Sin sobrarle mucho, la Selección arrancó con triunfo

Primer objetivo cumplido: Argentina ganó en su debut en la Copa América, tras derrotar 2-0 a Canadá, en un partido duro, complejo y que más allá de la alegría por el triunfo le dejó algunas cuestiones tácticas a corregir.

Es que el partido no siempre favoreció a la Selección, que en muchos pasajes del partido sufrió a un rival que le propuso un juego directo y veloz que a veces fue un tormento. Pero la jerarquía de sus jugadores fue demasiado y cuando Leo Messi se enchufó asistió a sus compañeros para dos goles clave en el arranque y en el final del complemento.

Pero a Lionel Scaloni le estaba costando arrancar una competencia con victoria. No pudo en la Copa América pasada y tampoco en el Mundial. Lo hizo ahora en Atlanta y eso es un punto de partida y una barrera más derribada.

El partido se planteó con dos equipos con esquemas y tendencias opuestas. De un lado la Argentina, con la tenencia y la búsqueda del gol a través del manejo de la pelota y de buscar el espacio justo, el pase o el error rival para romper el cero. Del otro lado un rival muy peligroso, veloz y con un equipo compacto que fue capaz de defender con muchos jugadores y pasar al ataque en escasos segundos con la misma cantidad.

En ese primer tiempo la Selección tuvo una chance clarísima de gol: cuando Ángel Di María le robó la pelota a Cornelius y corrió 30 metros para enfrenar al arquero. Pero unos metros antes la pelota se le adelantó demasiado y por eso Crépau se quedó con la pelota en dos movimientos. Lo mismo hizo el “1” cuando un pelotazo frontal dejó a Julián Álvarez en idéntica posición.

Fue Di María el jugador más visible de los que estuvieron en cancha y Messi como al que le quisieron dar siempre la pelota pero nunca lo encontraron sin marca. De todos modos fue Alexis Mac Allister el jugador más lúcido y el único capaz de jugar a la misma velocidad y con criterio colectivo en campo propio y rival. Pero no supo encontrarse con los mencionados anteriormente, que intentaron por la derecha y él estuvo generalmente por izquierda.

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¡EL TOROOOOOOOOO!

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Canadá, que mostró ese juego directo y frenético, tuvo las mejores oportunidades de gol. Alphonso Davies empezó a atacar mucho por el lateral de Nahuel Molina y desde allí generó demasiado peligro para una Argentina que no pudo encontrarle la mano al problema, Un par de veces el rival falló, como el remate de Buckanam por el segundo palo o el tiro libre mal ejecutado por Davies. Pero en el final de ese período Dibu Martínez tuvo que hacerse gigante para evitar un gol de Estáquio cuando nada lo parecía evitar con su cabezazo desde el área chica.

En el arranque del segundo tiempo, seguramente por pedido de Lionel Scaloni, Mac Allister se paró más adelante y por eso Messi lo pudo habilitar, para anticiparse al arquero y dejarle el gol servido a Julián Álvarez, que se sacó de encima una racha de 13 partidos sin festejos, desde el Mundial de Qatar que no podía convertir. Lo hizo anoche para el 1-0, que le dio tranquilidad y mayor templanza al equipo.

Pero la Selección no pudo aprovechar los espacios que le dejó su rival, que se adelantó en el campo y propuso otro juego (hacer el campo más ancho) con el ingreso de Jacob Shaffelburg. Canadá siguió siendo un equipo veloz y muy decidido a atacar, lo que sorprendió totalmente a la Scaloneta, que sin la pelota, lento y corriendo siempre detrás de la pelota necesito, otra vez, que Emiliano Martínez lo salve de un empate que estuvo muy cerca. Sólo Messi pudo romper el partido con un mano a mano (excelente asistencia de Dibu) que no logró resolver de la mejor manera, idéntica resolución a falta de 10 minutos, cuando en lugar de cederle el gol a Lautaro probó con picarla: la pelota se fue a centímetros del palo derecho de Canadá.

Hasta que en el final llegó el segundo gol. Otra vez Messi como protagonista: una asistencia perfecta para que Lautaro Matínez, que ingresó de buena manera, definiera ante la salida del arquero. El 2-0 que ahora sí trajo tranquilidad y cerró un partido que dejó una sonrisa y algunas dudas respecto al futuro en la competencia. Algo notó el DT durante el partido y por eso tuvo que mover el banco, para reforzar la mitad de la cancha para recuperar lo que más rédito le ha dado en el ciclo: la pelota. Y, por ende, el triunfo en su debut en la Copa América.

Messi no jugó un gran partido pero fue determinante con dos asistencias perfectas