“Emily in Paris”: nuevos destinos, más drama y mayor seguridad

La vida de Emily Cooper vuelve a dar un giro tan glamoroso como inesperado. Netflix estrena el jueves la quinta temporada de “Emily in Paris” y, esta vez, la historia se anima a salir de su zona de confort: nuevos escenarios, vínculos que se transforman y una protagonista que ya no es la misma joven deslumbrada que llegó a París desde Chicago.

En esta nueva entrega, Emily asume uno de los mayores desafíos de su carrera: queda al frente de la Agencia Grateau en Roma, un paso clave en su crecimiento profesional. Pero, como suele ocurrir en su mundo, el éxito no llega sin complicaciones. Una idea laboral que sale mal desata una reacción en cadena que afecta tanto su trabajo como su vida sentimental, obligándola a replantearse decisiones y lealtades.

Lejos de repetir fórmulas, la nueva entrega propone una Emily más consciente y reflexiva. Según la sinopsis oficial, en su búsqueda de estabilidad la protagonista se apoya en su vínculo con Francia, enfrenta conflictos con mayor honestidad y fortalece lazos, hasta que un secreto amenaza una de sus relaciones más cercanas. El resultado es una Emily más madura, con mayor claridad emocional y abierta a nuevas posibilidades.

UN CAMBIO DE EJE

Para Darren Star, creador de la serie, esta temporada marca un cambio de eje claro. El motor romántico que sostuvo buena parte de las primeras entregas queda atrás. “No se trata más de la relación de Emily con Gabriel”, explicó, y aseguró que la historia “va en una dirección diferente” y se siente especialmente fresca. El nuevo recorrido entre Roma, París y Venecia amplía la escala del relato y permite que todos los personajes tengan mayor desarrollo.

Desde el punto de vista de Lily Collins, protagonista y también productora, esta evolución era necesaria. La actriz destacó que Emily llega a esta temporada con más confianza, una voz más firme y una identidad mejor definida. “Es más audaz, más fuerte, más aventurera”, señaló, y agregó que ahora está resolviendo su vida profesional y personal desde un lugar más seguro, aunque sin perder la curiosidad ni las contradicciones que la caracterizan.

La temporada también suma más drama, pero no desde el exceso sino desde la transformación emocional. Collins adelantó que habrá giros inesperados en el trabajo, el amor y las amistades, con momentos clave que generan verdaderos cambios en los vínculos.

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“Después de cuatro temporadas, era el momento de que ciertas cosas finalmente pasaran”, explicó, en referencia a decisiones postergadas y relaciones que se redefinen.

DE PARÍS A ROMA Y VENECIA

En ese recorrido, las ciudades cumplen un rol narrativo central. Roma funciona como el espacio donde Emily se afirma profesionalmente, París aparece cada vez más como un verdadero hogar —ya no solo como una aventura extranjera— y Venecia se presenta como un paréntesis cinematográfico y romántico, con un clima casi de fantasía que atraviesa el episodio final.

Como en cada temporada, la moda vuelve a ser un lenguaje fundamental. El cambio más visible es el nuevo corte de pelo de Emily: un bob más corto, sofisticado y moderno que, según Collins, simboliza su crecimiento y su deseo de ser tomada en serio. La actriz explicó que el trabajo entre vestuario, maquillaje y peinado fue completamente colaborativo, buscando que cada look reflejara el momento emocional del personaje.

La diseñadora de vestuario Marylin Fitoussi señaló que este nuevo corte fue el disparador estético de toda la temporada. Para ella, Emily se muestra ahora más afirmada y en control de su destino, con un estilo que sigue siendo ecléctico, pero más estructurado y decidido. El vestuario acompaña el recorrido geográfico: en Italia predominan las líneas más suaves, los colores intensos y las referencias al cine clásico italiano, mientras que en París el estilo se vuelve más preciso, elegante y definido.

La temporada también introduce un cambio sutil pero significativo: Emily usa menos tacos en su vida cotidiana. No se trata solo de comodidad, sino de una elección narrativa. Poder caminar, moverse y trabajar con mayor libertad habla de una protagonista más conectada con su entorno y consigo misma. Aun así, los momentos icónicos de moda siguen presentes, con trajes impactantes, guiños a grandes referentes del cine y una selección que combina casas consagradas con diseñadores emergentes.

SELLO POP: PRESENTE

Con más ciudades, relaciones más maduras y una estética que dialoga con el cine, la moda y la evolución personal, la quinta temporada de “Emily in Paris” apuesta a crecer sin perder su identidad pop. Emily sigue siendo Emily, pero ahora sabe mejor quién es, qué quiere y hasta dónde está dispuesta a llegar.