Gimnasia mejoró, sufrió y gozó en una victoria durísima frente a Lanús

Ambicioso Gimnasia en el inicio, con presión bien alta tratando de asfixiar a Lanús en la salida y con la idea de recuperar lo más cerca posible del arco de Monetti. El local intentó vía aérea en una pelota quieta que Leonardo Morales no alcanzó a conectar bien y en una pelota llovida para Tomás Muro, pero en ninguna de ellas los jugadores triperos alcanzaron a generar una situación clara de gol.

Sin embargo, la primera de cierto peligro la tuvo la visita a los 4 minutos con una gran trepada de Braian Aguirre, quien interceptó una pase erróneo en la salida albiazul, superó a tres defensores y su centro rasante fue despejado por Enrique en la boca del arco cuando Lucas Varaldo se relamía para la definición.

El Lobo no lo supo liquidar y en la última jugada del partido Rey lo salvó de un empate injusto

Franco Orozco, bien parado como extremo, complicó en el inicio a Guillermo Enrique. Una buena combinación con Samuel Careaga terminó con la devolución de Orozco a Careaga y el disparo rasante del volante lo alcanzó a arañar Rodrigo Rey quien envió la pelota al córner en una gran estirada. Fue la más clara de los primeros minutos aunque enseguida Guiffrey ganó de alto y su cabezazo de pique al piso fue desviado.

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Gimnasia trató permanentemente de poner el juego en campo contrario aunque sin claridad mientras el “Grana” se paró de contra y fue lúcido para explotar el tándem Careaga - Orozco, que complicó una y otra vez a una defensa bien parada pero expuesta al desequilibrio de los chicos de Lanús.

A los 26 minutos de esa primera etapa cambió definitivamente el trámite del juego. El Lobo movió la pelota de derecha a izquierda y el centro de Colazo encontró un anticipo ofensivo de Ramírez. El cabezazo del 43 dio en la mano de Matías Pérez y Nicolás Lamolina sin dudar marcó penal sin que los defensores visitantes atinaran siquiera a esbozar una protesta. Brahian Alemán cambió por gol con un zurdazo seco cruzado al caño izquierdo de Monetti que acertó el palo pero no llegó. El Lobo, que había visto de lejos el arco rival, encontró la tranquilidad del 1 a 0.

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Otro buen desborde de Orozco desde la izquierda encontró a Maximiliano González solo en el punto del penal y Colazo alcanzó a entorpecer su remate para que la pelota terminase en el tiro de esquina. La salvada del 18 se festejó casi como un gol. A los 30, otra vez Orozco abasteció bien a Lucas Varaldo pero Rey achicó bien y lo dejó sin ángulo para el remate.

Cuando la visita intentaba lastimar por la izquierda, Tomás Muro fue a pelear una pelota con Julián Aude en zona defensiva tripera. La plancha del granate sobre el pibe de Gimnasia terminó con la segunda amarilla y la consecuente expulsión de Aude le allanó el partido al Lobo. Finita y 100% de interpretación, porque los dos van a la pelota y el contacto existe, pero queda la duda de quien le pegó a quien. En todo caso, Lamolina no dudó y el 3 dejó a su equipo con 10.

Tras cartón, casi aprovecha Ramirez un error en la salida de Fernando Monetti. El panorama del final del primer tiempo fue ideal para el local: 1 a 0 arriba, 11 contra 10. Mucho mejor, incluso, que la actuación del equipo.

El festejo del gol de Brahian Alemán con Eric Ramírez, la figura albiazul / Dolores Ripol

El entretiempo deparó una buena noticia para el Lobo, porque Rodrigo Acosta decidió rearmar la línea de 4 defensores con el ingreso de Pasquini pero sacó al mejor jugador de la primera etapa, Franco Orozco. En la primera jugada del complemento ganó Ramírez por la izquierda tras un buen pase de Agustín Cardozo. El mediapunta tripero le ganó a Pérez y definió por arriba de Monetti que en gran reacción desvió el balón. Y Soldano no pudo cuando la pelota quedó en el centro del área en una especie de pinball que antes no pudo aprovechar Muro.

El comienzo del segundo tiempo fue todo de Gimnasia. Con Agustín Cardozo como dueño del centro del campo y Eric Ramirez generando siempre, el equipo de Gorosito se sintió amo y señor del juego.

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En un partido con el medio como zona de tránsito, llegó el Lobo, primero de media distancia con un tiro de Cardozo que pasó cerca y después con un remate de Muro (tras centro de Alemán) que un defensor alcanzó a sacar casi sobre la linea.

Gracias a la presión alta, tras un error en la salida visitante lo tuvo otra vez Ramírez. Su remate se fue apenas afuera contra el palo derecho en otra chance muy clara. Y en la siguiente otra vez Eric Ramírez probó casi sin ángulo y otra vez reaccionó muy bien Monetti.

El Tripero empezó a mostrar signos de desgaste físico y Lanús generó inquietud por la cantidad de gente con mentalidad ofensiva en cancha pero sin inquietar a Rodrigo Rey. Después de algunos minutos de medianía en el juego lo tuvo Lautaro Chávez y su zurdazo tuvo un desvío. De ese córner, Brahian Alemán intentó olímpico al segundo palo.

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En una de las pocas que tuvo, se lo perdió Lanus. La mordió Loaiza y casi consigue el empate que nada tenía que ver con el partido. Pero quedaba tiempo para una más y a los 46, de un pelotazo largo de Monetti peleó Varaldo de alto y el rebote le quedó a Lautaro Acosta. Rodrigo Rey ratificó su gran momento al tapar el empate sobre la hora.

Más allá del cansancio y del susto del final, Gimnasia ganó bien. Solo sufrió porque no pudo ampliar la mínima diferencia y quedó expuesto a una jugada como la última. De todas maneras, fue un paso adelante del Lobo que sigue prendido en la tabla.