Envejecimiento: la ciencia está más cerca de descubrir cómo detenerlo

El envejecimiento es una temática que ocupa a los científicos de todo el mundo. De hecho, a nivel local, ya se publicaron artículos sobre el desarrollo de distintos estudios sobre el rejuvenecimiento biológico. Como se expuso hace dos semanas, un equipo de investigadores desarrollan, en los laboratorios del Instituto de Investigaciones Bioquímicas de La Plata (Inibiolp) dependiente de la UNLP -Facultad de Ciencias Médicas- y el Conicet, trabajan sobre para trasplantar los genes de Yamanaka en células de animales seniles. Además, sostienen que, para la ciencia, el “envejecimiento dejó de ser un proceso inexorable”.

En un mundo obsesionado con la juventud eterna, los gastos en tratamientos antienvejecimiento ascienden a cifras astronómicas. Según algunas estimaciones, los consumidores desembolsan la impresionante suma de 62 mil millones de dólares al año en una variedad de productos y procedimientos destinados a combatir los signos del envejecimiento. Sin embargo, ¿realmente estos tratamientos ofrecen una solución efectiva para frenar el paso del tiempo?

Es importante entender que, si bien las cremas costosas, los tintes para el cabello y el Botox pueden proporcionar una apariencia más juvenil, ninguno de ellos tiene el poder de revertir verdaderamente el proceso de envejecimiento. Detrás de esta búsqueda incansable de la eterna juventud, los científicos trabajan arduamente para comprender las causas biológicas del envejecimiento con la esperanza de ofrecer herramientas efectivas para frenar o detener sus signos visibles, así como las enfermedades relacionadas con la edad que tanto afectan nuestra calidad de vida.

El trabajo en el laboratorio se enfoca en cómo utilizar ciertos genes para detener el envejecimiento / Pexels

Según NYTimes, la Dra. Linda Partridge, investigadora profesora en la división de biociencias del University College London, ha sido una figura destacada en este campo. Ella ha contribuido al desarrollo del marco de características del envejecimiento, una herramienta fundamental para comprender los procesos biológicos que subyacen al envejecimiento.

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En la investigación actual, se ha puesto especial énfasis en comprender cómo los cambios a nivel celular y molecular contribuyen al proceso de envejecimiento. Estos cambios, denominados “características del envejecimiento”, se dividen en dos categorías amplias: desgaste general a nivel celular y la disminución en la capacidad del cuerpo para eliminar células y proteínas viejas o disfuncionales.

Uno de los aspectos más críticos de este proceso es el deterioro del ADN. A medida que envejecemos, nuestro ADN acumula cambios, ya sea a través de errores durante la replicación celular o como resultado de la exposición a factores ambientales como la radiación ultravioleta. Si bien nuestras células tienen mecanismos para reparar estos daños, su eficiencia disminuye con el tiempo, lo que lleva a la acumulación de mutaciones genéticas y, en casos extremos, al desarrollo de cáncer.

El envejecimiento es una temática que ocupa a los científicos de todo el mundo

Además del ADN, los cromosomas también desempeñan un papel crucial en el proceso de envejecimiento. Los telómeros, los extremos de los cromosomas que actúan como las tapas de plástico en los cordones de los zapatos, se acortan con cada ciclo de división celular. Este acortamiento eventualmente conduce a la detención de la división celular, lo que afecta negativamente la capacidad del cuerpo para regenerar tejidos.

La epigenética, que se refiere a las modificaciones químicas en el genoma que afectan la actividad génica, también ha surgido como un área de interés en la investigación sobre el envejecimiento. Los cambios epigenéticos pueden influir en la expresión génica y, por lo tanto, en el funcionamiento de las células y los tejidos. A medida que envejecemos, muchos de estos mecanismos epigenéticos comienzan a degradarse, lo que puede contribuir a diversas enfermedades relacionadas con la edad.

Otro aspecto crucial del envejecimiento se relaciona con las mitocondrias, las estructuras encargadas de producir energía en nuestras células. A medida que envejecemos, la función mitocondrial disminuye, lo que afecta negativamente a otros procesos celulares y contribuye a la inflamación, un aspecto comúnmente asociado con el envejecimiento y las enfermedades crónicas.

Además de estos cambios a nivel celular y molecular, el cuerpo enfrenta desafíos en la eliminación de células y proteínas disfuncionales. La acumulación de células senescentes, que dejan de dividirse pero continúan secretando sustancias inflamatorias, contribuye a la inflamación crónica y a la progresión de diversas enfermedades relacionadas con la edad.

En última instancia, aunque la investigación sobre el envejecimiento ha avanzado significativamente en los últimos años, las terapias antienvejecimiento todavía están en desarrollo y no están listas para un uso generalizado. Los científicos instan a adoptar hábitos de vida saludables, como el ejercicio regular y una dieta equilibrada, como las mejores estrategias para envejecer bien. A pesar de la continua búsqueda de la fuente de la juventud, parece que la clave para una vida larga y saludable puede residir en prácticas simples pero efectivas.

Los científicos trabajan para descubrir la causa del envejecimiento / Pexels

EL DILEMA ITALIANO

En la bruma del escenario del rock and roll de la década de 1990, donde la mayoría de los músicos de la banda vivían al límite, abrazando un estilo de vida de “vivir rápido y morir joven”, hubo un rebelde diferente: el guitarrista de DOT, Valter Longo. En medio del caos de Whiskey a Go Go y otros clubes de la costa oeste, Longo luchó contra una adicción inusual: una obsesión por la longevidad que lo persiguió a lo largo de su vida.

Ahora, décadas después de dejar atrás los acordes distorsionados, el Dr. Longo se encuentra en un punto de inflexión, en la intersección de la pasión italiana por la comida y la lucha contra el envejecimiento. Según NY Times, desde su laboratorio en Milán, el Dr. Longo, de 56 años, ha surgido como un defensor apasionado de la búsqueda de una vida más larga y saludable a través de la nutrición.

“Italia es simplemente increíble para estudiar el envejecimiento”, afirma el Dr. Longo, mientras se prepara para una conferencia sobre envejecimiento a finales de este mes. Con una de las poblaciones más longevas del mundo, incluidos múltiples grupos de centenarios, el país se ha convertido en un “nirvana” para los investigadores en busca de la fuente de la juventud.

El enfoque del Dr. Longo va más allá de la mera especulación. Como profesor de gerontología y director del Instituto de Longevidad de la USC en California, ha dedicado su carrera a desarrollar una dieta basada en plantas y frutos secos, combinada con ciclos de ayuno, que afirma rejuvenecen las células y pueden reducir la edad biológica. Sus esfuerzos han dado lugar a la creación de productos como kits de dieta ProLon y libros superventas como “La Dieta de la Longevidad”.

Pero el Dr. Longo no se limita a los laboratorios y consultorios médicos. A través de su fundación en Milán, asesora a pacientes con cáncer y promueve una dieta mediterránea que, irónicamente, es ajena a la mayoría de los italianos modernos. “Casi nadie en Italia sigue la dieta mediterránea”, lamenta Longo, señalando la epidemia de obesidad entre los jóvenes italianos.

La lucha del Dr. Longo va más allá de las paredes de su laboratorio y fundación. Critica la falta de inversión de Italia en investigación sobre el envejecimiento, a pesar de su vasto potencial y rica historia en el campo. Pero a pesar de estos obstáculos, Longo persevera, impulsado por su infancia en el puerto de Génova y las experiencias que lo llevaron a cuestionar la relación entre dieta y longevidad.

Su determinación se alimenta de su propia visión para el futuro: vivir hasta los 120 o 130 años, desafiando las expectativas convencionales sobre la edad y la salud. Sin embargo, reconoce los desafíos inherentes en esta búsqueda, incluida la posibilidad de crear una división en la sociedad entre aquellos que adoptan su enfoque y aquellos que no.

Uno de los aspectos más críticos de este proceso es el marcado deterioro del ADN

En última instancia, el Dr. Longo es un hombre en una misión, navegando por las complejidades de la genética, la nutrición y la cultura para desentrañar los misterios del envejecimiento. Su historia, una mezcla única de rebeldía grunge y pasión científica, sirve como un recordatorio de que en la búsqueda de la eterna juventud, a veces el camino menos transitado conduce a los descubrimientos más sorprendentes.

UN ESTUDIO JAPONÉS

El enigma del envejecimiento ha fascinado a la humanidad durante siglos. A pesar de los avances médicos, el proceso que nos lleva desde la juventud hasta la vejez sigue siendo un misterio en muchos aspectos. Sin embargo, un nuevo estudio realizado por un equipo de científicos de la Universidad de Colonia en Alemania, publicado en la prestigiosa revista Nature, podría haber arrojado luz sobre estas preguntas fundamentales.

Conforme publicó Euronews, el equipo de investigación, dirigido por el Dr. Andreas Beyer, ha descubierto que la transcripción genética, el proceso mediante el cual una célula crea una copia en ARN de una cadena de ADN, se acelera con la edad. Sin embargo, esta aceleración viene acompañada de una disminución en la precisión y una mayor propensión a errores. Este hallazgo podría tener implicaciones profundas en nuestra comprensión del envejecimiento y cómo podemos abordarlo.

“Este es, hasta ahora, el único momento ‘eureka’ de mi vida. Es un tipo de descubrimiento que no se hace todos los días”, revela el Dr. Beyer en una entrevista exclusiva con Euronews Next. “Twitter está ardiendo. Algunos colegas están muy emocionados”.

Antes de este estudio pionero, la mayoría de las investigaciones sobre el envejecimiento se centraban en observar la expresión diferencial de los genes, sin abordar específicamente cómo cambia el proceso de transcripción con la edad. Esta nueva línea de investigación promete cambiar nuestro enfoque hacia el envejecimiento y abrir nuevas posibilidades para intervenir en este proceso.

La transcripción es un proceso crucial para la función celular adecuada. Como explica el Dr. Beyer, cada célula en nuestro cuerpo tiene un conjunto diferente de genes activados, y la transcripción garantiza que se produzcan las proteínas necesarias para mantener la salud y la función celular. Sin embargo, el estudio revela que con el envejecimiento, este proceso se vuelve menos preciso y más propenso a errores, lo que puede tener consecuencias devastadoras para nuestra salud.

Uno de los hallazgos más sorprendentes del estudio es que ciertos factores, como las dietas hipocalóricas y la inhibición de la señalización de la insulina, pueden ralentizar la velocidad de la transcripción y reducir el número de copias defectuosas. Esto sugiere que podríamos tener la capacidad de influir en el proceso de envejecimiento y mejorar nuestra salud a medida que envejecemos.

El equipo de investigación llevó a cabo una serie de experimentos utilizando modelos animales, como gusanos, ratones y moscas de la fruta, así como muestras de sangre de individuos jóvenes y mayores. Los resultados fueron consistentes en todas las especies, lo que sugiere que este fenómeno es generalizado y no específico de un modelo único.

Según el Dr. Argyris Papantonis, otro investigador principal del estudio, estos hallazgos podrían tener importantes implicaciones en la prevención del cáncer. Dado que el cáncer es una enfermedad asociada con errores en la replicación celular, limitar estos errores podría ser una forma efectiva de prevenir su desarrollo.

Además de sus implicaciones en la salud, este estudio ofrece una nueva perspectiva sobre el envejecimiento. Comprender mejor los procesos subyacentes podría conducir a intervenciones más efectivas para retrasar el envejecimiento y promover un envejecimiento saludable.

En resumen, el estudio realizado por el equipo de la Universidad de Colonia representa un paso significativo en nuestro entendimiento del envejecimiento. Al descubrir cómo la transcripción genética cambia con la edad y cómo podemos influir en este proceso, se abren nuevas oportunidades para mejorar nuestra salud y calidad de vida a medida que envejecemos.

El cuidado de la piel es, para muchas personas, vital / Freepik