Un peligroso vacío de poder, con una economía diezmada por la inflación y la escasez de dólares

Si bien el alto nivel de rechazo en las encuestas y la aceleración de la crisis económica-financiera explican la nada sorpresiva decisión de Alberto Fernández de bajar su pretensión de reelección, el intento del kirchnerismo por transformar a Cristina nuevamente en la “gran electora” no logra llenar el vacío de poder que emerge de una fallida administración a la que aún le quedan más de siete meses de mandato.

Las dudas, que hicieron aumentar las cotizaciones del dólar más de un 10 por ciento en una semana, dejaron en ridículo las versiones emanadas del Ejecutivo que atribuían la corrida cambiaria en ciernes en primer lugar a la supuesta salida del gabinete de Sergio Massa a raíz de una “confabulación” del renunciado Antonio Aracre y más tarde, a la resistencia de A. Fernández a renunciar a su candidatura en la previa del Consejo del PJ nacional. El viernes al mediodía, consumada la continuidad del titular del Palacio de Hacienda y la determinación del jefe de Estado de no competir, el peso siguió derrumbándose pre anunciando en el corto plazo nuevos saltos inflacionarios.

LOS “PARCHES”

Lo que cruje, en el fondo, son los “parches” de una economía que no logra acumular los dólares suficientes para hacer frente a las obligaciones del país y que se muestran estériles para disimular las inconsistencias de la macroeconomía. Hoy empresarios y financistas dudan que la flexibilización de las metas acordadas entre el FMI y el Gobierno puedan evitar un ahondamiento de la crisis.

Es en este marco en el que la coalición oficialista busca ordenarse para afrontar las próximas elecciones y evitar una catástrofe electoral, esto es, ubicarse en un tercer lugar detrás de Juntos por el Cambio y los libertarios de Javier Milei. “Hoy no buscamos ganar sino que el PJ sea competitivo”, se sinceró un ministro, habitual integrante de las mesas políticas del FdT.

Este jueves, la Vicepresidenta se presentará en un acto en el Teatro Argentino

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El oficialismo está a la búsqueda de un candidato “moderado” porque asume que con ese perfil será más competitivo ante un electorado, que aduce, desde 2021 viene girando “a la derecha”. Así, los nombres de Daniel Scioli y Massa vienen picando en punta. La postulación del ministro de Economía viene siendo empujada por un sector del kirchnerismo y del sindicalismo con una curiosa teoría: no sería el culpable de la inflación porque es un problema de “viejo arrastre” en el país. Lo que ocurre es que ese argumento irremediablemente sonará a excusa para un electorado desgastado por una sensación de crisis permanente. El hastío social se pudo ver el viernes en la sede del PJ cuando vecinos se asomaron a sus balcones para insultar al Presidente.

En esa reunión del Consejo del PJ quedó la sensación que el kirchnerismo quiere ocuparse de definir la estrategia electoral de la coalición oficial y, en este sentido, apuestan a que Cristina logre imponer “un candidato de consenso”. Con un poder licuado, A. Fernández tendrá una tarea ciclópea para intentar cumplir con su palabra y garantizar que haya PASO presidenciales.

Esa disputa pudo observarse ayer con los actos en espejo que realizó cada sector: el cristinismo llevó su “Plenario de la Militancia” al microestadio de Ferro, donde Máximo Kirchner volvió a cuestionar al sutilmente al jefe de estado por no respetar el contrato electoral de 2019, y Victoria Tolosa Paz, acompañada por Santiago Cafiero y Agustín Rossi, encabezó un encuentro en Ensenada.

DESCONCIERTO

El problema es que prima el desconcierto en el resto de los actores del oficialismo. Los gobernadores peronistas están concentrados en su territorio y el viernes casi por obligación unos pocos salieron a pedir espacios para que uno de los suyos pueda ingresar en la discusión nacional.

La CGT, en tanto, dio muestras de una forzada foto de unidad y ante el temor a un descalabro económico pidió “a la clase política” consensos para avanzar en las reformas pendientes. Fue una forma de evitar caerle a un Gobierno en el que abrevan y al que, pese al récord inflacionario y los altos niveles de pobreza, ha evitado hacerle un paro general. Pero hacia adentro de la central obrera no todo es armonía. “Cada uno hace su juego. (Héctor) Daer arregló una paritaria del 50% y eso gatilla aumentos en las prepagas y mientras tanto nuestras obras sociales crujen”, se quejó un jefe sindical consultado.

Aunque todas las miradas estarán puestas el próximo jueves en el acto de Cristina en el Teatro Argentino, no hay expectativas en que anuncie su candidatura sino más bien que dé una pista hacia donde apuntará su estrategia electoral.

Más allá de las eventuales candidaturas, hay un dato objetivo que incomoda al oficialismo: llegará a los comicios del 13 de agosto con un contexto económico adverso y cargado de interrogantes hacia el futuro. Si bien podría publicitar la inversión con la que ha impulsado la obra pública, los dos proyectos más emblemáticos no podrán ser inaugurados en 2023: el gasoducto de Vaca Muerta no contaría para el 20 de junio, la fecha en la que el camporismo anunció el “corte de cintas”, con las plantas compresoras necesarias “para empujar” el gas, en tanto que la autopista Presidente Perón –que conecta el oeste del Conurbano con La Plata- tiene “judicializado” el último tramo por el desacuerdo de un grupo de vecinos con los planes de relocalización.

“FRACASO”

Para la oposición, la imposibilidad del Presidente de competir por un nuevo mandato es producto del “fracaso del gobierno kirchnerista”. No resulta ingenua esa alusión hacia el sector que orbita alrededor de la Vice, que pretende “despegarse” de la actual administración.

Durante la semana precandidatos como Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich pero también Milei participaron de un foro empresario en Bariloche en donde dieron indicios de sus planes para ordenar la economía. La propuesta más polémica fue la del postulante de La Libertad Avanza que con su proyecto de dolarización despertó más preocupación que esperanza entre los ejecutivos. “Tiene votos hasta en La Matanza pero no estructura. Entonces no sabemos quién le va a fiscalizar acá y en otros distritos”, sostuvo un dirigente del populoso partido bonaerense.

En Juntos por el Cambio continúan los estertores de la dura interna que atraviesa el PRO

En Juntos por el Cambio continúan los estertores de la dura interna que atraviesa el PRO. Si bien Mauricio Macri se llamó a silencio luego de cuestionar a Larreta por desdoblar las elecciones de CABA perjudicando, a su entender, la postulación de su primo Jorge, Bullrich sigue diferenciándose con sus propuestas del alcalde porteño. No cayó nada bien la propuesta de María Eugenia Vidal de “resetear” todas las candidaturas con el pretendido objetivo de mejorar la estrategia electoral del “partido amarillo”.

El radicalismo, en tanto, tiene a sus dos precandidatos presidenciales, Gerardo Morales y Facundo Manes, “caminando” distritos de la Provincia pero también del interior. El neurólogo viene de compartir una charla con el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, uno de los operadores de la campaña larretista en territorio bonaerense. Se achica el plazo para el cierre de listas y persisten los mismos interrogantes: ¿Habrá fórmulas cruzadas con candidatos del PRO y la UCR? En la coalición opositora hay una mayoría de dirigentes que, por ahora en silencio, se manifiestan a favor de esa opción. Pero expresiones como las de Macri, “hay que dinamitar casi todo” y presuntas coincidencias con Milei, generan la manifestación de inocultables desacuerdos programáticos.