La carrera más “caliente” de Europa: saunas, disfraces y mucha diversión

Cada año, cuando la nieve empieza a derretirse en el sur de Estonia, Otepää —conocida como la capital de los deportes de invierno del país— se transforma en escenario de un ritual tan insólito como festivo: la Maratón Europea de Saunas. Durante un fin de semana entero, la pequeña ciudad multiplica por dos o tres su número habitual de saunas y abre sus puertas a visitantes que llegan de todas partes del mundo con un único objetivo: aguantar el calor, disfrazados y con una sonrisa.

Lo que nació como un encuentro local se ha convertido en un imán turístico. En su 14ª edición reunió a casi mil participantes de 22 países, desde vecinos bálticos hasta viajeros de lugares tan lejanos como Australia o Estados Unidos. El desafío, a primera vista, parece simple: recorrer 21 saunas diferentes y permanecer al menos tres minutos en cada una.

El equipo que logra completar el circuito en menos tiempo se lleva la gloria.

Pero, a diferencia de las saunas estonias tradicionales, donde el desnudo es parte del ritual, el maratón exige un ingrediente extra: disfraces. Lo cierto es que en Otepää se vio de todo: colchas escocesas que parecían kilts improvisados, monjas con hábitos empapados de vapor, princesas sudorosas, Minions amarillos que se derretían bajo los 100 grados, un Hulk que perdía pintura a cada minuto. Algunos optaron por la sátira política y se animaron a sentarse al lado de desconocidos disfrazados de Barack Obama, Donald Trump o Vladímir Putin.

El carácter competitivo es apenas un pretexto. Lo que reina es la diversión. Los equipos no corren por récords, sino por rutas: se desplazan de sauna en sauna como si fueran estaciones de un juego urbano, calculando la estrategia más eficaz para no perder tiempo entre vapores. La risa suele imponerse sobre el cronómetro, y los veteranos del maratón aseguran que lo importante no es ganar, sino resistir el calor en buena compañía.

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Los saunas pueden variar entre espacios fríos, con saunas cuyas temperaturas superan los 70 grados. La diferencia de clima es parte de la competencia / Web

UNA TRADICIÓN DE ANTAÑO

Detrás de la extravagancia, el maratón rinde homenaje a una práctica profundamente arraigada en Estonia. Los registros más antiguos de saunas en el país datan del siglo XIII, y hasta hoy forman parte esencial de la vida cotidiana. En ciudades y pueblos abundan las saunas públicas a precios accesibles, mientras que en zonas rurales todavía persisten saunas de humo, consideradas el corazón de la tradición báltica.

Estas últimas, sin chimenea, requieren entre siete y ocho horas de preparación para alcanzar unos 70 grados. Una vez que las brasas se consumen, el calor húmedo y envolvente se mantiene durante horas. Declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2014, las saunas de humo no solo purifican el cuerpo: también representan un espacio de comunidad, conversación y calma.

El organizador del maratón, Ago Arro, lo explica sin rodeos: “La sauna estonia no es solo sudor. Es parte de nuestra identidad. Aquí, en el sur del país, al menos una de cada diez granjas todavía conserva una sauna de humo en funcionamiento. Lo que hacemos con el maratón es celebrar esa herencia de una manera distinta, abierta y divertida”.

DEL LAGO HELADO AL DISFRAZ MOJADO

En Estonia, elsauna no termina en la sala caliente. Lo habitual es alternar vapor con agua helada: un salto al río, un baño en el lago o, en invierno, un chapuzón en un agujero abierto en el hielo. Por eso no sorprende que muchos participantes del maratón combinen sus disfraces con una zambullida rápida antes de volver al calor.

La creatividad, además, no se limita a los atuendos. Existen saunas móviles instaladas en buses antiguos, camiones de bomberos reciclados o balsas flotantes. Durante el evento, Otepää se llena de estas estructuras improvisadas que convierten cada esquina en una experiencia distinta: barriles de madera, iglús humeantes, jacuzzis bajo la nieve.

La maratón, además de reunir a todo el mundo, es una competencia en equipo, donde prima la diversión. los disfraces, ingrediente clave / Web

UN RITUAL SOCIAL

En la vida cotidiana, la sauna es un lugar de descompresión. Los estonios la usan para aliviar el estrés, limpiar el cuerpo sin necesidad de jabón ni champú, frotarse con ramas verdes o con sal, y terminar la jornada con una mente tan ligera como la piel.

El maratón toma esas mismas prácticas y las exagera hasta la parodia: el calor es extremo, los trajes ridículos, la dinámica apresurada. Pero en el fondo, lo que se mantiene intacto es el espíritu comunitario.