Preocupación por la entrega de remedios a pacientes oncológicos

No puede menos que suscitar una justificada preocupación el reclamo formulado por familiares de pacientes oncológicos, que protestan por lo que consideran demoras y trabas burocráticas en el IOMA para conseguir los medicamentos recetados, que en su mayoría son muy costosos.

Si bien desde la obra social bonaerense negaron que existan estos inconvenientes –aunque admitieron que hay situaciones en las que se le pide a los afiliados alguna documentación extra o se recomienda una droga de similares efectos, pero siempre, aseguraron, bajo las necesidades médicas del paciente, sin afectar el cuadro de salud planteado- no es la primera vez que se plantean estas dificultades en la continuidad de las prestaciones de los llamados tratamientos especiales, en general destinados a enfermedades crónicas.

Tal como se informó en la nota publicada, los familiares señalaron que existen numerosos reclamos en toda la Provincia por esta delicada situación, afirmándose que hay muchos pacientes oncológicos a los que no se les autorizan los medicamentos recetados, que terminan recurriendo a la Justicia.

Una de las personas afirmó que en IOMA sugieren reemplazar drogas por otras de costo más barato, sin atender así a las prescripciones de los médicos oncólogos. Destacaron asimismo que se ha presentado una nota al director de la oficina de la obra social en un distrito bonaerense, en la que mencionan que una paciente fue con una orden judicial para que le den el medicamento para tratar su enfermedad y se refieren a las trabas operativas que padece la afiliada y las demoras que ponen en jaque su salud.

Por su parte, desde la obra social se aseguró que no hay problemas puntuales con la medicación oncológica, en cuanto a demoras que puedan registrarse en las auditorias. Hay casos específicos en los que se pide más documentación o le hacen sugerencia de otra línea de medicación, pero ello tiene que ver con ciertos protocolos médicos. Hay que evaluar cada caso, señalaron.

Sea como sea, es de esperar, que las soluciones provengan desde los propios estamentos administrativos de las áreas de salud, sin necesidad de que los enfermos oncológicos deban apelar a un recurso tan extremo como lo es el judicial, para asegurarse la tenencia de medicamentos.

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Seguramente -y en primer lugar- las autoridades sanitarias sabrán encontrar una fórmula superadora, que despeje las graves amenazas que puedan presentarse sobre personas enfermas que necesitan de una provisión de remedios, confiable y sin interrupciones.

En el caso de enfermedades de tan alta complejidad, no puede ponerse en riesgo la integridad y continuidad de las prestaciones médicas y sociales. Las angustias y penurias que pueden enfrentar los pacientes resultan un excesivo castigo para las víctimas de este tipo de enfermedades, como para que la ayuda asistencial se vea subordinada a tramitaciones y eventuales demoras administrativas. Resulta básico advertir que todo afiliado es merecedor de las prestaciones que le corresponden, por las cuales aportó a lo largo de su vida.