La Ciudad frente a los fenómenos climáticos cada vez más severos

No sólo influye ahora en nuestra zona la llegada del Niño y el subsiguiente inicio de un período prolongado de lluvias. Ahora también los organismos a cargo -el Servicio Meteorológico Nacional y la dirección de Meteorología platense- advirtieron sobre la presencia de fuertes vientos, con ráfagas de entre 60 y 70 km/horas como las que se registraron en las últimas horas y decidieron declarar el nivel de “alerta amarillo”.

Lo cierto es que el clima de la Región se está convirtiendo en los últimos años en un tema que ciertamente debe preocupar, por las secuelas que dejan fenómenos que -como los vendavales y fuertes tormentas- antes se presentaban sólo en forma excepcional y que ahora resultan cada vez más frecuentes.

Si bien el pronóstico indicó que las ráfagas de mayor intensidad podían registrarse en la madrugada de ayer, se añadió en los partes que “las condiciones climáticas ventosas continuarán durante todo el fin de semana”.

Desde el organismo municipal se recomendó a los vecinos “evitar circular por la vía pública y permanecer en un lugar seguro” mientras se desarrolle el fenómeno climático y, en el caso de tener que circular en un vehículo, “hacerlo despacio y con las luces bajas encendidas”.

Se sugirió revisar los techos de las viviendas, “asegurar las partes que pudieran volarse” y también “mantenerse alejado de árboles y postes de luz, retirar macetas u otros objetos que puedan volarse de balcones y ventanas y no sacar los residuos”, mencionándose, tal como se reflejó en este diario, los teléfonos 911 y 103 de protección civil, el 147 para dar avisos y el 107 del Same para emergencias médicas.

Asimismo, la empresa ABSA hizo conocer que, como consecuencia de las condiciones climáticas, debido al bajo nivel que registra desde la noche del jueves el Río de la Plata a raíz de los fuertes vientos provenientes desde Noroeste, “está resentido el ingreso de agua cruda a la Planta Potabilizadora Donato Gerardi de Punta Lara, Ensenada, pese a que están todos los equipos en marcha normalmente”.

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Para hoy el Servicio Meteorológico Nacional anunció que se aguardan lluvias aisladas por la mañana y chaparrones por la noche, con ráfagas de viento que podrán llegar hasta 50 kilómetros por hora.

No hace mucho se reflejaron en esta columna referencias acerca de la llegada a nuestra zona de una época de lluvias intensas y temporales, de la mano de El Niño que se instaló hace pocas jornadas y que podría extenderse por dos años.

Pero también se alertó a mediados de enero de 2022 que nuestra región, según lo señalado por organismos meteorológicos mundiales, forma parte de la segunda zona del planeta que sufre mayor frecuencia de tormentas. En sus consecuencias menores estos fenómenos climáticos se reflejan en anegamientos, evacuaciones, cortes de luz, caídas de árboles y otros daños, tan recurrentes en los últimos años.

Está claro que resulta esencial que funcionen a pleno -y se complementen con obras pendientes de ejecución- las estructuras hidráulicas habilitadas en los últimos años y que las tareas se hagan extensivas a las localidades y barrios de la periferia, poniéndose especial énfasis en la canalización de los arroyos y en el tendido y mantenimiento de las redes de desagüe pluvial.

Pero resulta esencial que la Región cuente con una estructura de defensa civil capaz de enfrentar y resolver los diversos tipos de fenómenos climáticos, en una situación que muchas veces los organismos del Estado no pudieron cumplir cabalmente.

Asimismo, todo indica la necesidad de que la población tome conciencia del cambio que se experimenta -impensable hace poco tiempo- y que debe cumplir con las precauciones básicas, entre ellas las que terminan de sugerir organismos que, se supone, cuentan con conocimientos y recursos que les confieren idoneidad.