Ganadores y perdedores: tras el primer gran test electoral

Con fuerte sello provincial y triunfos, en ambos casos, de frentes locales, las elecciones a gobernador en Neuquén y Río Negro dejaron ganadores y perdedores más allá de los límites de esas provincias. Porque aún cuando los candidatos pidieron no “nacionalizar” los comicios y coincidieron en esa pretensión con el Gobierno del Frente de Todos (FdT), que vivió un domingo para el olvido, lo cierto es que algunos dirigentes y partidos nacionales quedaron mejor posicionados que otros después del primer gran test electoral del año.

El PRO, por ejemplo, festejó con el batacazo de Rolando Figueroa, que gobernará Neuquén tras ganarle a Marcos Koopman y romper con una hegemonía de más de 60 años del Movimiento Popular Neuquino (MPN). Esto pese a que el ganador hizo todo lo posible para provincializar el triunfo y a que, en rigor, la coalición triunfadora (que llevó la denominación Comunidad) la integran referentes que van del macrismo al albertismo.

Juntos por el Cambio celebró también en Trelew gracias a la victoria de Gerardo Merino, que le ganó la intendencia al peronismo y posicionó para la gobernación chubutense al senador Ignacio Torres.

El radicalismo, en tanto, tuvo poco para festejar y el FdT que, en espejo con lo que sucede a nivel nacional, se mostró fragmentado en las primeras contiendas provinciales, alcanzó a salvar la ropa en Río Negro, donde volverá a gobernar Alberto Weretilneck, aliado de Cristina Kirchner en el Senado y de un sector de La Cámpora.

Juntos por el Cambio

El triunfo de Rolando Figueroa en Neuquén, que los principales referentes del PRO presentaron como “un hecho histórico”, unió a Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich en un festejo que rápidamente buscaron nacionalizar y que, según sostuvieron, anticiparía un cambio en el escenario electoral.

Macri, por caso, aprobó la integración del Pro en el frente de Figueroa y la colectora del partido obtuvo 4,15%, siendo la segunda más votada entre las nueve que anotó el ganador. El expresidente no se involucró demasiado en Río Negro y tampoco fue parte de la campaña de que terminó en el triunfo de Gerardo Merino en Trelew.

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Rodríguez Larreta, por su parte, celebró como propias las victorias de Figueroa y Merino. Pero no pudo hacer lo mismo en Río Negro, donde respaldó a Aníbal Tortoriello, que salió segundo con 23,9%, bastante lejos del ganador.

El éxito de Figueroa también fue festejado por Bullrich, aún cuando durante la campaña había dado su apoyo al radical Pablo Cervi, que se presentó en la elección con el sello de Juntos por el Cambio. Eso le valió que la larretista Leticia Estevez saliera a acusarla de haber apoyado al MPN. Como el resto de los referentes del PRO, tampoco se involucró demasiado en la estrategia de Tortoriello en Río Negro.

Dentro de Juntos por el Cambio, los radicales tuvieron poco para celebrar en las elecciones patagónicas. En Neuquén, Pablo Cervi (de Evolución, el partido de Martín Lousteau) se resistió a seguir la estrategia del Pro de integrar el frente anti-MPN de Figueroa y fue con el sello de Juntos por el Cambio, quedando quinto con apenas 3,75% de los votos. En Río Negro, la exdiputada radical Lorena Matzen enfrentó a Tortoriello, del Pro, y se colgó como colectora de Weretilneck. Sacó 7 puntos con su lista de legisladores. En Trelew ganó un radical, pero fue después de haber vencido en internas al postulante que apoyaba la conducción nacional del partido.

Por último, Elisa Carrió disparó contra Macri y el Pro por sumarse en Neuquén a Figueroa, exvicegobernador del MPN al que acusa de ser parte de la estructura que conduce la provincia desde hace 60 años. Ella había apoyado a Cervi. Ni en Río Negro ni en Trelew tuvo mucho para festejar.

Frente de Todos

Fragmentada como a nivel nacional, la coalición gobernante vivió unas elecciones patagónicas olvidables.

El presidente, Alberto Fernández, siguió de lejos las elecciones en Neuquén, Río Negro y la ciudad de Trelew. Y, si bien felicitó a los ganadores una vez concluidos los escrutinios, no se involucró de lleno en ninguna campaña. En Río Negro le dio cierto respaldo a la candidata del Movimiento Evita, Silvia Horne, que terminó tercera con 10,6% de los votos. En Neuquén, el concejal de la capital provincial Marcelo Zúñiga, del Movimiento Evita y que algunos definen como “albertista”, integró el heterogéneo frente del gobernador electo Rolando Figueroa. Este dirigente presentó una colectora que sumó 3 puntos y quedó séptima entre las nueve listas que fueron con Figueroa.

Tampoco fue una noche de festejos para la vicepresidenta, Cristina Kirchner, en Neuquén, donde Ramón Rioseco, cercano a Oscar Parrilli, pasó de salir segundo en 2019 con 26% a quedar tercero con apenas el 12%. Pudo matizar esa derrota con el triunfo de Alberto Weretilneck en Río Negro. En esa provincia, donde el Frente de Todos fue dividido en cuatro listas, la expresidenta aprobó el pacto del camporista Martín Doñate con el flamante gobernador. A esa victoria contribuyó el kirchnerismo duro con lista propia y 11 puntos, de un total de 40.

Pero el consuelo camporista en Río Negro quedó opacado con la derrota por la intendencia Trelew, donde se había involucrado especialmente Máximo Kirchner. El hijo de la vicepresidenta viajó hasta allí para acompañar a su candidato, Emanuel Coliñir, que terminó tercero, con 14% de los votos. La ciudad -que era gobernada por el kirchnerista no camporista Adrián Maderna- será gobernada ahora por Juntos por el Cambio.

La derrota de La Cámpora en Trelew también arrastró al Frente Renovador, de Sergio Massa, que integraba la coalición que impulsó a Coliñir. En Río Negro, sus dirigentes locales que responden a Massa se sumaron a Weretilneck, pero no llevaron lista propia. Y en Neuquén, el Frente Renovador fue en una colectora que apoyaba al postulante del MPN desbancado por Figueroa. Sin embargo ayer el ministro de Economía celebró los resultados y tuiteó fotos suyas con Weretilneck y Figueroa, a los que definió como “dos nuevos gobernadores, dos grandes amigos, dos incansables patagónicos que trabajan por el país”.

El efecto Milei

El libertario Javier Milei debutó con candidatos propios en las elecciones de Río Negro y Neuquén, pero los resultados no fueron los esperados. En ambos casos quedaron cuartos: en Neuquén, el economista apoyó a Carlos Eguía, un exdirigente del ARI, que sacó 8% de los votos. En Río Negro, el candidato de Milei fue Ariel Rivero, un exdirigente de Juntos por el Cambio que sacó poco más del 9% de los votos.

Los candidatos de Milei no obtuvieron los resultados que esperaban en estos comicios

Rodríguez Larreta celebró como propias las victorias de Figueroa y Merino