En la Legislatura hay bronca por el parate de meses y varios diputados reclaman sesionar

El parate legislativo de más de cinco meses que atraviesa la Cámara de Diputados bonaerense, el más largo período de inactividad de la Legislatura bonaerense desde el retorno a la democracia, genera un fuerte fastidio entre un grupo de diputados y agudiza las tensiones internas que se instalaron en Cambiemos tras la derrota en las PASO.

Ahora, un sector de legisladores molestos con esta situación comenzó a levantar la voz para pedir que se ponga freno al largo receso y que se convoque a una sesión entre las elecciones del próximo domingo 27 y el recambio de autoridades del 10 de diciembre. “Estamos pagando el costo político de la decisión del Gobierno de mantener la Cámara frenada”, se quejan, cada vez en voz más alta y con menos disimulo diputados que hoy integran Cambiemos y que ya no ocultan críticas.

“El miércoles nos vamos a juntar varios diputados para poner arriba de la mesa esta situación y ver cómo seguimos. La Cámara tiene que sesionar, hay una pila enorme de proyectos para tratar salidos de comisión. Y estamos frenados por una decisión que no tiene que ver con este poder, sino con el Ejecutivo”, disparó en las últimas horas un legislador que hoy está en Cambiemos pero que podría emigrar y formar un bloque separado en 2020.

El malestar se profundizó por la amplificación que comenzó a tener el extenso parate legislativo de Diputados. “Aparecemos en las noticias como los que no trabajamos cuando en realidad esto una decisión política del Gobierno”, explican algunos de los diputados portavoces de la bronca, que apunta a la Gobernación.

Aunque la responsabilidad directa de convocar sesión es del Presidente de la Cámara, muchos explican el parate por una decisión del Ejecutivo ante el complicado escenario político e institucional en la Cámara. Eso, luego del escándalo por la denuncia de acoso que envolvió a Manuel Mosca, quien debió dejar la presidencia por tres meses. “Hoy por hoy, nadie te puede garantizar que una sesión no desmadre”, explican en los pasillos de la Cámara baja.

Pero también se apunta a la oposición peronista, desde donde no hubo ningún movimiento formal para cortar el largo parate que genera incomodidad y enojo entre muchos diputados.

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La Cámara sesionó sólo tres veces en el año, si se cuenta la Asamblea Legislativa. La última vez que los diputados bonaerenses bajaron al recinto fue el 9 de mayo, cuando se trató el pedido de licencia de Mosca. Desde entonces, no volvieron a sentarse en sus bancas. Y todo indica que no volverán a hacerlo hasta después del recambio de bancas, el 10 de diciembre.

El de este año, es el parate más fuerte de la Legislatura bonaerense desde el retorno a la democracia y el reinicio de la vida institucional de la Provincia en 1983.

La situación se montó sobre el estado de fuerte debate interno que se abrió en las filas del oficialismo luego de la derrota en las PASO. En el bloque que preside el radical Maxi Abad hay deliberación interna, cruces y grupos que van tomando distancia política a medida que pasan las semanas. Mientras la gobernadora Vidal se esfuerza en cerrar filas con el radicalismo alineado detrás de Daniel Salvador, hay un grupo de diputados que ya no oculta su enojo por la situación política interna.

El revés en las PASO ya provocó las primeras rupturas. En diputado Mario Giacobbe formalizó la semanapasada su salida de la bancada. Formará un monobloque que después de diciembre se podría anexar a otros desprendimientos, como el del monzoísta Guillermo Bardón.

Para muchos, la salida de Giacobbe es el primero de una serie de movimientos en las filas del oficialismo. Los ojos están puestos en un grupo de diputados que responden a intendentes del PRO con fuerte fastidio político con la Gobernación. Los ánimos se calentaron en los últimos días con la foto que mostró juntos y abrazados a Vidal y Salvador. Fuera de micrófono, lo consideran la señal del acuerdo entre la gobernadora y el radicalismo bonaerense para la nueva Legislatura que vendrá en el 2020. Por eso, algunos alientan la posibilidad de un desprendimiento de un bloque de cuatro o cinco diputados que tendría la posibilidad de convertirse en interlocutor del peronismo en el Gobierno. En esas filas hay diputados que responden a Jorge Macri, como Mauricio Vivani, y otros que llegaron a la banca por el sector del intendente de Vicente López, como César Torres. Otros alineados a intendentes, como la juninense Laura Ricchini, y otros como Sergio Domínguez Yelpo.