VIDEO.- La historia no contada: el incendio y derrumbe del depósito en La Plata destruyó su casa y su hija se salvó de milagro

El dantesco incendio de un edificio de tres pisos seguido de un derrumbe, ayer en pleno centro de La Plata, comenzó a arrojar saldos verdaderamente dramáticos. El día después, ya sin la vorágine y la locura del fuego, el humo tóxico y el ruido de las sirenas de los bomberos, las ruinas de la enorme estructura empiezan a verse al desnudo. Sin embargo, si bien se sabe que existe riesgo de derrumbe, la historia no termina ahí, porque comienzan a salir a la luz otros afectados: los vecinos. 

Verónica es propietaria de la primera vivienda de la diagonal 77 que le sigue al inmueble siniestrado. Jubilada y psicóloga, aseguró en diálogo con EL DIA que el desplome de los pisos superiores del inmueble provocó el aplastamiento de su casa. Hasta ayer a la mañana vivía allí una de sus hijas, una joven diseñadora industrial, quien se salvó de milagro. En medio de un escenario de caos, entre llamaradas, lluvia copiosa y sirenas de bomberos, tuvo que ser retirada en pijama por un grupo de vecinos. No hizo tiempo ni a ponerse un pantalón. Una vez alejada de la escena, logró tomarse un auto hasta la casa de una amiga. Pasaron apenas unos minutos para que el los pisos superiores del depósito de desmoronaran y parte de la mampostería cayera sobe su hogar y lo aplastara. 

"Es la única casa que está al lado de donde termina el edificio. Un inmueble de planta baja. El fondo del edificio se desplomó sobre mi techo", relató Verónica. 

"Aplastó la casa. La casa tiene destrucción total. Se cayeron los techos, las rejas de proyección del patio. Además, los bomberos estuvieron tirando agua, así que está todo inundado", graficó la mujer. 

"A mi hija le arruinó todo, todo.  Mi hija se dedica a Diseño Industrial. Ahí tenía las computadoras de diseño, tenía los trabajos para presentar. Ella trabaja y estudia ahí. Pero perdió todo", lamentó. 

Conmocionada, desde el perímetro de seguridad que se mantiene todavía en la intersección de diagonal 77 y 48, contó que este jueves "mi hija todavía está con ropa prestada de las amigas". "Ella salió en pijama, la sacaron los vecinos a las 6.40h., se tomó un remís y se fue a la casa de las amigas. Durmió allá porque yo vivo más lejos", relató. "Está sin ropa, sin la computadora, sin dinero, sin los documentos", afirmó. 

Mientras sigue la conmoción, la propietaria dijo que "hoy tuve que ir a la Fiscalía a hacer la denuncia. Tenemos un poder de mi hija, que vive afuera. Toda esa documentación quedó adentro y ahora tenemos que hacer todo de nuevo". 

Con una gran preocupación por el estado de la vivienda, la mujer sentenció que "no se puede hacer nada, la casa está derruida, está aplastada por los escombros". 

Según cuestionó en alusión a las clausuras y actas que recayeron sobre el edificio, en donde funcionaba un depósito ilegal de electrodomésticos vinculado a la familia Aloise -dueña de una empresa homónima-, "no había faja de clausura de la Municipalidad".  

 "Yo compré la casa hace 20 años, todavía estaba la estación de servicio y ya había un litigio con YPF, por eso dejaron de venderles nafta, por las irregularidades del lugar", recordó. 

"Es una casa que necesitábamos para trabajar y ahora no podremos hacerlo. La casa tiene peligro de derrumbe", expresó. En medio de la tristeza, la mujer planteó sus más profundas inquietudes: "¿Dónde va a vivir mi hija cuando regrese de Berlín en diciembre" "¿Dónde va a dormir mi otra hija? Son chicas que necesita su espacio para trabajar, para atender, son diseñadoras y necesitan esa tecnología", comentó. 

"Yo trabajo como psicóloga pero soy jubilada, no tengo hoy para pagar un alquiler. Hicimos un esfuerzo y hace 20 años compramos una casa para que ellas vivan", agregó en medio del difícil momento.