Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
La Ciudad |IMPRESIONES

Ocurrencias: encantadora historia de un amor que nació y se perdió en la cancha

Ocurrencias: encantadora historia de un amor que nació y se perdió en la cancha

Ailing junto al hincha desconocido y tan buscado. La imagen que sacó la joven en la final de la Copa América, en Miami

Alejandro Castañeda
Alejandro Castañeda

27 de Julio de 2025 | 02:41
Edición impresa

Ailing Hou es china, tiene 24 años y vive en Beijing, donde enseña inglés en escuelas primarias. Futbolera en un país sin tradición, Ailing, con nueve años, se sintió cautivada por Messi en el Mundial de 2010: “Ahí empecé a sentirme un poquito argentina. Mi amor por el fútbol, gracias a Lionel, creció de una manera que ni yo me imaginé”, contó. Entonces decidió seguir al equipo argentino. Estuvo en junio de 2013, cuando la Selección venció a Australia, justo en China. Y en 2024 viajó cuatro días a Miami para ver la final de la Copa América entre Argentina y Colombia. Sobre ese día recuerda que fue con una amiga de su país y que no la pasó “nada bien”.

“En aquel partido -cuenta en inglés ya que no habla nada de castellano-, fui agredida por un grupo de hinchas colombianos. Nos insultaron, se burlaron y querían sacarnos nuestros asientos”, relata. El acoso duró varios minutos, “hasta que apareció un chico argentino que se paró frente a ellos para defendernos. Fue muy valiente su actitud de proteger a dos personas que ni conocía. El chico primero les gritó y después, en un tono más amistoso, logró que se fueran. Él estaba ubicado cerca de nosotras y se quedó allí todo el tiempo. Su gesto fue conmovedor”, dice.

Ella sólo le agradeció con una sonrisa y quería saber su nombre, pero en los festejos de la final lo perdió de vista. “Quise entablar un diálogo, pero él no hablaba inglés y yo ni una palabra de español. Sólo pude sacarle unas fotos durante el partido para recordarlo y no olvidarme su cara. Estaba convencida que después iba a poder saber algo de él, su nombre y dónde vive. A más de un año siento una gran frustración, porque ésta es la segunda vez que vengo para tratar de encontrarlo”, le dijo a Clarín.

Seguramente en Beijing, una tarde se dio cuenta que este muchacho merecía más que una mirada y un agradecimiento. Estaba muy lejos, a treinta horas de vuelo, pero algo en su corazón la impulsaba a viajar. Como no quería que esto sea una aventura malograda, pensó: voy a buscarlo.

La primera vez

A fines de marzo, la joven llegó por primera vez a la Argentina, porque sabía que la Selección recibiría a Brasil por las Eliminatorias para el Mundial. “Pensé que podía ser algo más sencillo, no me imaginé que el estadio estaría repleto. Me acuerdo que estuve yendo y viniendo por el sector de plateas antes del partido”. Le importaba la tribuna más que la cancha, pero su Messi anhelado parecía gambetearla.

Durante los quince días que estuvo aquí, Ailing visitó las canchas de River, Boca y Vélez mostrando la foto, poniéndose en contacto con periodistas y clubes, llevado una carta a la AFA, agotando cábalas y ruegos. “Empecé a darme cuenta que era una misión imposible, pero no soy de rendirme fácil”, dice.

En City Bell

Por eso ahora emprendió esta segunda visita al país. Ailing llegó hace diez días y para en City Bell. “Si lo encuentro, tengo unas palabras preparadas que me memoricé que son sólo para él. Después me gustaría invitarlo diez días a conocer China. Yo me haría cargo del viaje y la estadía. Sería un sueño para mí”.

La Selección jugará por las Eliminatorias el 4 de septiembre. “Debería volver al trabajo, en Beijing, pero también está la posibilidad de dar las clases online. Si lo consigo, iré a ver el partido, disfrutaré a Messi y lo seguiré buscando”.

Aunque no habla de amor sino de gratitud, en el fondo esta búsqueda se ha transformado en un ejemplo exaltado de flechazos contrariados. La historia, tan expectante, nos recuerda que el amor esta hecho de “huidas y vueltas”, como dice la cubana Zoé Valdés. Hay infinidad de relatos y biografías que trajinan sobre esos contrastes que al final persiguen lo mismo: dejarse atrapar por el embrujo de un sentimiento que se escapa entre los dedos y poder hacer realidad un sueño sostenido por cachitos de recuerdos.

Quiere poder hacer realidad un sueño sostenido por cachitos de recuerdos

Es fantástico la deriva de esta chinita bella y empecinada que deambula entre el berretín y el embeleso. La actitud y la sonrisa de un desconocido las guardó en un depósito de su alma. ¿Lo encontrará? Viene en su ayuda una frase de Cortázar: “Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos”. Por eso ahora volvió al país para darle otra oportunidad al destino. La cara fresca de ese vago simpático es la única brújula que la guía. Divulga su foto, miró cientos de hinchadas buscando ese rostro que va a seguir estando allí, en algún álbum de esos amores grandiosos y fugaces que siempre se están yendo porque nunca partieron del todo.

Una historia romántica en medio de una semana con mujeres desorbitadas y perversas que arrollaron, golpearon y encarcelaron a sus parejas. En semejante escenario, la travesía de esta china incansable le pone un sorbo de romanticismo a tanta lágrima amarga. Ella vino de muy lejos a reencontrar lo que sentía que no podía perder. Espera que alguien lo identifique, implora para que surja una pista y sólo quiere toparse con este hincha para poder regalarle un golazo a ese corazón que está cansado de tanto alargue sin festejo.

Pálpitos y contingencias

La búsqueda le ha dado esperanzas y textura emocional a un plan que nunca abandona. ¿Dónde estará? ¿Sabrá que lo busco? ¿Vive aquí? Todo metejón lidia contra pálpitos y contingencias. Si se encuentran no habrá necesidad de hablar, porque el amor tiene dialectos que los idiomas ignoran. George Sand, esa amante incansable, en una carta que le dedicó al médico italiano Pietro Pagello fue terminante: “Quedémonos así, no aprendas mi lengua, que yo no quiero buscar en la tuya. Prefiero ignorar lo que haces con tu vida. Desearía que me ocultaras tu alma para que siempre pudiera creerla hermosa”.

Mientras esta chinita tribunera y testaruda sigue buscando en cada cancha a su hincha deseado, la vida parece hacerle zancadillas a tanto empeño. Ella debe sentir que es un vínculo predestinado al que ni el tiempo ni la distancia han desgastado. Hay una novela de Antonio Muñoz Molina que cuenta con primorosas palabras la obstinación de otro amante desesperado: “Examina una a una las caras de todas las mujeres, no porque espere reconocer de pronto a Judith sino porque no sabe no buscarla”.

Y Ailing no sabe no buscarlo.

 

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE a esta promo especial
+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Full Promocional mensual

$670/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6280

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme

Básico Promocional mensual

$515/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $4065

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme
Ver todos los planes Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional mensual
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$515.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $4065.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla