Cuatro cachetazos hirientes y un triste final que nadie quería

Se acabó. Feo fin de un ciclo muy productivo. Sabor horrible y sensaciones nada agradables.

En otra noche imperfecta, típica del mal momento donde está inmerso, el León que ya no será del Ruso ratificó, de modo contundente, que su actualidad está pidiendo a gritos un shock; ni más ni menos que una decisión fuerte que anteceda a otra de enorme significación.

Ricardo Zielinski, el director técnico serio y respetado que Estudiantes fue a buscar convencido, y que tuteló un crecimiento exponencial imposible de olvidar, pareció ya no tener la fórmula para que el Pincha volviera a lucir bravo como supo ser.

Después de varias semanas de un tan lógico como saludable debate interno, el gobierno del club tenía resuelto que el Ruso, a quien le guardan un fuerte agradecimiento, terminara el contrato dirigiendo. Era una decisión acertada, pero la coyuntura de un deporte profesional donde los cambios abruptos son moneda corriente, lo impedirá.

preguntas que sólo responderán varios rumores y trascendidos

¿Por qué se desmoronó? ¿Cuántoinfluyó la eliminación de la Copa Libertadores ante Athlético Paranaense?¿Qué tan grave era el nivel de desgaste en la relación laboral cotidiana con algunos referentes del plantel? ¿Le faltaron al entrenador recursos estratégicos para darle al equipo un vuelo creativo distinto con los refuerzos que llegaron en el último tiempo? ¿Es el presente escenario la esperada consecuencia de una etapa que no tenía los argumentos como para gestar un salto de calidad?

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Las respuestas estarán en voceros no oficiales y, especialmente, en las sensaciones genuinas de cada socio e hincha albirrojo.

¿Y AHORA? ¿QUIÉN ES EL MEJOR CANDIDATO PARA SUCEDERLO?

Aquí tampoco las respuestas brotan con la nitidez necesaria como para achicar el margen de error.

Las cinco fechas que restan para el final seguirán siendo muchas. El interinato de Pablo Quatrocchi debiera oficiar de lapso justo para elegir y definir a quien tome la posta.

No será sencilla la elección. Zielinski se va dejando la vara alta. Y, de acuerdo a lo que se percibe en el ambiente, no hay un candidato que acapare la mayoría de las preferencias.

El nuevo DT deberá generar, a priori (en el fútbol nadie puede sentirse dueño de todas las certezas) entusiasmo y expectativa.

Estudiantes hoy está, por cantidad y calidad de jugadores, perfilado como para proponerse metas ambiciosas. Por eso, quien sea presentado en el Country deberá comenzar con una buena base de aceptación popular.

El almanaque juega a favor de los que harán la elección. Podrán tomarse un tiempo y pensar cuál es el mejor perfil para afrontar lo que viene.

Estudiantes puede tomarse un tiempo y no apurarse en la contratación del nuevo entrenador