Pablo Romanazzi, ingeniero hidráulico y coordinador del plan de riesgo (RRI-LP) “ Con las normas vigentes, los emprendimientos urbanísticos pueden comenzar. Sin embargo, esas normas no contemplan los eventos meteorológicos extremos que vivió nuestra Ciudad y que pueden llegar a repetirse. Ya no podemos soslayar eso. Ya no podemos mirar para otro lado. Tenemos la oportunidad de ser mejores”.
Cinco de los 35 predios que el Concejo Deliberante platense habilitó a fines del año pasado para su urbanización tienen nivel alto de riesgo de inundación. Dos alcanzan nivel medio. Y siete, nivel bajo. En tanto, 21 casos presentan riesgo muy bajo o nulo.
Es una apretadísima síntesis del trabajo que llevó a cabo el Consejo Asesor Técnico (CAT) del Plan de Reducción del Riesgo de Inundaciones en la región de La Plata (RRI La Plata), con “sede” en el departamento de Hidráulica de la Facultad de Ingeniería (UNLP).
Anteayer, en el edificio de 1 y 47, el CAT en pleno presentó el informe número 2 de los estudios que viene desarrollando con el fin de elaborar un protocolo de actuación, cuenca por cuenca y barrio por barrio, para enfrentar eventos hídricos severos. Estuvieron presentes los números 1 y 2 del área de Planeamiento de la Municipalidad y dos representantes de las asambleas de inundados. Durante las tres horas y media que duró el encuentro, la mayor parte del debate giró sobre el informe referido a las urbanizaciones.
En los análisis de riesgo para toda la Región, el equipo técnico, encabezado por el ingeniero hidráulico Pablo Romanazzi, realizó simulaciones de las inundaciones de 2002, 2008 y 2013. En este caso se centraron en la última, la más grave, cuya intensidad se mantuvo sin merma durante 3 horas (300 mm) y completó 392 mm en 24 horas.
“Con las normas vigentes, los emprendimientos pueden comenzar o seguir adelante. Pero esas normas no contemplan los eventos meteorológicos extremos que vivió la Ciudad y que pueden llegar a repetirse. Ya no podemos soslayar eso. No se puede mirar para otro lado”, puntualizó Romanazzi en diálogo con este diario.
Y añadió: “Tampoco para atrás. Sino hacia adelante para convertirnos en una sociedad responsable, en una comunidad mejor con mejores organizaciones. De lo contrario estaremos construyendo riesgo”, advirtió, para subrayar que el Plan RRI La Plata apunta a institucionalizarse. “Tenemos una oportunidad histórica, porque contamos con la experiencia y los recursos humanos, de evolucionar y plasmar eso en una normativa aggiornada basada en información de calidad”, señaló.
En ese marco, el secretario de Coordinación del Municipio, Oscar Negrelli, precisó tras la reunión del viernes en la facultad que “el Ejecutivo comunal acordó con el ingeniero Romanazzi, como coordinador del programa, que nos acompañen en la convocatoria que se va a realizar a los distintos emprendedores a los efectos de darles a conocer la opinión del equipo de trabajo. El objetivo es gestar un encuentro donde las condiciones desfavorables (de los predios) se transformen en favorables”, enfatizó.
¿Cómo? “Haciendo que se avance en la modificación de los proyectos de acuerdo a la opinión del programa RRI. Se va a proponer un trabajo en conjunto entre el CAT del RRI La Plata con el Ejecutivo municipal y los emprendedores para adecuar los proyectos y reducir así los riesgos hídricos, a fin de prevenir cualquier situación futura que pueda generarse”, remató el funcionario.
El director del plan añadió que le van a proponer a los emprendedores que se pongan en contacto directo con los técnicos “para que les muestren las simulaciones de los distintos eventos climáticos sobre cada terreno y para que atiendan todas sus consultas e inquietudes. Aquí se trata de madurar y avanzar entre todos”, realzó.
Finalmente hizo hincapié en que “el deber nuestro es el de ponernos del lado de la seguridad de los ciudadanos. La tormenta de febrero de 2008 tiene una recurrencia de entre 800 y 1.000 años. La de abril de 2013, de 10.000. Pero eso no quiere decir que se dan con esa periodicidad. Eso es totalmente engañoso. ¿Pueden darse mañana? Y sí, todo es posible”, ejemplificó.
Cerca de los arroyos
El ingeniero platense indicó que pudieron estudiar 33 de los 35 expedientes que el Concejo Deliberante aprobó en diciembre de 2018, pues dos no estaban en la Municipalidad (se encontraban en oficinas provinciales completando el proceso administrativo). Como se dijo, 5 de esos 33 predios alcanzaron el “nivel alto” de riesgo de inundación al ser expuestos de modo virtual a la inundación de 2013. Dos alcanzaron el “nivel medio” y 7 el “nivel bajo” (ver recuadro en la página 14).
“El nivel de riesgo sube con la cercanía a los arroyos”, dijo Pablo Romanazzi.
No obstante, como se puede observar en el recuadro citado, hay predios cercanos o limítrofes que presentan diferentes niveles de riesgo. Ello se enmarca en la situación general del partido de La Plata, como se explicó en otras notas acerca del Plan RRI. Y es que el comportamiento del agua puede variar no sólo entre barrios sino entre una cuadra y la siguiente.
“El análisis de riesgo en base a un valor extremo de precipitación (los 300 mm en 3 horas que cayeron en forma constante el 2 de abril de 2013), permite detectar situaciones irremediables para una urbanización y, por encima de eso, advertir sobre la peligrosidad que significa para la vida humana este tipo de eventos reales nunca antes registrados, pero que se pueden repetir en cualquier momento”, concluye el informe.
Hojarasca
La hojarasca del otoño, que año tras año suele deleitar a los vecinos, se ha convertido en muchos barrios en un motivo de preocupación. Los frentistas advierten que se acumula en cantidad y empieza a causar trastornos, por lo que piden reforzar las tareas de limpieza para que no obstruyan los desagües, ante eventuales lluvias.
80
Milímetros de agua durante ochenta minutos cayeron en La Plata, sin interrupción alguna, el 27 de enero de 2002 y el 28 de febrero de 2008. Ese tipo de descargas atmosféricas no pueden ser atendidas por el sistema de desagües y ponen en peligro a la población.
300
Milímetros de agua en forma constante durante tres horas cayeron sobre la Ciudad el 2 de abril de 2013 (329 mm en 24 horas). Esa fue la tormenta que se utilizó para evaluar el nivel de riesgo de inundación en las urbanizaciones que el Concejo Deliberante aprobó en 2018.
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