Gimnasia ante el Ferroviario, se quedó en “vía muerta”

En un sábado donde hubo música de Charly García por todos lados, varias letras del famoso bigote bicolor podrían describir lo que sucedió con Gimnasia ante Central Córdoba de Santiago del Estero. “Por qué te quedaste en vía muerta?”, canta Charly en una de sus canciones, y eso le pasó ayer al Lobo frente al conjunto Ferroviario. Tuvo todo para ganarlo el equipo de Néstor Gorosito, pero se quedó masticando bronca viendo como dos puntos se le iban como agua entre los dedos. “Nos quedamos vacíos”, dijo Pipo tras el juego.

El Lobo tuvo que pelearla de atrás. Como le había sucedido ante Sarmiento, en la víspera Central de entrada le pegó un tremendo golpe que lo dejó desorientado varios minutos. Ante los de Junín jamás pudo recuperarse y lo pagó con una derrota; ayer lo pudo dar vuelta, y cuando saboreaba el premio, le “robaron” una parte.

Con el Triperío alentando, el equipo arrancó teniendo la iniciativa. Tras un tiro libre rápido del Pulga Rodríguez, un encuentro entre Alemán y Holgado terminó en aplauso general, aunque el delantero no pudo definir bien y la pelota se perdió por línea de fondo.

Se jugaba en poco espacio y todo muy trabado. En esos primeros minutos ambos se mostraban imprecisos, errando pases fáciles. No había pasado nada, cuando Rigamonti tiró un pelotazo largo, Coronel calculó mal a la hora de rechazar y perdió ante la presión de Milton Giménez, que la dejó picar y cuando pisó el área sacó un violento remate alto, que dejó sin chance a Rey para poner el 1-0.

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Enseguida, heridos los albiazules salieron a buscar el empate. Brahian Alemán probó al arco, la pelota dio en la mano de Salomón, pero Trucco dijo “no”. El árbitro empezaba a acumular errores.

Los generadores de juego locales estaban erráticos, sobre todo Pérez García, que perdió pelotas de manera peligrosa. Alemán quería pero no podía y el Pulga buscaba juntarse con Carbonero, que no tuvo una tarde iluminada. Cecchini era el único que aportaba claridad y calma a un equipo al que el gol recibido lo puso nervioso.

Sobre los 26 minutos escaló por izquierda Lucas Licht (de muy buen partido), se juntó con Carbonero, quien sacó un centro que pegó en la mano otra vez de Salomón. Ahora sí Trucco dijo “penal”. El Pulga se hizo cargo, pero el remate alto del tucumano se fue afuera, sobre el poste izquierdo.

El local perdía y había errado un penal, mientras el rival se cerraba cada vez más. Tras un tiro libre de Alemán, un cabezazo de Coronel se fue cerca.

Gimnasia se fue poniendo más nervioso, quería hacer antes el segundo gol que el primero y se complicaba solo, porque la visita ni siquiera hilvanaba una jugada de peligro. Solo esperaba y se mantenía ordenado atrás.

Desde el arranque del segundo tiempo, Gimnasia, sabiéndose superior, salió con decisión. El pibe Franco Torres entró por Pérez García y hubo más vértigo.

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Cecchini le tiro una “masita” a Rigamonti desde la puerta del área y bien posicionado, pero en la siguiente, sobre los 4 minutos, tras un córner de Alemán desde la derecha, con una pirueta en el aire, Maxi Coronel de volea le rompió la red a Rigamonti para poner el 1-1.

El Lobo iba y era más con un movedizo Torres, y en un ataque a fondo por izquierda, la pelota salió rechazada y el Pulga, como vino, le pegó al arco y la clavó alto, lejos del arquero. Las cosas estaban 2-1.

Sobre los 20 minutos, Rigamonti le sacó el tercero a Holgado. El golero en dos tiempos, sobre la línea, se quedó con la pelota.

Era todo del Lobo, pero en una buena jugada colectiva santiagueña, hubo distracción también en el fondo local y Giménez se filtró por derecha al área y definió cruzado ante Rey. 2-2 y sorpresa, porque justamente era el mejor momento de Gimnasia.

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Rigamonti le ahogó el grito a Alemán en un tiro libre, sacando la pelota en el ángulo izquierdo. El Lobo buscaba por todos lados y en una buena jugada individual por derecha de Gerometta, el lateral sacó un centro a la carrera y el pibe Torres de volea le pegó. La pelota se fue cerca del ángulo izquierdo.

Pero con el correr de los minutos quedó claro que el empate visitante le sacó ese vértigo al Lobo que también fue perdiendo energía. La visita emparejó el juego con los ingresos de habituales titulares, como Vega, Ribas y Melano.

Los de Gorosito movían la pelota pero les costaba entrar. El cansancio pesaba y los minutos corrían. Pipo buscó renovar el aire con los ingresos de los juveniles Cocimano y Jara. Quedaban cinco minutos, pero empujado por su gente, el conjunto Tripero fue por más.

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Tras un pelotazo cruzado de Alemán desde la derecha, el Pulga no llegó por un centímetro a conectar la pelota delante del arco. La última la tuvo el pibe Torres, luego de una buena jugada rápida en ataque, pero el juvenil prácticamente se la regaló al arquero rematando débil.

Es verdad que el empate dejó sabor a poco porque Gimnasia fue más que su rival, pero el cerrado aplauso del público en el final, también indicó algo. En una semana, siete puntos de nueve tampoco está tan mal.