Magalí Tajes: “Transformo las cosas que me pasan en humor, no sé otra forma de vivir”

Magalí Tajes estudiaba Psicología cuando se lanzó a hacer stand up. Del escenario saltó a las redes, pero también a la literatura: publicó “Arde la vida”, que ya va por su quinta edición, mientras se convertía en una figura de la escena joven del humor a través de Instagram y Comedy Central, y mientras promociona “Caos”, su segundo libro, traerá al Coliseo Podestá esta noche, desde las 21.30, su primer unipersonal de stand up “Los Otros”, un espectáculo de comedia que cree que los monstruos más grandes no están abajo de la cama, sino adentro de la cabeza.

¿Cómo definir entonces a Magalí? “Creo que está buenísimo no encasillarse, darle potencia a la creatividad, en todas sus formas. Mi trío mágico es la psicología, el humor y la escritura, y lo uso tanto en el escenario, como debajo”, explica ella, aunque, acepta, el humor es lo que liga todo.

Formada con Fernanda Metilli, Luciano Mellera, Martín Pugliese, Pablo Picotto, Federico Simonetti y Flor Dagostino, la “guardia vieja” del género teatral que hoy explota gracias a las redes sociales, “el humor es mi defensa y mi ataque. Transformo las cosas que me van pasando con el humor, y también es mi forma de ver el mundo. Incluso las tristezas están teñidas de humor. No sé otra forma de vivir”, dice en diálogo con EL DIA la artista multifacética que volverá a La Plata, “la ciudad donde hice mi primer show sin volantear”, para “pararme una hora y media en el escenario, a recorrer la infancia, la relación con los padres, la sexualidad, la religión, los miedos y las vergüenzas de vivir este mundo, y sobre todo, este país”.

“El punto más importante que conecta todos los puntos es la comedia”, dice, “pero detrás de la comedia hay filosofía, hay psicología. Tanto la psicología como el humor pretenden generar algún tipo de impacto en las personas. Para la psicología y el humor, se necesita de los otros. Un remate o una intervención analítica tienen sutileza, las completa el otro en su cabeza, y abren una pluralidad de sentidos en quien las escucha. Después qué hagan con eso, es responsabilidad de cada persona”, profundiza, explicando que el humor, para ella, debe generar este tipo de impactos, y también, como se ve reflejado en su trabajo, denunciar, incomodar, ser corrosivo. “También hay humor para entretener y no está mal. Pero mi forma de ser, y a lo que apunto, es que la gente se lleve algo más que una buena noche, que se lleve un pensamiento, una emoción, una duda”.

Ese impacto sobre el público lo genera cada día desde su cuenta de Instagram, que roza el millón de seguidores, muchos de los cuales estarán esta noche, desde las 21, en un casi agotado Coliseo. Las redes “son una vía directa” al espectador, dice. “No sé si es la única, hay comediantes que siguen convocando por medios tradicionales. Pero creo que es una gran puerta, y si la sabés usar, el cielo es el límite”, profundiza Tajes, parte de una nueva camada que rompe con los modos usuales en que se promociona el arte.

EL REINO DE INSTAGRAM

Magalí se sumergió en el universo de Instagram cuando “recién explotaba”, lo que, dice, le dio la chance de ganar visibilidad rápido sin el ruido que hay hoy en la principal red social. “Antes sumar dos mil seguidores por día, allá por el 2015, era moneda corriente para los que teníamos una constancia en la subida de videos. Hoy cambiaron las reglas de la plataforma, y se sumó mucha más gente a la movida de subir contenido, entonces ya no es tan masiva la subida de seguidores”, explica sobre su vida en la red social.

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Pero los cambios en Instagram no la han llevado a cambiar: “Laburo para los seguidores que ya tengo”, cuenta. “Manejo los códigos que fui instalando, y la gente que se va sumando de a poco los va entendiendo”.

Además, explica, de nada sirve intentar ganar público con estrategias que no son auténticas: “Siento que el quiebre importante en mi canal y en mi carrera fue empezar a hacer lo que a mí me gustaba hacer, y no tanto lo que pensaba que podía llegar a resultar. De ahí nacieron “marta”, “la cheta de nordelta”, los videos de psicología, los videos leyendo. La autenticidad hace que la gente que te sigue, te siga de verdad. Porque les das algo genuino. Cuando a la gente la querés comprar, no sale bien. Se nota”.

LA PATA LITERARIA

La parte literaria, cuenta, no es en ese sentido un intento por aprovechar su fama virtual sino algo que incluso precede a su desembarco en el stand up: “Escribo desde que soy muy chica, a diferencia del stand up que lo empecé a estudiar cuando tenía 23 años”, cuenta Tajes, y revela que “siempre escribí de manera anónima”, desde la infancia, “y ‘Arde la vida’ fue un poco darle fin a ese fantasma”.

Historia de una voluntad, el libro que hoy lleva cinco ediciones llegó a venderlo Tajes en el transporte público: “Junté todos mis ahorros, y me autopubliqué. Lo vendía en subtes, lo repartía en bici. Con Instagram eso cambió. El libro empezó a pedirse en otras provincias, y nació la oportunidad de que ‘Caos’ me lo publicara una editorial”.

“Caos”, cuenta sobre su nueva obra, “es una fiesta en una casa, que tiene varias puertas, y en cada puerta sucede algo distinto. Es un libro con muchos libros adentro, que cuenta historias que contienen otras historias, para personas que tienen varias personas conviviendo entre sí. Tiene poesía, tiene pruebas en las que el lector tiene que hacer algo con el libro, ficción, relatos personales. Es difícil encasillarlo, ni la editorial pudo”, se ríe. “Quizás es un poco mi forma de vivir, y se reproduce en mi escritura. Me gusta que sea distinto, que sea caótico. Creo que caos es un libro que incomoda a quien lo lea, o que por lo menos lo intenta”.