Monarquía; guardianas del glamour: los secretos de la moda en las cortes Reales Europeas

Una de las nuevas frases motivacionales que mejor resume el juicio que emitimos sobre el vestuario elegido por las celebridades es “No sabía que ponerme… y me puse contenta”. Solo así se explica que la reina Máxima de los Países Bajos sea siempre la favorita en las encuestas sobre moda. No es ella la de mejor cuerpo ni tampoco tiene un gusto refinado. Sin embargo, su actitud es arrolladora, la seguridad en sí misma, tranquilizadora, y la sonrisa, su mejor complemento.

Cada chica “royal” tiene lo suyo, claro. La reina consorte, la princesa de Gales y, en general, todas las damas de la corte británica pueden presumir de una sastrería impecable. Letizia es el equilibrio perfecto entre lo clásico y la innovación sin nunca pasarse de la raya. La princesa Victoria de Suecia es la “reina” del low cost elegante. Mary, la nueva reina de Dinamarca, busca la espectacularidad en las texturas y Matilde de los Belgas pone el foco en los colores, con aciertos y desaciertos en partes iguales.

Por otra parte, las reinas que ya cursan los 80, han hecho de lo clásico, una virtud. Sofía de España solo se saca el trajecito de chaqueta corta y falda en su refugio de Palma de Mallorca donde adopta el estilo hippie-chic. Beatriz de los Países Bajos no abandona sus trajes de chaqueta larga y tafetán pesado ni a palos y su gran amiga, la ahora retirada reina Margarita de Dinamarca, busca la teatralidad en los estampados y los bordados. Sonia de Noruega y Silvia de Suecia van por la vida con estilo Chanel y guardan los colores para las galas. Y Mónaco… es un tema aparte. Allí nadie se baja del caballito de la alta costura y desde Carolina, la gran dama que recientemente ha cumplido 67 años, hasta su sobrina, la princesa Gabriela, de apenas 9, van por las calles del principado como si de una pasarela se tratara.

La princesa Victoria de Suecia es la “reina” del low cost elegante/ Web

Claro que tantos metros de tela, tanto diseñador estrella y tanto abalorio tienen un costo. Es cierto que la tendencia es repetir, reciclar y reutilizar la ropa una y otra vez. Pero aún así las cifras son importantes.

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Todos los años, desde 2017, la publicación UFO No More realiza un análisis de lo que se pusieron y lo que gastaron las damas de la realeza. Más allá de que puede haber algunas inconsistencias, el resultado nos da una idea de la importancia que cada corte le da a los atuendos y de las preferencias de reinas y princesas.

En Mónaco, todas visten con alta costura, desde Carolina hasta la princesa Gabriela

Gracias a UFO sabemos que, entre vestidos, carteras, calzado, piezas de joyería y accesorios, las 19 damas principales de la realeza europea han estrenado 1739 ítems lo que ha significado un costo de 1.700.000 euros. A algunos la cifra les parecerá alta y a otros, baja. Pero lo cierto es que no tenemos historia para comparar. Antes de 2020 no se tenía tanta información como para poder identificar cada pieza y su precio. Luego, la pandemia limitó las apariciones a lo mínimo y recién en 2022 las damas salieron a lucir sus adquisiciones. Tengamos en cuenta que lo gastado ese año ascendió a casi 2,4 millones de euros así que la cifra del año que acaba de terminar nos indica que los gastos en ropa se están estabilizando. Los 700.000 euros menos que se han gastado hablan de que las se reutiliza y no solo lo recién estrenado sino que sacan del armario atuendos de décadas anteriores. Eso habla no solo de que lo bueno y clásico nunca pasada de moda sino de que hacen grandes esfuerzos por conservar la figura a pesar del paso de los años.

La reina Máxima de los Países Bajos es siempre la favorita en las encuestas sobre moda / Web

Aunque haya sido Letizia la integrante de la realeza que más ítems ha estrenado (un total de 162 ítems aunque solo se han podido identificar con precio a 128) no fue la que más gastó. Aproximadamente 60.000 euros gastó la reina de España en 2023 y, aunque no podemos jurarlo, la mayoría se ha ido en zapatos que parecen ser su debilidad. Hay que tener en cuenta que Letizia, junto con Máxima, es una de las consortes que más compromisos ha asumido a lo largo del año así que la cifra no parece escandalosa.

Máxima ha estrenado, a los largo del año, 116 piezas y gastado 51.000 euros. La mayoría, posiblemente, en tapados y capas. Se los hemos visto lucir en todos los colores y con el sello de diferentes diseñadores.

Letizia es el equilibrio perfecto entre lo clásico y la innovación sin nunca pasarse de la raya / Web

De las consortes hay dos que se han destacado por todo lo contrario: mucho gasto, ropa más cara y poca presencia. La gran duquesa María Teresa de Luxemburgo ha cambiado drásticamente su imagen. Siempre ha sido una mujer hermosa que ha elegido muy bien a diseñadores que destacaban sus virtudes y ocultaban sus quilitos de más. Pero en 2023 ha logrado su peso saludable y se ha animado a usar ropa más juvenil y atrevida. Bien gastados están los 106.000 euros que ha invertido, la mayoría en sacones, espolverinos y chaquetas de buen corte y estampados coloridos.

La que, por diferencia, se ha consagrado como la gran gastadora, si tenemos en cuentas sus pocas apariciones, es la princesa Charlene de Mónaco. Y de bien que hace. Charlene acaba de pasar por una depresión severa así que 2023 fue el año de su relanzamiento. Y ¿qué mejor para levantar el ánimo de una chica logrando que el espejo nos devuelva una imagen que nos guste? Charlene estrenó 155 ítems de los que se han identificado con precio solo 125 y en los que, según UFO, ha gastado 371.821 euros. Seguramente un buen pedazo de esa torta se lo llevan los cinco vestidos de gala, en su mayoría de Akris, que usó para los bailes del principado. A pesar de que los negocios del príncipe Alberto están en la mira siempre, ninguno de los ciudadanos de Mónaco va a cuestionar el gasto de Charlene ni el de sus cuñadas en ropa. Casi todos ellos van al local de Louis Vuitton como nosotros vamos a Pasaje Rodrigo, en La Plata, o a Alto Palermo, en Buenos Aires.

De las herederas consortes hay dos casos especiales: el de Kate, en Inglaterra, y el de Mary, en Dinamarca.

Es lógico que Kate haya renovado el vestuario al asumir funciones como princesa de Gales, título que ostenta a partir de la muerte de Isabel II a fines de 2022. Son 111.000 euros lo que ha invertido en el año que pasó. Las piezas no fueron tantas (110 identificadas) pero todas de excelente calidad. Los cuatro vestidos de fiesta incluyendo los de las celebraciones por la coronación de su suegro se han llevado buen parte del presupuesto y, aunque no se note porque son todos prácticamente iguales, Kate ha estrenado 16 tapados.

¿Le pasará lo mismo este año a la flamante reina Mary de Dinamarca? ¿Pasará de ser una de las princesas consortes más austeras (solo ha gastado 45.000 euros en 70 piezas) a una reina rutilante y gastadora? Es la gran intriga de 2024.

Matilde de los Belgas pone el foco en los colores, con aciertos y desaciertos en partes iguales / Web

Hemos cuantificado para los lectores el gasto en ropa pero ¿cuáles han sido los grandes hitos del año que pasó? Si tuviéramos que elegir, nos quedamos con Máxima y el vestido que lució en París en el último noviembre y que hizo que Brigitte Macron, exclamara “ ¡Magnificque!” al verla bajar del auto. Ese atuendo no tenía nada que ver con el elegante pero sencillo trajecito de la primera dama de Francia pero que la reina estuviera con semejante atuendo tenía una explicación: iba a inaugurar la muestra de esculturas de Iris van Herpen, una holandesa que también había sido diseñadora del vestido, una pieza con transparencias y plisados confeccionado con tecnología 3D.

La reina consorte, la princesa de Gales y las damas británicas presumen de una sastrería impecable

Nos resta ahora, luego de haber elegido el mejor, la antipática tarea de elegir al look que más nos ha hecho doler los ojos. Reconocemos que las damas principales no nos han dado motivo de disgusto en 2023 así que hemos ido a buscar el desastre del año entre las princesas segundonas y lo hemos encontrado en Bélgica. La princesa Delfina es una adquisición nueva de la realeza belga y se ha sumado a la familia real no por matrimonio sino con derecho propio: es hija del rey Alberto aunque concebida fuera de su matrimonio y dentro de una cama que no era la que compartía con la reina Paola. Delfina ha ganado el juicio de filiación y se ha convertido en princesa con derecho a asistir a los actos como cualquier otro hermano del actual rey. No sabemos si por su espíritu creativo o para reafirmar su lugar en la familia, la princesa nos suele “deleitar” con looks bastante excéntricos como el que llevó en la Fiesta Nacional el 21 de julio. Acaparó todas las miradas cuando subió al palco de honor con un camisero estampado en turquesa, rojo y amarillo y zapatos de plataforma y tacones Luis XIV a juego. El look era de Atelier Exc, marca con la que colabora y no solo era feo sino que “chingaba” en las costuras.

A veces, no es lo lindo o feo de un vestido lo que vale. Ni lo barato o lo caro. En el caso de las damas de la realeza, el mensaje que dan a través de lo que se ponen, supera las otras ponderaciones. El año que pasó estuvo lleno de significados ocultos que iremos desentrañando en las próximas entregas.

La que, por diferencia, se ha consagrado como la gran gastadora, si tenemos en cuentas sus pocas apariciones, es la princesa Charlene de Mónaco / Web