Dura advertencia del personal de Salud que lucha contra el COVID

Las terapias intensivas y los servicios de emergencias atraviesan en estos días el momento más crítico de la pandemia, con el personal de salud que acusa el cansancio y la tensión sobrevinientes del agotador esfuerzo que despliegan, según surgió de un informe publicado ayer por este diario.

Una de las mayores preocupaciones apunta a la alternativa de que pueda llegar el temido colapso del sistema de salud, por falta de personal médico suficiente. Está claro, entonces, que las autoridades sanitarias deben prestar una absoluta atención a este cuadro de situación e impulsar todas aquellas medidas que conduzcan a un mejoramiento de las condiciones laborales del personal médico.

Este panorama se está presentando en muchas de las terapias de nuestra ciudad y del país –sobre todo a partir del abrupto crecimiento del número de contagios en las últimas semanas- y, según advirtió la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, se podría estar perdiendo la batalla contra la enfermedad. La entidad señaló en un comunicado que el sistema de salud está cerca de la saturación y subrayó que el factor más crítico es el recurso humano.

“A diferencia de las camas y los respiradores, los trabajadores de terapia intensiva no pueden multiplicarse. Ya éramos pocos antes de la pandemia y hoy nos encontramos al límite de nuestras fuerzas, raleados por la enfermedad, exhaustos por el trabajo contínuo e intenso, atendiendo cada vez más pacientes. Estas cuestiones deterioran la calidad de atención que habitualmente brindamos”, explicaron los intensivistas a través de una solicitada en la que subrayaron la situación crítica que atraviesa el personal sanitario.

El artículo publicado ayer también detalló que a la situación de las terapias intensivas se suma la de los servicios de emergencias, otro de los puntos clave en la lucha contra la COVID-19. En momentos en que los contagios en el país no paran de crecer y rondan los 10.000 diarios, hay algunos de estos servicios que se convirtieron en virtuales terapias auxiliares, en cuyos shock-rooms permanecen internados pacientes con coronavirus hasta que consigue trasladarlos a alguna terapia, se señaló.

El trabajo reflejó testimonios del personal de salud, relacionados a una sobrecarga de trabajos, en las tareas se multiplican con relación a los momentos considerados “normales” e incertidumbre acerca de cuánto tiempo más pueden soportar este nivel de exigencia. Y sobrevolando todo ello, el temor a contagiarse y a contagiar, cuando en la Provincia es muy elevado el total de contagiados entre el personal de salud y el número de fallecidos supera los 60.

LE PUEDE INTERESAR

Acuerdos y anuncios que aún no favorecen las expectativas

LE PUEDE INTERESAR

Progresismo de América latina apuesta por Biden

Altas tasas de ocupación de camas en las terapias, mientras que en algunos casos, como en el hospital San Martín de nuestra ciudad, hay tres cargos de terapistas que están sin cubrir; la doble realidad que representa el agotador sacrificio del personal de salud contrastado por parte de las actitudes sociales que niegan la pandemia son, entre otros, los factores negativos que se mencionaron y que generan un “altísimo estrés” en el personal, acentuado a medida que se extiende la pandemia.

Frente a este tipo de realidad tan inquietante, corresponde preguntarse qué es lo que puede ocurrir si quienes deben enfrentar la pandemia en las trincheras denuncian estar virtualmente desbordados, superados por una demanda que no cesa de crecer, desprovistos en algunos casos de recursos y de estímulos para seguir en la lucha.

Existe, ciertamente, una realidad muy elocuente, frente a la cual no cabe más que alarmarse y tratar de revertirla: la Argentina se encuentra entre los países con mayor tasa de personal médico contagiados de coronavirus. El altísimo porcentaje de casos de contagio de los planteles sanitarios que se registra en los hospitales de La Plata conforma una alarmante referencia. Todo induce a reclamar de las autoridades sanitarias que pongan su foco en este gravísimo problema, buscándose aquellas fórmulas consideradas más aptas para revertir semejante panorama.