El neurocirujano platense especializado en columna que se destaca en el mundo

“En La Plata, en particular, hay gente valiosísima”. Con esa frase, el neurocirujano Juan Pablo Emmerich (47 años) sintetizó, en contacto con EL DIA, lo que para él significa la Ciudad. Se trata del Jefe del Servicio de Neurocirugía del Hospital de Niños y médico del Hospital Español de La Plata, quien fue nombrado como el presidente de la junta internacional de una organización académica de primer nivel mundial no gubernamental (ONG) que desarrolla e investiga acerca de la salud de la columna vertebral. En efecto, AO Spine (así se llama la entidad) “genera, distribuye e intercambia conocimientos” para cuidar esta parte trascendental del cuerpo humano.

El doctor atendió a este medio y, además de explayarse sobre el recorrido que lo llevó hasta el primer mundo -ya que conduce una institución con reconocimiento global que es la organización de cirujanos de columna mas grande del mundo-, recordó sus raíces. Nacido en el seno de una afamada familia de médicos de la Capital de la Provincia de Buenos Aires, recordó desde su nacimiento en el Barrio Villa Argüello de Berisso y, también, rememoró los tiempos en los que su padre, Ricardo, jugó en Gimnasia hasta que se lesionó.

Una organización vanguardista

“La Fundación AO trata de impactar sobre la salud de los pacientes, mejorando la formación de los médicos. Es una ONG académica a la que todos donamos nuestro tiempo ejerciendo políticas y llevando la educación de alta calidad a todos los rincones del mundo, desde países en desarrollo con muchas limitaciones o de primer mundo haciendo investigación. Nuestra organización apunta a mejorar la atención de la población a través de optimizar la formación de los médicos, y que de esta manera ellos puedan tratar mejor a sus pacientes”, explicó Juan Pablo.

En efecto, como presidente de AO Spine, Emmerich encabeza el “board” o la junta internacional de especialistas que desarrolla los trabajos de instrucción de profesionales en todo el mundo, y tiene como su responsabildiad supervisar y guiar todas las actividades que esta organización realiza en el mundo. A saber, el neurocirujano platense se codea con científicos y especialistas de todo el planeta: desde jefes de hospitales de los Estados Unidos a médicos de países de África.

“Es una organización muy interesante porque reconoce mucho el compromiso, la dedicación y los méritos, más allá de cuál sea el lugar de origen o cuáles sean las posiciones actuales”, reconoció el doctor. En otras palabras, en esta organización no pesa el estigma del lugar de origen y se gratifica el trabajo. De hecho, según lo que agregó el entrevistado, “prima mucho el compromiso, la dedicación, el sacrificio y las condiciones individuales de las personas a la hora de elegir quienes encabezan el ‘board’”. “Es una organización extremadamente democrática. Todos los cargos son elegidos por una combinación de categorías que valoran entre méritos y votos. Es decir que, para presentarte a una elección, se deben cumplir una serie de exigentes requisitos, pero tampoco es una ‘dedocracia’. Una vez que esta faceta se completa, debe haber una ratificación de los pares. En la ONG, me impresiona cómo se respeta la opinión de las personas independientemente de cuál sea su origen”, concluyó sobre este punto.

El gen de la Ciudad

Si bien existen un cúmulo de logros y trabajos que llevaron a Emmerich a donde se encuentra hoy, él aseguró que “lo que ven en mí, en nosotros o, más bien, en los latinos, es pasión, compromiso y dedicación que (al resto del mundo) les resulta llamativa y que es muy valorada”.

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Emmerich confesó que lo suyo es “la formación de formadores” y “el liderazgo de grupos de trabajo” para generar actividades educativas de alta calidad, con tal de generar el conocimiento que busca acercar AO Spine.

Como parte de las personas que colaboraron con su desarrollo en la Ciudad, Juan Pablo recordó a sus colegas Jorge Lambre y Néstor Fiore, quienes son “números ‘uno’ de Argentina”, afirmó. “Me fueron marcando y enseñando muchísimo. Si no hubiera sido por ellos, nunca hubiera llegado a donde estoy ahora”, reconoció. También recordó a sus compañeros y jefes del Hospital de Niños y de la Facultad de Medicina de la UNLP (en particular a Dr. Marcelo Cerezo).

“Con 47 años, voy a ser el más joven en llegar a esta posición (presidente de AO Spine), viniendo de un lugar ‘no central’ en el contexto global”, admitió Juan Pablo. Sobre este punto, el protagonista relató la heterogeneidad de personas con las que se vincula como titular de la ONG: tiene contactos con profesionales de Egipto, Irán, India, Japón, Australia, Estados Unidos y las potencias europeas, solo para nombrar algunos países. Esto muestra la particularidad de la entidad que encabeza, a partir de la cual se relaciona con seres de todo tipo de credos y culturas a quienes debe interpelar para cumplir con sus funciones.

“Hay una cosa que es totalmente cierta: nuestro talento sigue siendo muy valorado en cargos como el que integro. En Argentina, pero particularmente en La Plata, hay gente valiosísima y, probablemente, he tenido más suerte que otros que no llegaron porque, para estar acá, hay que hacerse presente en el momento justo”, identificó Emmerich.

Para cerrar en alusión a este punto, Juan Pablo sumó: “Históricamente, la medicina platense es de calidad internacional. Siempre fue muy buena. Incluso, tiene una enorme cantidad de profesionales, con grandísimos cirujanos y buenísimos clínicos que han estado siempre a la altura de lo que requiere el mundo”.

Las preocupaciones

“Hay dos cosas que son catastróficas: el estilo de vida occidental y el sobrepeso. Ambas son terribles para la columna”, confió el neurocirujano que preside la ONG encargada de formar a los médicos de todo el planeta para el cuidado de la columna vertebral.

Según lo que explicó, “la mayoría tenemos sobrepeso”. “Eso genera un deterioro mucho más rápido de la columna, y ni hablar del tipo de vida que llevamos con una enorme exposición a las pantallas”, puntualizó.

Emmerich se concentró en este tema y desarrolló que “estar muchísimo tiempo sentado y no realizar actividad física al aire libre, va en desmedro de la salud de la columna”. “En los últimos 40 años, en Argentina se vive un cambio: nos hemos occidentalizado muchísimo en nuestro consumo con una enorme dosis de azúcar y de los alimentos procesados. Además, hay una tendencia al sedentarismo que está generando muchísimos problemas de columna. La gran mayoría son problemas degenerativos”, manifestó.

“En nuestra organización tenemos mucha experiencia en la patalogía de la columna y en el último tiempo trabajamos mucho en dos áreas muy grandes. La primera se enfoca en los traumatismos de la columna: es decir, se concentra en las fracturas y las lesiones medulares. Después, otra cosa que hemos desarrollado muchísimo tiene que ver con los tumores de la columna, a través de nuevos tratamientos e innovadoras técnicas quirúrgicas”, finalizó Juan Pablo.