Un flautista oscuro para una sociedad corrupta

El ciclo Videodromo ha vuelto este año a la cartelera del Cine Select, y sigue yendo hacia los márgenes del cine, buscando esas imágenes no domesticadas, explorando esa capacidad del cine para inquietar con sus fantasmas de luz. Y aunque sus funciones semanales tienen lugar los martes, mañana habrá una función especial: una oscura versión de una fábula medieval, realizada por un maestro checo de la animación, y musicalizada en vivo.

La cita es mañana a las 20.30 en la sala del Pasaje Dardo Rocha, para ver “El Flautista de Hamelin”, película de 1986 de Jirî Barta: una versión expresionista en stop motion del clásico cuento que captura el espíritu germánico del relato, pero lleva a cabo un contundente, complejo y metafórico retrato de una ciudad de Hamelin corroída por la corrupción, la avaricia y el afán de lucro, donde la lógica del dinero ha terminado por contaminarlo todo. Tal es la inmersión en ese estado decadente, que los habitantes del pueblo se han dado cuenta demasiado tarde de que la ciudad ha sido azotada por una plaga de ratas que los despoja de todo aquello a lo que rinden culto: los objetos del comercio. Y es entonces que aparecerá un misterioso flautista, que ofrece sus servicios para eliminar la plaga de ratas.

Es “una adaptación en stop motion proveniente de la vieja escuela de animación checa caracterizada por un fuerte énfasis en la producción de tipo artesanal y en el uso de marionetas que rompen con la influencia del teatro barroco o la estética clásica, y construyen una suerte de grotesco de poca expresión facial, liberando la expresividad directamente sobre el movimiento de esas marionetas”, explica el programador de Videodromo, Rob Astami. El programador explica que Barta construye una puesta “inspirada en el tenebrismo del gótico medieval y el expresionismo alemán: los escenarios, los edificios, las calles, las perspectivas, incluso las luces, todo se deforma y contorsiona a favor de una exaltación de las formas que buscan contener y dar expresión al estado emocional y psicológico de los habitantes de Hamelin. Es decir, todos esos recursos no están ubicados en la película como un capricho estilístico, sino al servicio de narrar”.

“Y esa narración”, sigue, “intenta dar cuenta de un estado social particular que tiene que ver con la forma en la que la lógica del dinero ha contaminado las relaciones sociales al punto de que el interés privado se ha transformado en una fuerza incontenible, que ha llevado a que los habitantes de ese pueblo vayan experimentando un deterioro de sus atributos y facultades humanas acompañado del desarrollo de características bestiales”. Una adaptación “estremecedoramente contemporánea”, dice Astami. “La idea justamente de la proyección en sí tiene que ver con poder suscitar un punto de encuentro entre lo que se construye en la película modo ficcional y la realidad contemporánea argentina”.

La película será musicalizada en vivo: pondrán sonido a la propuesta de Barta Sebastián Piatti y Lucas Muñoz en percusión, Martín Krenz en violoncello, Nacho Stoppani en piano, Esteban Cicatelli en saxo tenor y Tomás Szelagowski en saxo soprano.

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