Tensa calma: un hospital "blindado", heridos en evolución y sin detenidos tras la barbarie en la guardia del Gonnet

El Hospital de Gonnet está "blindado" y la tensión no se apaga luego del serio enfrentamiento entre barras de Estudiantes y Gimnasia que, de milagro, no terminó en tragedia. Esta mañana se pudo advertir que el cuerpo de Infantería se mantiene apostado en la puerta del nosocomio de 508 y 19, donde también en las inmediaciones se encuentran familiares y allegados a los heridos.

Según pudo saber este diario, ninguno de los lastimados ayer en la salvaje pelea se encuentra en estado grave, por lo que su salud evoluciona favorablemente. Además se informó que no hay detenidos tras los incidentes que se produjeron en la guardia, que terminó destrozada y bañada en sangre.

LEA TAMBIÉN

Terror en el hospital de Gonnet: tiros y heridos en enfrentamiento de barras

El líder de la hinchada del Lobo, “El Volador” Cristian Camilleri (51), fue el que se llevó la peor parte. Este miércoles aguardaba la llegada del fiscal Gonzalo Petit Bosnic, que le tomará declaración y probablemente sea dado de alta, por lo que dejaría el hospital. Además del reconocido barra tripero, en el reporte oficial se identificó a otros heridos: Fernando Nicolás Sanconi (45); Juan Roberto Arcajo (47), Manuel Ramos (55) y Mauro Perilli (35)”. Mientras que es muy probable, según refirieron voceros ligados a la pesquisa, que haya más con cortes y contusiones, pero que seguramente buscaron pasar desapercibidos y requerir de asistencia en otros nosocomios alejados.

Por otro lado, otro barra albiazul identificado como Gustavo "El Melli" Avalos, apareció en las últimas horas en un video con una dura amenaza: "Hay que matarlos a todos, ya fue. El Cristian (por Camilleri) se estaba muriendo". Visiblemente lastimado y con una venda en la cabeza se lo escucha dar detalles de lo vivido ayer en Gonnet: "Los vi bajar a todos y eran más de no sé cuántos, todos con facas, arpones, pistolas, revólveres. Nos cagaron matando a todos, hasta a la gente que no era de Gimnasia". Y agrega: "Los encaré con las dos facas mías. Ahí me empecé a pelear con uno y después me agarró otro con una faca grande. Me agarró a fierrazos y me empezaron a matar todos".

Tal como se publicó, ayer se escribió otro capítulo que mostró lo peor del gremialismo y el fútbol. Todo comenzó en las inmediaciones de Plaza San Martín y terminó en el San Roque de Gonnet, donde los barras y sindicalistas cruzaron amenazas, golpes, facazos y disparos, con un saldo al menos cinco heridos, todos con cortes y contusiones, entre ellos el propio "Volador", que quedó internado. Lo cierto es que el nivel de violencia y salvajismo desplegado fue tan grande, que todos pensaron en un escenario más grave del que finalmente se informó. 

Los rastros de sangre, el fiel reflejo de otra jornada de violencia / Gonzalo Calvelo

Miedo, tensión y una guardia destrozada

La guardia, según contaron desde adentro, quedó virtualmente destruida. Casi sin vidrios y mobiliario y con las paredes y sillas tiznadas con sangre. Hubo mucho miedo. Los audios de los profesionales de la Salud, que se difundieron por la red de mensajería WhatsApp, fueron una muestra cabal de esa sensación de desesperación.

Esta mañana Georgiana López, empleada del hospital y representante gremial, aseguró en diálogo con EL DIA que todos los trabajadores que ayer fueron protagonistas de la violenta pelea "se encuentran bien". Luego contó que "de los años que estoy acá nunca vivimos esto. Siempre hay algún suceso de violencia por atención o espera pero no de esta característica. Esto fue algo inusual". Asimismo dijo que "el hospital ya está bien, todo limpio. Cuando se calmó ayer la situación se volvió a atender normalmente hasta hoy. Esa es nuestra tranquilidad". 

Lo cierto es que este martes se vivieron escenas dignas de una película. Trabajadores tirados en el piso por temor a recibir algún balazo, con pacientes y hasta algunos policías que, doblegados en número, debieron tomar precauciones para salvaguardar su integridad física, no les quedó más que ponerse a rezar.

La génesis de la barbarie, al margen de los antecedentes que vinculan a una facción con la otra desde hace mucho tiempo, con peleas por espacios de poder, bien puede situarse en un altercado ocurrido en la ruta 2, a la altura de Atalaya.

Fue el lunes pasado cuando en ese paraje coincidieron Iban Tobar, referente de la UOCRA local y, de aceitados vínculos con la tribuna de Estudiantes, cuyos miembros se posicionan arriba del paravalancha, y un hermano y el sobrino de Cristian Camilleri, líder de los más violentos de Gimnasia.

Si bien ese cruce no pasó a mayores, al margen de algunos gritos, amagues y palabras que rozaron las amenazas, dejó el clima bastante enrarecido. Incluso “El Volador” se despachó con un video que publicó en Facebook contra su archienemigo, a quien le prometió las “Siete Plagas de Egipto”.

“La plaga” lamentablemente llegó en horas del mediodía cuando, en el marco de la inauguración de las obras de remodelación de Plaza San Martín, en la que se vio a Tobar entre los acreditados, vestido con un saco de color crema, un grupo de unos 50 miembros de una segunda línea de “la 22” apareció en ese espacio público, donde no solo estaban el Intendente local y el Gobernador bonaerense, sino también encumbrados jueces y legisladores.

En el hospital, los daños fueron de gran magnitud. El miedo también / Gonzalo Calvelo

Pese a que todo estaba vallado, “los no invitados” se hicieron notar (se habla de que quieren incursionar en el mundo de la construcción) y generaron una reacción en cadena. Tanto que en cuestión de pocos minutos, ya se contaba de un primer herido de arma blanca en la zona de 14 y 36.

A esa persona la derivaron de inmediato al hospital San Roque, donde se hicieron presentes familiares y amigos, que se quedaron afuera de la guardia a la espera de novedades.

Al rato, en varios vehículos, llegaron decenas de forajidos munidos con palos, piedras y armas de fuego, que querían saciar su sed de venganza. La paliza y la humillación a ese hombre al que apuñalaron en una pierna y, lo dejaron literalmente desnudo, mientras lo filmaban, no bastó. Querían más. Ahí empezaron los tiros, los gritos, el terror.

Se contaron un puñado de minutos, con varias peleas cuerpo a cuerpo, aunque pareció una eternidad. El desbande, en medio de los gritos y las sirenas de los primeros patrulleros que aparecieron en escena, los obligó a tomar la retirada.

Por estas horas, en la puerta del hospital, se vive una tensa calma, pero con el convencimiento de que esta historia no será la última que se escriba con los mismos protagonistas. Por eso está apostada la policía en el lugar y se espera la salida de Camilieri, quien seguramente hablará ante los periodistas que se encuentran haciendo guardia. 

La investigación

La investigación, por “averiguación de ilícito y lesiones leves”, recayó en la fiscalía de Petit Bosnic, que deberá ponerle nombre y apellido a esos facinerosos, que cubrieron sus rostros con remeras y capuchas. Para eso será clave el análisis de las imágenes de las cámaras de seguridad y los videos caseros, que se hicieron virales. Además habrá un relevamiento de testimonios, en busca de encontrar la punta del iceberg y algún dato que lleve, no solo a los responsables del enfrentamiento, sino a quienes lo promovieron desde las sombras.

Del lado de la hinchada de Gimnasia, muchos remarcan la presencia de miembros de la facción del “Pata” Medina, histórico dirigente de la UOCRA y enfrentado con Tobar por el sillón del gremio.

Personal de Policía Científica se acercó al hospital de Gonnet, para la tarea de levantamiento de rastros, sobre todo en un auto que los violentos dejaron abandonado.