Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Temas |CON SU ESPOSA, ESTEFANÍA DE LANNOY, A SU LADO

Cambio de era en Luxemburgo: Guillermo V, el nuevo gran duque de Luxemburgo

Con apenas 43 años, asumió el trono tras la abdicación de su padre, Enrique. Educado en letras y ciencias sociales, el monarca inicia una etapa de renovación para uno de los países más prósperos y discretos del continente

Cambio de era en Luxemburgo: Guillermo V, el nuevo gran duque de Luxemburgo

Las fotos oficiales de la asunción al trono

VIRGINIA BLONDEAU
Por VIRGINIA BLONDEAU

12 de Octubre de 2025 | 05:04
Edición impresa

Nuevos vientos soplan en un pequeño paraíso del centro de Europa. Y como en todo paraíso, los cambios fueron recibidos con algarabía y esperanza. Estamos hablando de Luxemburgo, uno de los países más pequeños de la Unión Europea y, también, uno de los más ricos que, desde el pasado 3 de octubre, tiene un nuevo monarca: el gran duque Guillermo V.

Guillermo tiene 43 años y sucede a su padre, el gran duque Enrique. Como es lógico, accedió a la mejor educación posible y se preparó toda su vida para este momento. Recibió instrucción militar y educación en las ciencias “duras” pero dirá el tiempo si, ante una crisis, tiene suficiente aplomo. Por ahora lo hemos visto siempre más orgulloso de su formación en letras y ciencias sociales y más dedicado a la lectura de novelas históricas que al pesado oficio de reinar.

Guillermo se casó “bien”. Contrariamente a la mayoría de los actuales monarcas europeos (incluido su propio padre) que se casaron con plebeyas, Guillermo eligió a Estefanía de Lannoy, hija de un conde belga. Se casaron en 2012 y al provenir ambos de familia numerosa y ultra católica se suponía que en un lustro el palacio estaría plagado de niños. Pero, como ya les contamos en estas páginas, los heredero se hicieron esperar y el príncipe Carlos, actual heredero al trono de Luxemburgo, llegó el 10 de mayo de 2020 y tres años después lo hizo su hermano, el príncipe Francisco, llamado así por el papa argentino.

Luxemburgo fue un país signado por las cuestiones hereditarias. A lo largo de los siglos había sido un estado dependiente de Francia, de España o de Alemania hasta que en el siglo XIX se convirtió en estado independiente pero como parte del Benelux, la unión de Bélgica, los Países Bajos y Luxemburgo. Una independencia relativa porque si bien un príncipe Nassau estaba a cargo, éste dependía del rey Guillermo III de Holanda. Hasta que, en 1890, este rey se muere sin descendencia masculina y, como la constitución luxemburguesa no permitía que reinaran las mujeres, se designó como nuevo soberano a Adolfo I, quien inauguró la dinastía de los Nassau Weilburg.

Adolfo tenía un hijo varón, Guillermo Alejandro, así que la descendencia estaba asegurada. Pero resulta que el muchacho tenía 41 años y seguía soltero. Cuando papá lo obligó a casarse lo hizo con una princesa portuguesa bonita pero algo mayor. Que María Ana de Braganza hubiera pasado los 30 años no era un buen augurio de fertilidad. Sin embargo antes del año de la boda dio a luz a María Adelaida, una princesita que no podía ser heredera del trono. El segundo embarazo se hizo desear pero a los dos años nació Carlota, otra niña. No sabemos si el matrimonio estaba enamorado pero no hay duda que en el lecho había gran actividad porque enseguida María Ana volvió a embarazarse pero… de otra niña. Y así año tras año hasta completar seis bonitas princesas que, dinásticamente hablando, eran completamente inútiles.

Para evitar que el trono recaiga en un primo lejano del gran duque, Luxemburgo derogó la ley sálica y luego de la muerte de Guillermo Alejandro, en 1912, María Adelaida se convirtió en gran duquesa reinante.

Su reinado estuvo signado por la Primera Guerra Mundial de la que no salió indemne. Fue acusada de colaborar con los alemanes, y se exigió su renuncia. En 1919 abdicó en su hermana, la gran duquesa Carlota, y, al borde del colapso un poco por su fracaso y otro poco porque había muerto en combate un gran amor misterioso, se metió a monja de clausura. Murió muy joven mientras su hermana reinó durante 45 años con mucha mejor cintura política.

La gran duquesa Carlota inició la tradición de abdicar en su sucesor al llegar a la edad de la jubilación. Lo hizo en 1964 en su hijo Juan quien, a su vez, abdicó en 2000 en su hijo Enrique. De modo que cuando el año pasado, a sus 70 años, éste anunció que era momento de que Guillermo asumiera el protagonismo, no sorprendió a nadie.

Después de 25 años en el trono Enrique y su esposa, María Teresa, contaron que piensan viajar, pasar más tiempo con sus nietos y dedicarse a la filantropía y al deporte recreativo. Está de más decir que no cobran la jubilación mínima, no dependen del Anses ni tienen Pami así que gozarán de un estupendo retiro.

Los actos del fin de semana pasado comenzaron con la firma de la abdicación y la asunción al trono del gran duque Guillermo V de Luxemburgo. No fue una coronación pomposa como la inglesa pero tampoco el frío acto de traspaso de Juan Carlos a Felipe, en España. Hubo sonrisas, abrazos y alguna lágrima contenida.

Participaron de la ceremonia hermanos y tíos del nuevo gran duque y los monarcas del Benelux: Guillermo Alejandro de los Países Bajos, con Máxima y su hija, y Felipe, rey de los belgas, también con consorte y heredera.

El viernes finalizó con una cena de gala. El protagonismo se lo robaron las jóvenes herederas Amalia, de los Países Bajos, y Elizabeth, de Bélgica. Ya las habíamos visto en otras cenas pero es que juntas, con esos vestidos que no tenían ni un centímetro de tela sin brillos y las joyas de la corona, se necesitaban anteojos negros para no encandilarse. Su presencia, de todas formas, no opacó a la flamante gran duquesa Estefanía que repitió, a la noche, el vestido de la mañana, un trabajadísimo vestido de alta costura de Elie Saab de color celeste como la bandera de los Nassau.

Festivales de música, saludos desde el balcón y una misa completaron el fin de semana. Y desde el lunes, pareja, a reinar. No la van a tener fácil. Guillermo no tiene la presencia de su padre y a Estefanía parece faltarle el toque “brujeril” de su suegra. Sin embargo, detrás de esa dulzura innata, se adivina un carácter decidido. Será, sin duda, la nueva alma máter del paraíso y, en lo sucesivo, gran protagonista de estas páginas. ¡Buenaventura a los grandes duques de Luxemburgo!

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE a esta promo especial
Multimedia

Las fotos oficiales de la asunción al trono

Las seis princesas de Luxemburgo

Las princesas Amalia y Elizabeth en Luxemburgo

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Full Promocional mensual

$690/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6470

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme

Básico Promocional mensual

$530/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $4190

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme
Ver todos los planes Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional mensual
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$530.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $4190.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla