El acto de Alberto F.: pidió poner “las diferencias sobre la mesa”

El presidente, Alberto Fernández, encabezó ayer un masivo acto de la militancia peronista en la Plaza de Mayo, desde la que recogió el guante tras la derrota del oficialismo en las elecciones legislativas del pasado domingo y llamó a conquistar un “triunfo rotundo” en las presidenciales de 2023. No antes sin convocar a una gran interna dentro del Frente de Todos.

Diferentes corrientes de la coalición, organizaciones sociales y la Confederación General del Trabajo se congregaron con el Día de la Militancia como excusa para celebrar el resultado electoral, que en el oficialismo valoraron como un triunfo.

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“Es un día oportuno para que demos inicio a la segunda etapa de nuestro Gobierno y empecemos con toda nuestra fuerza a levantar lo que haya que levantar en Argentina”, dijo Fernández, único orador de un acto en el que no mencionó a Cristina Kirchner y con la Cámpora alejada del escenario principal .

La celebración del Día de la Militancia, fecha que recuerda el regreso de Juan Domingo Perón a Argentina en 1972, tras 17 años de exilio, había sido convocada por los sindicatos desde la semana pasada, cuando el oficialismo ya avizoraba un mal resultado electoral en las elecciones del domingo último.

Pero fue el propio Fernández quien le dio un impulso definitivo a la iniciativa al llamar a los militantes peronistas a “llenar” las calles tras el resultado electoral.

La masiva movilización (calcularon unas 100 mil personas convocadas) tuvo atmósfera celebratoria, a tono con la reacción exhibida por el Gobierno ante lo expresado por las urnas: un mal resultado ante el cual el oficialismo insiste en ver “el vaso medio lleno”.

A nivel nacional, el Frente de Todos cosechó nueve puntos menos de la oposición de Juntos por el Cambio. Perdió en buena parte del país, incluso en la provincia de Buenos Aires, bastión peronista por antonomasia.

Con este resultado, desde el próximo 10 de diciembre, cuando se renueve la composición del Congreso, el oficialismo ya no tendrá quórum en el Senado y verá reducido su bloque en Diputados, casi en paridad con Juntos por el Cambio.

Sin embargo, en el Gobierno se conforman con haber hecho una mejor elección que en las primarias, particularmente por la “remontada” lograda en la Provincia.

“En estos días venimos escuchando una pregunta repetida: ‘si perdieron, ¿qué celebran?’. Nunca olviden que el triunfo no es vencer sino nunca darse por vencido”, enfatizó Fernández ante la militancia que lo escuchaba en la Plaza de Mayo.

RELANZAMIENTO Y OPOSICIÓN

El mandatario agregó además que en esta nueva etapa Argentina tiene muchas “batallas por dar”, como asegurar la recuperación económica, crear más empleo, controlar los precios y “terminar con el problema de la deuda” con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“Quiero comprometerme a que concentraré todo mi esfuerzo para que la economía funcione al 100 por ciento y el trabajo genuino nazca”, afirmó.

Además, Fernández envió señales en la dirección del diálogo con la oposición, con la que se verá obligado a buscar consensos en la nueva composición del Congreso. En ese sentido, llamó a “construir entre todos algunas políticas básicas”.

“Pero si Macri no quiere hablar, que se quede solo con sus amigos haciendo negocios”, disparó contra el exmandatario, para después rescatar que en la oposición hay muchos con “vocación de construir juntos el país”.

SIN CRISTINA Y con miras AL 2023

En el acto de ayer estuvieron, entre otros, el gobernador Axel Kicillof, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa; el canciller y exjefe de Gabinete, Santiago Cafiero, su sucesor, Juan Manzur, y los ministros de Economía, Martín Guzmán; de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, de Justicia, Martín Soria; de Ambiente, Juan Cabandie, y la exministra de Seguridad, Sabina Frederic.

La gran ausente fue, como otras veces, la vicepresidenta, Cristina Fernández, quien hasta ahora no se ha expresado públicamente sobre el resultado electoral y que tras las primarias no disimuló sus fuertes críticas a la gestión económica del Gobierno.

Ayer Fernández aseguró que trabaja “en el mismo sentido” con la vicepresidenta, pero no la nombró, sino que apenas hizo alusión a su cargo institucional. También, resaltó como algo clave la unidad del Frente de Todos, pero al mismo tiempo alentó un “profundo debate” interno. “Tenemos que animarnos a llevar adelante ese debate. Sabemos que somos una fuerza diversa. Con comunes denominadores”, dijo para luego anunciar: “Tenemos matices, pero respetándolos, empecemos a poner las diferencias sobre la mesa para llegar al 2023 con toda la fuerza. Para que desde el último concejal al Presidente lo elijan en el Frente de Todos”.

Así, dejó sentadas las bases para que, de cara a las generales de 2023, todas las candidaturas del Frente de Todos, incluyendo la presidencial, se diriman en una PASO.

“Tenemos que hacer lo necesario para que en 2023 aseguremos un triunfo rotundo”, alentó Fernández.