La obsesión legislativa de Vidal: unidad en los bloques y las vices “con firma”

Mantener la unidad de los bloques legislativos y evitar como sea cualquier posibilidad de fugas. Conservar, así, la mayoría en el Senado y un bloque con mucho peso en Diputados. Y desde ahí, controlar las vicepresidencias de las dos cámaras, incluida la estratégica vice de la Cámara baja, que tiene “poder de firma”, es decir, control sobre todos los movimientos legislativos y administrativos del cuerpo que presidirá el peronismo.

Ese es el plan de acción que trazó María Eugenia Vidal para el futuro de Cambiemos en la Provincia, en el que busca con mucho esfuerzo alinear al radicalismo. A la UCR, la gobernadora saliente le ofreció un esquema de reparto equitativo de los espacios de poder en la Legislatura, a la que piensa como un escenario muy importante para su proyección como referente de la oposición en la política bonaerense. El principal desafío para el futuro será también sortear la incipiente interna dentro de su propia fuerza, el PRO, que promete tener mucho eco en las cámaras.

La que pasó fue una semana agitada, de muchas conversaciones y negociaciones que empiezan a encarrilarse. Vidal encabezó el miércoles una reunión de gabinete ampliado a la que invitó a los legisladores que siguen y a los electos, es decir, a los que formarán parte de los bloques de Juntos por el Cambio a partir del mes próximo. En el encuentro, en el SUM de la Gobernación, insistió con el pedido de unidad, un mensaje que por estos días parece más destinada a los dirigentes del PRO que a los radicales.

Para mantener viva la coalición política, hizo una propuesta con dos ejes centrales. Primero, crear un espacio formal en el que participen con la misma voz PRO y la UCR. Una “Mesa Provincial de Juntos por el Cambio” que empezará a funcionar en los próximos días. A ese ámbito de negociaciones, el macrismo llegará con un armado propio, que Vidal se encargó de reunir en una foto el jueves pasado. Allí están intendentes de peso, como Jorge Macri, Julio Garro y Néstor Grindetti, entre otros, legisladores nacionales., como Cristian Ritondo (presidirá el interbloque Cambiemos en Diputados de la Nación) y Esteban Bullrich. Y allí también estará sentado Roberto Costa, el hombre de Vidal para seguir comandando la bancada en el Senado bonaerense. Ahora, el radicalismo deberá designar a sus representantes para ese organismo de toma de decisiones. Daniel Salvador, presidente de la fuerza, será la cara visible.

En segundo lugar, Vidal les propuso a sus socios del radicalismo un esquema para mantener la unidad con un reparto equilibrado de los sillones de poder que se negocien con el peronismo en la Legislatura. Sería un sistema “cruzado” en las dos cámaras, con la presidencia de los bloques y los sillones de autoridad de las cámaras en el centro del reparto. Es decir, donde la UCR controle la jefatura del bloque, la vicepresidencia de cámara será para el PRO y a la inversa.

La “obsesión” de la gobernadora saliente es que un hombre de su riñón ocupe la vicepresidencia “con firma” de Diputados. Mientras el peronismo se encamina a resolver quién ocupará la conducción del cuerpo, Vidal se enfocó en ese casillero, estratégico para el gobierno de la Cámara porque controla y monitorea todos los movimientos legislativos y administrativos. En ese marco, plantea que el radicalismo siga presidiendo el bloque, en la figura del reelecto marplatense Maxi Abad.

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Para la vicepresidencia de Diputados, empuja a quien será una de sus principales espadas legislativas, Alex Campbell. Pero la figura del todavía Subsecretario de Asuntos Municipales tendría algunas resistencias internas. El sector de los intendentes del PRO, con Jorge Macri a la cabeza, se dispone a dar una pulseada por ese sillón. Se menciona, en ese marco, a Mauricio Vivani como uno de los que podía sumarse a la pelea. Habrá que ver cómo evoluciona el inestable vínculo político entre Vidal y el reelecto jefe comunal de Vicente López., quien viene levantando el perfil en las últimas semanas.

En ese marco, se plantea la continuidad de Roberto Costa, alineado detrás de Vidal, como presidente del bloque de Juntos por el Cambio en el Senado. En esa cámara, el sillón más importante de autoridad que le quede a la oposición, la Vicepresidencia 1º, será para un radical. Salvador pretender colocar allí a un hombre de su riñón, el senador Emiliano Reparaz. Pero también será eje de una pulseada.

TENSIONES

Pero no será sencillo para el sector del vicegobernador saliente quedarse con ese casillero. En el radicalismo del Senado ya asoma una pelea por ese sillón. Salvador y Reparaz cuentan con el respaldo de algunos integrantes del bloque y la resistencia de otros. Entre ellos, el de un grupo que pide que el tema se sume a una negociación general en la que también se incluyan las presidencias de comisiones.

Entre los salvadoristas, además de Reparaz, está Leandro Blanco. En el grupo de enfrente se alinean algunos ex intendentes, como Alejandro Zelillo, y otras legisladoras como Flavia Del Monte, muy cercana a Maxi Abad.

Por ahora son todas especulaciones y estrategias en borrador. Las conversaciones comenzarán recién en los próximos días. Por eso, Vidal se concentra en repetir el mensaje de unidad con una cuenta con la que machacó en la última reunión con los legisladores: “Tenemos 26 senadores y 44 diputados. Mantengamos la coalición en pie”.