La niebla complicó y la final se completó sin VAR

La niebla que afectó a la Ciudad de La Plata también dijo presente en el Libertadores de América. Si bien el primer tiempo pudo jugarse de manera normal, el complemento fue una pesadilla para la visión de los protagonistas.

Desde el comienzo, se empezó a ver muy poco. Y con el correr de los minutos, la niebla dominó más. Hubo varias consultas del árbitro, Darío Herrera, para los jugadores sobre si continuaban o no el encuentro.

Tras el visto bueno de todos, el partido siguió disputándose más allá de la dificultad. Y después de los primeros 10 minutos, la niebla complicó la labor del VAR. Ante la dificultad para el trazado de las líneas, se decidió seguir jugando el partido sin la tecnología.

Herrera habló con los capitanes y les informó de la dificultad con el uso de la tecnología. El juego continuó sin el VAR, dejando en claro que la final debía completarse sí o sí.

Sin dudas, la complicación del calendario también incidió en la decisión del árbitro, con el inicio del campeonato a la vuelta de la esquina y también con los retornos de las competencias internacionales en las próximas semanas.

En un contexto distinto y para la mayor fluidez de juego, la decisión podría haber sido distinta ante la complicación para la visión de los futbolistas y también de la propia terna arbitral.

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Pese a la niebla, el encuentro se completó en los 90 minutos y Vélez se adueñó de la Supercopa Internacional, luego de la efectividad que tuvo en el complemento.

Más allá de la complicación para los protagonistas, también fue una complicación para los televidentes que siguieron el encuentro. La transmisión tuvo que apelar a distintas cámaras para seguir el desarrollo, ante las dificultades visuales.

MUCHA PIERNA FUERTE

Sin dudas, el encuentro fue de mucha pierna fuerte y de discusiones, sobre todo en el primer tiempo. Darío Herrera mostró cuatro amarillas en los primeros 45 minutos, donde hubo dos por lado.

Más allá de la inactividad que arrastran los equipos luego del parate, por momentos se jugó poco y el desarrollo fue bastante cortado. Hubo jugadores que se pasaron de revoluciones en ambos equipos y que jugaron al límite, sobre todo en lo verbal. En total, Herrera mostró siete amarillas y una tarjeta roja.