Relaciones a distancia: una forma distinta de vincularse con el otro

“No hay límites para el amor auténtico”, afirma un dicho. Muchas veces, el vínculo que mantiene unida a una pareja trasciende cualquier tipo de distancia y gracias a las facilidades que brinda la tecnología, las personas pueden relacionarse más allá de que se sitúen en lugares distintos. Una forma de llevar a cabo una relación es a distancia, la cuál es utilizada por muchos platenses para mantener encendida la llama del amor con aquellas parejas que viven en otra parte.

Es un proceso que puede ser complejo en algunos casos, ya que rompe con los esquemas tradicionales de relacionarse. La comunicación, la confianza, la responsabilidad afectiva y el adaptarse a un afecto distinto, son factores fundamentales para mantener firme la relación. El contacto se hace a través de plataformas virtuales como las redes sociales, WhatsApp, Zoom, entre otras tantas. Sin embargo y como toda situación de la vida, existen riesgos, ya que en algunas situaciones los vínculos se terminan quebrando. La distancia y los problemas de comunicación pueden terminar predominando sobre el sentimiento, ya que el tener un contacto diario a través del mundo virtual, puede provocar malos entendidos y hasta algunos “cortocircuitos” con el otro cuando la comunicación no es muy clara y precisa.

Existen dos tipos de relación a distancia: en primer lugar, está aquella relación en la que los protagonistas se conocieron personalmente y por razones de distinta índole, la distancia se interpuso y el contacto se realiza a través de plataformas virtuales; y en segundo lugar, está el vínculo que nace exclusivamente dentro del mundo virtual, donde las personas involucradas jamás se vieron cara a cara.

HISTORIAS

Francisco es un platense de 29 años que vivió una relación a distancia con una joven española que vivía en París, llamada Emma. Si bien mantuvieron un vínculo durante varios meses, ellos no llegaron a conocerse en vivo y siempre hablaron a través de aplicaciones. “Con Emma nos conocimos en un grupo de WhatsApp; estábamos hace rato pero nunca interactuábamos. Hasta que un día (no me acuerdo quién de los dos fue) uno le respondió algo al otro, nos empezamos a caer bien, y arrancamos primero con una amistad. Nos dimos cuenta que teníamos muchas cosas en común, y poco a poco fue surgiendo algo; hasta que decidimos dar el siguiente paso y hacer oficial la relación”.

Puede ser complejo en algunos casos, ya que rompe con los esquemas tradicionales

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Si bien todo transitó de la mejor manera y los mensajes eran a diario, terminaron separándose y actualmente mantienen una amistad: “Duró un par de meses la cosa y nos separamos más que nada por falta de comunicación; yo personalmente no soy muy interactivo que digamos vía mensaje y esa parte esa fue una de las razones por la cual dejamos el asunto. Ojo, terminó bien la relación. Hoy en día somos muy buenos amigos y nos seguimos riendo como antes”.

Si bien la experiencia le dejó un aprendizaje, Francisco agregó que no es fácil tener una relación a distancia: “Puedo decir por experiencia personal que las relaciones a distancia no son para cualquiera. Yo soy una persona de acciones más que de palabras, por lo que demostrar mi afecto vía mensajes me fue (y es) bastante complicado. También está el mismo tema de la distancia, que querés estar con la persona pero no podés; y más siendo de otro país. El salir con la otra persona, abrazarla, ver sus expresiones y felicidad cuando está al lado tuyo son cosas que lamentablemente no te podés permitir. Igual gracias a dios existen también las videollamadas, pero no es lo mismo”.

A su vez destacó que muchas veces, la desconfianza puede ser fatal para una relación a distancia y señaló que puntos se deben tener en cuenta: “Esto que voy a contar por suerte no me pasó ni sentí nada similar, pero hay casos en los que lamentablemente hay desconfianza por la distancia misma. Porque está la incertidumbre de no saber si te es o no fiel. Así que las claves, en mi opinión, para tener una relación a distancia sana y duradera son dos cosas: seguridad, y confianza. También dinero, por si querés hacer un viaje a conocer a tu pareja a distancia en persona”.

Por otro lado, dejó en claro que si bien es una manera distinta de vincularse, por el momento no volvería a tener una relación de este tipo: “Las relaciones a distancia no son lo mío. Tal vez si ambos fuésemos del mismo país y ciudad, cosa de que pudiésemos habernos visto en persona más tiempo, tal vez habría durado más la relación; pero éste es más mi punto de vista y cómo soy yo personalmente. Eso y que además era una relación cerrada. Pero a veces hablábamos del “atractivo” de personas o personajes de videojuegos, cómics, películas, y así y no había problema. Ya que una cosa es “admirar el atractivo y personalidad de una persona o personaje”, y otra muy distinta es “estar con otra persona al lado tuyo al mismo tiempo que estás en una relación a distancia”. Francisco también remarcó que si bien el vínculo fue profundo con Emma y de un gran compañerismo, no llegaron a tener sexo virtual.

Por su parte, Sebastián es otro platense que también tuvo su experiencia de transitar un vínculo lejos de su pareja. Tiene 29 años y a diferencia de Francisco, conoció a su novia personalmente y luego viajó en varias ocasiones para verla, más allá de también tener sexo virtual. Sin embargo, la distancia les jugó en contra con el paso del tiempo luego de casi 2 años de relación: “Fui a dar una clínica de música a Córdoba y Luciana trabajaba en una radio. Ahí nos conocimos y seguimos la charla por redes sociales. Después nos pasamos los teléfonos y empezamos a hablar, yo empecé a viajar para verla y al tercer viaje ya nos pusimos de novios. La relación duró un año y dos meses oficialmente. Sin contar lo oficial duró casi dos años”, destacó. Por otro lado afirmó que se veían cuando él viajaba en vacaciones o feriados, pero que le fue difícil tener una relación a distancia. Además contó los factores que desencadenaron en que él le ponga punto final a la pareja: “Terminamos en buenos términos y seguimos charlando de vez en cuando. No hay posible regreso por una cuestión geográfica y de desgaste, porque cada uno hace su vida. Todo terminó muy bien y con mucho cariño. La separación fue por un desgaste por la relación a distancia, que fue muy difícil. Sino teníamos el teléfono encima no nos podíamos comunicar o vernos. Era bastante difícil. Después la falencia de la relación fue también que yo era el que viajaba y ella no. No venía para La Plata y creo que si ella hubiese venido para acá, la relación hubiese seguido. Por eso yo tomé la decisión de cortar la relación”.