Gimnasia vs Belgrano.- El Lobo cambió a tiempo y se quedó con todo

ENVIADO ESPECIAL A CÓRDOBA

fache@eldia.com

Ganó bien Gimnasia. Muy bien. Si bien fue menos que Belgrano en la primera mitad, una tarjeta roja cambió todo. Y ahí también un mérito, porque muchas veces sobra un hombre, falta espacio y la pelota estorba. Gimnasia construyó con la paciencia de una araña una victoria valiosa desde el juego y desde el valor anímico. Otra vez, el Lobo volvió a sentirse feroz, gracias al desequilibrio de Norberto Briasco, la clase de Lucas Castro, la habilidad de David Zalazar y una construcción colectiva que ayudó al festejo final.

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“Siempre pensamos en que podemos ganar, porque depende de nosotros”

Dentro de las imprecisiones de los primeros minutos, Belgrano se mostró más convencido de que el arco de Ledesma era el real objetivo Celeste. Así, un centro desde la derecha de González Metilli tuvo el cierre de cabeza de Juan Cruz Cortazzo, que jugó con el peligro del gol en contra. En ese inicio de juego, al menos en base a pelotas paradas pudo Belgrano meterse en el área del Lobo.

Al Lobo le costó una enormidad abastecer con pelotas de calidad a Matías Abaldo y Norberto Briasco. En un partido con mucho juego directo y con mediocampos de transición, Martín Fernández no fue el dueño del círculo central y el equipo no logró imponer las condiciones del juego.

Lucas Castro ingresó de buena manera y le dio el triunfo a Gimnasia / Prensa Gimnasia

Después del reclamo de una mano en el área albiazul llegó la mejor jugada del primer tiempo. Un centro de Matías Suárez, que se sacó la marca en una baldosa, encontró el anticipo de cabeza de Uvita Fernández que desvió la pelota cuando Ledesma no tenía nada que hacer. Pasó muy cerca.

Creció el Pirata en el juego y Ledesma le sacó al córner un bombazo a Compagnucci, después de una buena construcción del local desde el juego de Fernández. Fue una muestra de que Belgrano fue dueño del primer tiempo sin generar tantas situaciones de gol. Gimnasia nunca encontró el juego en esos 45 minutos iniciales y sufrió la jerarquía individual de Suárez, que cada vez que pido sacó a pasear el pibe Cortazzo.

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El deseo de incorporar algo más en el mercado para prenderse

Recién sobre el final pudo llegar Gimnasia con una buena acción desde la derecha de Juan Pintado que terminó en un centro. Sin embargo, la mejor noticia no llegó desde una acción propia. Nicolás Merino estaba amonestado por una fuerte infracción, lo bajó a Norberto Briasco y amarilla más amarilla da roja. Que Belgrano haya terminado el primer tiempo con un hombre menos fue la mejor noticia que un opaco equipo albiazul podía recibir.

Para la segunda mitad, los entrenadores tomaron decisiones. Cómo Belgrano se quedó con diez, Real puso a Delgado y sacó a Matías Suárez, el mejor jugador de Belgrano hasta ese momento. Y Méndez, rápido de reflejos, sacó a Cortazzo, amonestado, para poner a David Zalazar, cambiar el sistema y animarse a más. Gimnasia puso el juego en campo rival y Norberto Briasco exigió abajo al arquero paraguayo Espínola en la primera acción de riesgo para el Tripero en la noche cordobesa.

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Briasco tuvo su chance desde el arranque y dejó buenas sensaciones

Al Pirata lo levantó su gente y casi convierte Uvita Fernández en una contra que tuvo a la defensa albiazul mal parada. Y en la siguiente, Norberto Briasco se amacó, enganchó, vio el hueco, le pegó y el palo salvó a Belgrano, mientras todo Gimnasia no podía creer que no había sido palo y gol.

Fue otro partido, porque Gimnasia fue más ambicioso, armó circuitos de juego con Garayalde, Zalazar y Briasco para buscar el arco rival, aunque sin descuidarse porque Belgrano podía ser peligroso, aunque tampoco estaba ya Uvita Fernández, reemplazado por Franco Jara.

Lo buscó el Lobo por todos lados ante un rival cansado y previsible. Méndez decidió variantes con los ingresos de Lucas Castro y Juan Cruz Esquivel por Nicolás Garayalde y Norberto Briasco, el mejor de Gimnasia en la noche de Alberdi. El Lobo movió la pelota de izquierda a derecha, de un lado al otro, buscando huecos. El travesaño salvó a Belgrano ante un cabezazo de Lucas Castro.

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Metió segunda al hilo lejos del Bosque

Con el clima cada vez más caliente contra las decisiones del DT local Juan Cruz Real, el Lobo siguió buscando su chance. El juvenil Fabricio Corbalán ingresó en lugar de Gallo para jugar los últimos minutos del partido.

El final fue todo del Tripero, moviendo la pelota de un lado al otro, buscando huecos y pases. Lo tuvo Esquivel y hubo rebotes, siempre una pierna terminaba salvando a Belgrano, pero en el final Lucas Castro tuvo lucidez para pisar el área y rematar cruzado, a dónde ya nada podía hacer el arquero. El derechazo se metió contra el caño derecho de Espínola. El 1 a 0 justo tuvo un gran festejo, acorde a un partido que cambió por una roja pero que el Lobo mereció ganar.

Espínola, con una gran atajada, le ahogó el segundo grito al Ratu Zalazar. Ya no importó, porque el Tripero se quedó con un triunfo tan merecido como festejado.

El informe de Facundo Aché, enviado especial en Córdoba