El rol clave que pueden tener las elecciones porteñas en un acuerdo entre el PRO y LLA

Existe una suerte de convencimiento en la política de que el resultado de hoy en las elecciones porteñas será determinante para saber si se da, y en qué términos, un acuerdo electoral entre La Libertad Avanza y el PRO -o lo que es lo mismo, entre Javier Milei y Mauricio Macri- en la provincia de Buenos Aires de cara a los comicios de septiembre próximo, en los que se elegirán legisladores provinciales y concejales. ¿Es tan así o la relación entre el Presidente y el ex está tan rota que acaso sea imposible?

Hay una disputa de fondo entre Macri y Milei que excede lo territorial: es el liderazgo del espectro de centroderecha, que era hegemonizado por el ingeniero hasta la irrupción del libertario.

Para el actual Jefe de Estado y su entorno cercano sólo es aceptable la lógica del “There can be only one” (“Sólo puede haber uno”), reminiscencia de una exitosa película de los años 80, “Highlander”, con una famosa banda sonora de la banda británica Queen. La figura cinematográfica es de un agudo observador de la realidad provincial, que no se enrola en ninguno de los bandos.

El ejemplo de la Ciudad de Buenos Aires

Es en esa lógica que se explica el modo en que el mileísmo encaró el proceso electoral porteño, que tendrá su capítulo definitivo hoy. Uno: ningún acuerdo posible con el oficialismo local del PRO. Dos: poner toda la carne al asador con esa suerte de alter ego de Milei que es el vocero Manuel Adorni como principal candidato a la Legislatura. Tres: una estrategia de polarización con el pero/kirchnerismo, que postula al ¿ex? albertista Leandro Santoro. Como si los amarillos, que gobiernan la Ciudad de Buenos Aires hace casi dos décadas, no existieran.

Para que quede claro: Milei quiere desplazar al macrismo de la CABA y el primer paso es sacando más votos que la lista amarilla encabezada por Silvia Lospennato en este turno y, casi seguro si las cosas le salen bien, pelear por la jefatura de Gobierno en 2027.

En este contexto, conviene volver a la pelea de fondo. Lo dicen los estrategas libertarios en reuniones privadas: Milei, su hermana Karina y el asesor Santiago Caputo pretenden “jubilar políticamente” a Mauricio, quien lucha por salir de ese lugar incómodo en el que quedó con el triunfo de Milei en 2023. Esto es: tratar de pelear un liderazgo desde la derrota.

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Ya no la propia en 2019 contra Alberto Fernández, sino la de su postulante presidencial hace menos de dos años, Patricia Bullrich, que ni siquiera entró al balotaje. Y encima se le dio vuelta a los diez minutos y se hizo coronel de la tropa mileista como si hubiera estado ahí toda la vida.

Interrogante

Así, surge una pregunta: ¿Para Macri qué incentivo tiene arreglar con Milei en la Provincia? La respuesta romántica: ganarle al kirchnerismo desde la unidad de la centro derecha o del no-peronismo. La pragmática: tratar de retener lugares legislativos para los propios. Esto es relativo porque en un acuerdo indefectiblemente deberá resignar posiciones. La realidad: de antemano, se sabe, los violetas pretenden la sumisión de los amarillos; no un acuerdo entre partidos sino que el otro acepte las migajas que se decidan en una mesa donde el PRO sería más un testigo que aporte un par de nombres que un protagonista.

Y, en base a aquella estrategia de la jubilación, La Libertad Avanza pretende que el PRO resigne su identidad partidaria. Boleta sólo violeta. Que para Macri sería lo mismo que firmar el certificado de defunción de su espacio en una provincia que gobernó por cuatro años.

Por eso, muchos macristas que ven con recelo las pretensiones de la Casa Rosada, los más cercanos a Mauricio digamos, se preguntan si en la Provincia no sería mejor intentar la recreación de lo que fue Cambiemos, junto a la UCR -o parte de ella- y la Coalición Cívica de Elisa Carrió. Quien, por cierto, podría ser candidata a diputada nacional en octubre.

El problema para Macri es que otros actores del PRO bonaerense parecen más proclives a sucumbir ante el avance de LLA que a defender la identidad amarilla. Un ejemplo es Diego Santilli, mudo desde hace semanas, a quien todo el mundo ya lo da “violetizado”. Estaría esperando la elección porteña de hoy para blanquear su salto de garrocha.

El otro es Cristian Ritondo, quien preside el partido macrista en Buenos Aires y que asoma como gran impulsor de un acuerdo entre los dos espacios. Con Sebastián Pareja, el armador libertario que responde a la hermanísima Karina, coinciden en la visión de la necesidad de unidad para vencer al peronismo. Ambos se reunirán en pocos días, una vez que haya pasado la elección de la CABA. Ese será el primer intento oficial de dar el puntapié inicial al entendimiento que sus respectivos jefes formales, Milei y Macri, parecen relativizar con sus acciones y sus palabras.

Especulaciones

El dato interesante en la elección de hoy en tierra porteña es que LLA y PRO pelean para ver quién sale segundo, porque la mayoría de los sondeos dan por ganador al peronista Santoro. Que sólo recoge el guarismo histórico de ese partido en el distrito pero se beneficia por la gran fragmentación del no peronismo.

Supongamos que se imponga Santoro, será interesante ver cómo se mueve el que salga tercero. Es que, para el Gobierno, con un Adorni en el tercer puesto será muy difícil esquivar una lectura negativa, de debilidad política. Si el hombre hasta utilizó su condición de vocero presidencial para hacer anuncios económicos supuestamente positivos para la gente, dejando la idea del juego limpio en campaña en el tacho de basura. Acaso si se da ese escenario, la Rosada sí busque algún acuerdo menos agresivo en la Provincia, pensando en cierta consolidación legislativa.

Por otra parte, PRO tercero en CABA sería un fuerte golpe para un macrismo que viene invicto hace casi 20 años y tal vez acelere la idea de un Mauricio candidato a legislador nacional en octubre para intentar salvar las papas.

¿Y si gana Adorni? Lo obvio: los libertarios harían una reedición de aquel “vamos por todo” que alguna vez utilizó Cristina Kirchner. Sería el primer triunfo en la conquista de la CABA. Y, ahí si, casi con seguridad tendría un derrame en la Provincia. Lo sabe la gente cercana a Macri. Un Milei ganador en el comicio de hoy sólo aceleraría el pase individual a La Libertad Avanza de los dirigentes del PRO que hoy se dicen mauricistas. Como los mencionados Ritondo y Santilli o el intendente marplantense Guillermo Montenegro.

Lo avisó el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, en la semana: “Está por verse si Mauricio Macri maneja el PRO de la Provincia”.