La doble fila frente a las escuelas no deja de complicar con los embotellamientos

Como todos los años, el reinicio de las clases volvió a complicar el tránsito sobre todo en la zona céntrica. La tradicional doble fila que se forma en el ingreso y salida de los escolares, que hasta hace poco se traducía en una doble hilera de vehículos sobre un mismo cordón a lo largo de una cuadra, ahora ganó terreno y genera embotellamientos en dos o tres cuadras cercanas a los edificios educativos. De modo que el regreso de ese fenómeno volvió con mayor caos vial.

Tal como se informó ayer en este diario, el tránsito platense desde esta semana se percibe más “denso”, en primer lugar por la gran cantidad de vehículos que se ven involucrados en la maniobra de dejar o ir a buscar a los alumnos. Además, como los colegios no tienen un horario uniforme de ingreso y salida, los conductores ajenos al movimiento escolar tienen que sortear las doble fila en distintos horarios de la mañana y la tarde. Las franjas más críticas van desde las 7 a las 8, al mediodía entre las 12 y las 14, y por la tarde después de las 16.

Uno de los corredores más complejos de atravesar es el de calle 55 desde 10 a 14. Allí está la escuela Italiana (jardín, primaria y secundaria), un jardín de infantes en 55 entre 12 y 13, y un jardín maternal entre 13 y 14. También hay un instituto de capacitación de la policía de la provincia de Buenos Aires, en la cuadra de 13 a 14. Otro cuadras problemática es la de 14 entre 46 y 47, en donde apenas si queda un pequeño espacio para que los automovilistas –que no van a dejar ni buscar escolares- puedan seguir su camino. En realidad la batalla por el espacio se reproduce frente a casi todas las escuelas de la Ciudad.

Si a ese panorama se suma el descontrol de la descarga de mercadería (tiene que ser de 5 a 9,30), en las dobles filas y embotellamientos se mezclan camiones y camionetas que bajan productos de toda clase con los automóviles que llevan o buscan chico.

Se registran incidentes y muchos bocinazos, en lo que se convierte en una verdadera y anárquica “master-class” del desorden en la vía pública.

Hace unos años se decidió aplicar la fórmula denominada como “sube y baja” para intentar resolver el sempiterno problema de las dobles y hasta triples filas de estacionamiento frente a las escuelas, que se puso en práctica como prueba piloto en el frente del colegio Inmaculada de 45 entre 11 y 12, podría servir para despejar un problema endémico en la Ciudad.

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La alternativa, que fue aplicada con éxito en escuelas de City Bell, consiste en establecer un carril exclusivo frente a las escuelas y junto al cordón para que los vehículos hagan fila allí, frenen unos segundos y se permita así bajar a los alumnos que son recibidos por personal del colegio y el auto dejar rápidamente el lugar. El mismo sistema se emplea a la salida del horario escolar. Sin embargo, en La Plata no se consolidó ese sistema.

A lo largo de las últimas cuatro décadas se fueron anunciando y experimentando distintos planes pilotos o acciones que se destinarían a resolver el habitual caos vehicular que se produce frente a las escuelas en los horarios de ingreso y egreso de los alumnos. Proyectos que, vale aclararlo de inmediato, quedaron en el plano de las buenas intenciones.

Hoy las dobles filas crecieron y ya son sinónimos de molestos y peligrosos embotellamientos en el centro platense. Es de esperar que tal situación sea enfrentada y resuelta.