para decírselo. Tuvimos una excelente relación pero siempre nos quedamos, como decía Borges, con la necesidad de haber sido más buenos con los que no están.

- ¿​Cómo fue creciendo desde que estás vos a cargo? ¿​Con qué visión y objetivos?

Nuestra visión es ser una gran empresa industrial; llegar a más localidades en los próximos años son objetivos que nos planteamos actualmente luego de haber reestructurado los procesos productivos, de información y logísticos para tal fin.

La empresa ha crecido desde 2010 no sólo en establecimientos sino también hacia una estructura organizacional más vertical que facilita la toma de decisiones y delegación de tareas.

Nuestra misión es brindar el mayor bienestar a nuestros clientes con productos distintos y únicos en el sector. Generar valor para todos los miembros y crecer manteniendo inalterable nuestros valores.

¿Las recetas son siempre las mismas o van cambiando?

Buscamos que la gente nos reconozca por tener un producto único. Muchas empresas del rubro trabajan con buena calidad. Nosotros proponemos hacerlo a lo largo del tiempo con un producto reconocido e inalterable.

Muchas familias se presentan hoy y nos comentan que venían con sus abuelas cuando eran chicos, y nuestras pastas “siguen siendo las mismas”, nos dicen llenándonos de satisfacción.

Como pasa en la película Ratatouille, la comida conecta con el pensamiento y las emociones. Eso buscamos: cobijar recuerdos desde nuestro humilde lugar.

- ¿Cuántas sucursales tienen hoy?

Hoy tenemos 5 locales de venta al público minorista, el más reciente es en el supermercado ChangoMás. Cubrimos City Bell, Villa Elvira, Los Hornos y La Plata. La idea es desarrollar un sistema de franquicias en el futuro y seguir expandiéndonos.

- ¿​​Cuáles te parece que son las pastas preferidas de los platenses?

Sin duda, los ravioles del domingo: son un clásico. Y cada 29, la mayoría de los amantes de la pasta prefieren los ñoquis.

En la semana se venden muchos fideos, ya que sirven para acompañar carnes o para salir del paso en una comida rápida con los chicos cuando salen de la escuela.

- ¿En qué te parece que fue cambiando el perfil del consumidor en los últimos años?

Creo que la pasta rellena experimentó las mayores innovaciones por la demanda de nuevos sabores. A los productos sin TACC los incorporamos hace un tiempo y eso fue también algo nuevo que antes no se sabía mucho y no había productos comercializables.

Hoy la gente demanda pan, helado, postres y todo lo que se pueda complementar a nuestros productos. Por eso contamos con todo eso en los locales.

- ¿Siempre hay pastas de Génova en tu heladera? ¿Qué otra cosa no puede faltar en la heladera de tu casa?

Siempre tenemos fideos para acompañar algún plato o sorrentinos, que las visitas nos exigen que les preparemos. En realidad al estar tan a la mano, no tenemos en abundancia pero creo que pasta y carne no puede faltar en ningún freezer moderno.

Info: @genovapastas