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Temas |LA MONARQUÍA IBÉRICA

Realeza: bodas y controversias, el viaje de Letizia y Felipe

Desde su casamiento con el actual rey de España, la reina consorte navegó en aguas turbulentas. Superó críticas y adversidades para convertirse en un pilar fundamental

Realeza: bodas y controversias, el viaje de Letizia y Felipe

Una Foto oficial de la boda de Felipe y Letizia / Web

VIRGINIA BLONDEAU
Por VIRGINIA BLONDEAU

26 de Mayo de 2024 | 07:35
Edición impresa

Si la pericia de un timonel se conoce en las tormentas, no hay duda de que Letizia, la reina de España, ya merecería ser almirante de la armada. Desde su boda con el entonces heredero de la corona, boda de la que el pasado miércoles se cumplieron 20 años, ha navegado en aguas turbulentas. Y ha salido airosa.

La boda marcó un antes y un después en la historia de la monarquía de los borbones. En esta España post destape, abierta y moderna, nada es lo que parece. Y hubo más de uno que se horrorizó (y aún no pueden perdonar) de que el príncipe de Asturias se casara con una mujer divorciada, profesional, de poca fe, con progenitores progresistas (casi rojos) y que no ocultaba su carácter díscolo. ¿Quién hubiera dicho que, al final, su familia (con abuelo taxista y padre republicano) iba a resultar ejemplar y la propia Letizia (con su perfeccionismo) iba a ser un pilar fundamental para salvar la imagen de la monarquía que tanto habían pisoteado su cuñada y su suegro, ambos de sangre real por los cuatro costados?

Imágenes donde puede verse la tiara prusiana / Web

El anuncio del compromiso había sido en noviembre de 2004 un poco a las corridas. La información de que el príncipe de Asturias estaba de novio con la periodista de la RTVE ya era un rumor y lo mejor era oficializarlo cuanto antes. Sobre todo porque la joven estaba “floja de papeles”. Que un muchacho de treinta y pico se case con una chica divorciada, también de treinta y pico, no espanta a nadie ni hoy ni hace 20 años pero si ese chico es el futuro rey de España, país católico y de grandes tradiciones… más vale atajar las habladurías. Y mucho más si la novia ha sido una chica moderna, viajada, con algunos novios en su haber. Igual que el novio, claro. Que tampoco era virgen. Pero ya se sabe como algunos no utilizan la misma vara en hombres que en mujeres. Por si aparecían más fantasmas que ensombrecieran el romance, se decidió que cuanto antes se celebrara la boda, mejor. La fecha elegida fue el 22 de mayo de 2004 en la Catedral de la Almudena, al lado del Palacio Real.

Aunque todo parecía fluir, no olvidemos que las bodas de los borbones siempre fueron trágicas, escandalosas o polémicas. A Felipe V, el primer Borbón que reinó en España, le llevó tres noches consumar el matrimonio porque María Gabriela, su esposa de 13 años, gritaba sin parar cada vez que él se acercaba. Su hijo, que reinó como Fernando VI, quiso anular la boda cuando conoció a Bárbara de Braganza, la esposa que le habían elegido. Ella era fea y él, para colmo, impotente.

Fernando VII tuvo cuatro noches de bodas. En la primera y segunda salió huyendo él. En la tercera la novia se asustó tanto por el tamaño descomunal del miembro que mojó la cama. Recién con su cuarta esposa pudo conformar una relación feliz.

Otra de las postales de la boda / Web

A la pobre Isabel II la casaron con un primo homosexual que, según contó “en la noche de bodas llevaba más puntillas que yo”. Isabel también colaboró para que la boda de su hijo Alfonso fuera un escándalo ya que no se presentó porque no le gustaba la novia.

Alfonso XIII se casó enamorado con la princesa Victoria Eugenia de Battemberg. La boda era un éxito hasta que un anarquista le arrojó una bomba al coche en el que circulaban los novios. El atentado causó 28 muertos cuya sangre manchó el vestido de la novia. Las bodas de su hijo Juan y su nieto Juan Carlos no tuvieron mayores contratiempos pero tampoco fueron del todo felices: tuvieron que celebrarse en el exilio ya que los borbones ya no reinaban en España.

 

La boda estuvo a punto de suspenderse por un hecho trágico e inesperado

 

Más allá de la condición de la novia, la boda de Felipe y Letizia estuvo a punto de suspenderse por un hecho trágico e inesperado. El 11 de marzo de 2004, un mes y diez días antes de la boda, un grupo de terroristas islámicos hizo estallar cuatro trenes en la estación madrileña de Atocha y causaron la muerte de 192 personas y heridas diversas a casi 2000 personas. Si bien se decidió seguir adelante con los planes, se suspendieron el recital de música previsto, regalo de la Comuna de Madrid, y el propio Felipe pidió que el dinero que se pensaba gastar se usara en realizar un homenaje a los fallecidos. Los actos festivos quedaron reducidos a una cena de gala en el Palacio El Pardo sin tiaras ni grandes joyas que se realizó el día anterior a la boda y el almuerzo posterior a la ceremonia en el que no hubo baile nupcial.

La princesa Letizia, el príncipe Felipe y la reina Sofía visitan a los heridos por el atentado del 11-M / Web

Luego del atentando se decidió triplicar el número de agentes de seguridad quienes tenían como misión velar por la integridad de cinco reyes y ocho reinas, varios príncipes y princesas, jeques árabes, sultanes, miembros del cuerpo diplomáticos, presidentes y todo el gobierno de España. Según contó años después el entonces ministro de seguridad, no veían la hora que todo terminara y cada uno se marchara a su país sano y salvo.

El miedo a un atentado y la lluvia fuerte y persistente se confabularon para que Letizia y Felipe no pudieran recorrer las calles de Madrid en auto descapotado luego de la ceremonia. Tampoco permitió que la familia real pudiera acercarse a saludar a los curiosos que, empapados, esperaban en las afueras del Palacio Real.

Pero, por suerte, la transmisión de la televisión española permitió que millones de curiosos en todo el mundo pudieran seguir la ceremonia que fue tan larga como solemne. Para que tengan una idea de la envergadura, el video completo subido a Youtube dura 6 horas.

La Catedral de la Almudena es la iglesia “oficial” de la monarquía católica. Es imponente pero sin el encanto de las históricas iglesias madrileñas que datan de siglos. La decoración fue austera y la música, elegida por la reina Sofía, no proporcionaba nada de alegría. Sin embargo, las sonrisas y miradas cómplices de los novios, iluminaron la ceremonia.

 

La boda marcó un antes y un después en la historia de la monarquía de los borbones

 

Letizia caminó del brazo de su padre hacia el altar con la mirada de los 1700 invitados puestos en ella. Hay que tener temple para hacerlo, en especial una mujer a la que la vida no la había preparado para eso.

Cuando llegó al altar le preguntó a Felipe “¿Eres feliz?”. Él sonrió y solo le dijo “Te quiero, guapa”. Esperó hasta horas después, en el banquete nupcial, para responder. “No puedo ni quiero esconderlo, imagino que salta a la vista: soy un hombre feliz. Me he casado con la mujer que amo. Conjugar la razón con la fuerza del amor y del sentimiento ha sido siempre un objetivo en mi vida. Por eso, estamos celebrando hoy que Letizia y yo unamos nuestras vidas en una comunión de amor, responsabilidad, trabajo, respeto y entrega mutua. Nuestra unión para siempre se la ofrecemos a nuestras familias y sobre todo a nuestro destino, íntimamente ligado al futuro de los españoles.”

 

Las tormentas propias y ajenas han hecho tambalear el barco pero pueden verse las sonrisas

 

También el entonces príncipe dirigió una palabras a su esposa: “Es también muy importante -y tú me lo dices tanto- que sepamos encontrar el uno en el otro el remanso necesario para reflexionar, disfrutar y compartir todo aquello que nos hace crecer como personas, enorgullecernos y sobrellevar la intensidad de nuestras vidas. Y lo es tanto más por cuanto ha de ser fuente de gozo y armonía familiar. Se que lo conseguiremos, sin duda”.

Y claro, Majestades, que lo han conseguido. No habrá sido fácil porque las tormentas propias y ajenas han hecho tambalear el barco pero aún pueden verse en ustedes las sonrisas y miradas cómplices que iluminaron la Almudena hace veinte años. Felicidades.

Los reyes y sus hijas posan para celebrar los 20 años de la boda / Web

 

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