El mate; la bebida que sorprende a la ciencia: por qué hidrata tanto como el agua y compite con las isotónicas

El mate es más que un ritual cotidiano: es un elemento cultural que viaja de mano en mano y acompaña jornadas enteras. Pero ese mismo hábito masivo despertó la curiosidad de investigadores, que comenzaron a preguntarse si esta infusión —tan cotidiana que a veces pasa desapercibida— guarda beneficios fisiológicos que la ubican por encima de lo que se creía. Hoy es el Día Nacional del Mate en Argentina, en homenaje al caudillo guaraní Andrés Guacurarí, quien fue un impulsor de la producción y comercialización de la yerba mate. Más allá de lo expuesto, entre los interrogantes planteados, uno comenzó a ganar protagonismo: ¿hasta qué punto el mate hidrata?

La pregunta dejó de ser anecdótica cuando distintos estudios empezaron a mostrar que la capacidad hidratante del mate, especialmente en su versión fría como el tereré, puede ser equivalente a la del agua e incluso competir con bebidas isotónicas. Lo que parecía una exageración popular comenzó a consolidarse como un dato fisiológico: la infusión es una bebida hipotónica, con baja carga de solutos y casi sin sodio, condiciones que facilitan su absorción rápida.

EL MATE FRENTE AL AGUA Y A LAS BEBIDAS ISOTÓNICAS

La ciencia midió osmolaridades cercanas a 120–130 mOsm/kg en cebadas iniciales de tereré, muy por debajo de los 280–300 mOsm del plasma humano. En términos prácticos eso ubica al mate como una bebida capaz de hidratar de manera eficiente, sin la necesidad de agregar solutos o electrolitos. Y un ensayo con deportistas comparando mate frío con agua encontró que ambas bebidas mantuvieron idénticos parámetros de hidratación, sin diferencias en volumen urinario ni composición corporal.

Frente a las bebidas isotónicas, el contraste es más matizado. Las deportivas tienen una osmolaridad mucho más alta y suelen contener azúcares y sodio añadidos, lo que las vuelve útiles tras actividad física intensa. El mate, en cambio, ofrece una alternativa natural sin calorías, sin sales y con el plus de compuestos bioactivos. Para quienes buscan hidratarse de manera continua durante el día, la infusión aparece como una opción tan efectiva como más ligera.

UNA INFUSIÓN CON NUTRIENTES Y ANTIOXIDANTES

Aunque la mayoría del consumo es líquido, la yerba mate aporta una lista interesante de nutrientes: potasio, magnesio, calcio, fósforo y pequeñas cantidades de vitaminas del complejo B. La infusión transfiere parte de esos minerales al agua, y aunque su aporte calórico es prácticamente nulo, el perfil bioquímico de la bebida contiene elementos valiosos para el equilibrio metabólico.

LE PUEDE INTERESAR

Desayuno y merienda con “potencia”: lo que hay que elegir para tener energía

LE PUEDE INTERESAR

Qué piensan los adolescentes argentinos: entre casinos en línea, miedos y el mundo del trabajo

¿Mate frío o agua? Informe encontró que ambas bebidas mantuvieron idénticos parámetros

El mate también es una de las infusiones con mayor carga de antioxidantes dentro del consumo cotidiano sudamericano. Los polifenoles y flavonoides que libera la yerba en el agua tienen un impacto directo en el aumento de la capacidad antioxidante del plasma, un efecto medido en varias investigaciones. Además, sus alcaloides —como la cafeína y la teobromina— suman efectos estimulantes y vasodilatadores moderados.

IMPACTO EN EL METABOLISMO, EL PESO Y LA ENERGÍA

Distintos estudios en humanos y animales muestran efectos metabólicos significativos del extracto de yerba mate: reducción de masa adiposa, mejoras en el perfil lipídico y modulación de la sensibilidad a la insulina. En personas con sobrepeso, suplementaciones controladas lograron disminuir la grasa corporal y mejorar la relación cintura-cadera. Aunque no se trata de un adelgazante directo, sí aparece como un coadyuvante interesante dentro de estrategias de control de peso.

Su combinación de cafeína, polifenoles y saponinas también explica su capacidad para mejorar la energía y la concentración sin los picos abruptos del café. Beber mate de manera regular favorece un estado de alerta sostenido, con un estímulo más estable. Y, al mismo tiempo, mantiene hidratado al organismo, algo que influye directamente sobre el rendimiento cognitivo.

EFECTOS CARDIOVASCULARES Y PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES

Una línea de investigación que crece está vinculada a la salud cardiovascular. La yerba mate ha mostrado aumentar el colesterol HDL —el llamado “colesterol bueno”— y reducir la oxidación del LDL, uno de los factores que aceleran la aterosclerosis. Este doble efecto antioxidante y antiinflamatorio le da un lugar dentro de las bebidas con potencial protector, aunque los científicos señalan que hacen falta más estudios a largo plazo para consolidar esta evidencia.

También se observan beneficios en la función endotelial y en la disminución del estrés oxidativo general, dos elementos claves para prevenir enfermedades crónicas. El mate, como parte de un estilo de vida equilibrado, suma pequeñas pero constantes mejoras que, acumuladas con el tiempo, podrían tener impacto en la prevención de problemas metabólicos y cardiovasculares.

UNA BEBIDA FUNCIONAL QUE YA ESTABA ENTRE NOSOTROS

En un mercado global que busca bebidas naturales, bajas en calorías y con compuestos bioactivos, el mate aparece como un candidato inesperado pero sólido. Hidrata como el agua, compite en algunos escenarios con bebidas deportivas y, además, ofrece antioxidantes, minerales y una estimulación suave y sostenida.

La ciencia todavía avanza sobre muchos de estos efectos, pero las conclusiones preliminares son claras: el mate no solo es tradición, también es una bebida funcional con impacto real en la hidratación y la salud. Y quizá lo más interesante es que nada de esto requiere modificar el ritual: alcanza con seguir cebando, como siempre.