San Lorenzo festejó en Rosario, pero sigue último

San Lorenzo cortó ayer una racha de 15 partidos sin sonrisas en la Superliga, al superar agónicamente a Rosario Central, cuyo entrenador, Paulo Ferrari, dejó su cargo en la noche.

En el Gigante de Arroyito, cuando el público local ya exhibía disconformidad hacia sus jugadores por otra mediocre producción, Nicolás Reniero, en el segundo minuto de descuento, estableció la diferencia en favor de los azulgranas.

Pese al triunfo, el equipo de Boedo continúa en la última posición de la tabla con 20 puntos, precedido de Colón de Santa Fe (21), rival al que enfrentará la semana próxima en el estadio Brigadier Estanislao López, en partido pendiente de la fecha 18.