Flojo inicio y un buen complemento no le alcanzó para dar el salto que tanto quería

La noche copera que habían soñado todos los hinchas de Estudiantes no se concretó. Después de haber tardado un tiempo en reaccionar, el equipo de Eduardo Domínguez hizo méritos como para llevarse el premio que tanto deseaba, pero su criterioso esfuerzo resultó insuficiente.

Sería injusto restarle mérito al muy buen primer tiempo desarrollado por los brasileños. Bragantino sorprendió con una postura firme para no dejar jugar al León y, mediante una presión alta ejercida con elogiable convicción, consiguió que el dueño de casa se sintiera absolutamente incómodo.

El principal reproche que podrá hacerse Estudiantes en su ejercicio de autocrítica será haber demorado mucho en reaccionar, en asumir la postura que le demandaba su necesidad de ganar y, también, en haberse equivocado (fue una falla grande Luciano Lollo) cuando debió ser preciso y estar atento saliendo desde el fondo con pelota dominada.

En un boletín de calificaciones donde Benjamín Rollheiser sobresale con absoluta nitidez, fue notorio el nivel muy discreto de varios; como los casos de Leonardo Godoy, José Sosa, Mauro Boselli, Corcho Rodríguez y Gastón Benedetti.

Esta vez no fue nutrido el podio albirrojo. A Estudiantes le sobró empuje y vergüenza para ir al ataque en forma permanente (especialmente durante el segundo tiempo), pero faltó claridad y precisión. Bragantino, curiosamente, jugó mejor que en su tierra (en el partido de ida se había mostrado como una formación muy liviana de carácter) y el principal cambio, positivo por cierto, se centro en la personalidad que demostró desde el primer minuto.

al pincha le faltaron reflejos ante el buen planteo visitante

El partido empezó como muy pocos lo imaginaron. Estudiantes se vio sorprendido ante la vehemencia de los brasileños para llevar a cabo un planteo estratégico basado en la presión alta.

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Sin dudas, los lineamientos de Pedro Caixinha (quien trabajó en nuestro país como DT de Talleres de Córdoba) fueron muy claros en cuanto a la actitud que debían tener sus hombres para impedir que el Pincha se los llevara por delante. Y tanto cumplieron los hombres de Bragantino, que Estudiantes se sintió realmente incómodo en su propio estadio y rodeado por una multitud que lo había recibido con todos los honores.

La ausencia de llegadas convincentes describe a la perfección la opaca producción del equipo de Eduardo Domínguez en dicho lapso inicial. Tanto Godoy como Benedetti estuvieron bien marcados, y José Sosa fue anulado por una marca escalonada que el visitante desplegó con energía desbordante y mucha convicción.

La historia se modificó notoriamente en el segundo tiempo, cuando el partido tuvo la fisonomía que era fácil de imaginar en la previa.

El penal, bien sancionado y propio de la modernidad tecnológica, resultó una bisagra imposible de soslayar. El huésped se quedó con diez y sacó del medio por la excelente ejecución de Rollheiser.

guido Carrillo ingresó bien, aportando claridad en ataque

Con la historia uno a uno, el campo de juego se trasformó en un plano inclinado donde los brasileños entraron en la desesperación de extraviar las formas, con el único objetivo de despejar la pelota lo más lejos posible de su área.

En el balance de una jornada que estuvo lejos de dejarlo conforme, Estudiantes se guarda como elementos positivos los ingresos de Guido Carrillo y, en menor medida, de Franco Zapiola.

La antipatía que generó la igualdad no debe correrlo del camino que viene transitando. Bragantino se fue contento de UNO porque mostró personalidad, sumó un punto valioso y queda bien perfilado para ir a buscar el triunfo en la última fecha ante el débil Tacuary de Paraguay.

Si bien las sensaciones del final no fueron las más agradables, Estudiantes tiene que valorar todo lo que viene realizando en este ciclo comandado por un director técnico que corrigió y mejoró claramente su identidad.

Con una sola derrota en dicho lapso, los avances han sido magníficos. Ayer no jugó bien en la primera mitad y su rival plasmó una nítida evolución con respecto a la tarea que había mostrado en su localía. Alli estuvo el freno para el Pincha.

Fue una sorpresa la actitud vehemente y combativa de los brasileños. Fue pura presión en el inicio

Rollheiser fue el mejor en la noche donde no brilló nadie más. Carrillo ingresó muy bien