El pueblo con viñedos, lagunas y tradición criolla ideal para un fin de semana largo

Entre el mar y la llanura, hay una localidad en la Provincia que aparece como un refugio donde la identidad criolla se mezcla con propuestas naturales y gastronómicas que ganan cada vez más protagonismo. Con paisajes amplios, estancias históricas y vinos emergentes, es un destino perfecto para una escapada con impronta bonaerense.

Entre estancias centenarias, viñedos emergentes y lagunas ideales para pescar, General Madariaga se posiciona como un destino rural imperdible. Ubicado al sudeste bonaerense, este pueblo gaucho combina historia, naturaleza y gastronomía regional para disfrutar en cualquier época del año.

En General Madariaga el gobierno de Axel Kicillof inauguró el nuevo edificio de la Escuela Secundaria N°5, que llevó una inversión de $456 millones. Las obras permitieron que la escuela “Argentino Luna” tenga su propio edificio para albergar a 314 estudiantes en ambos turnos. 

Las instalaciones cuentan con seis aulas, laboratorio, biblioteca, SUM, cocina y patio. El establecimiento inaugurado en Madariaga es del edificio educativo N°259 construido  en la Provincia desde el inicio de la gestión.

Un entorno natural privilegiado

Con más de 67 lagunas y una extensa red de humedales, General Madariaga atrae a quienes disfrutan de la pesca, la observación de aves o el senderismo. La Salada Grande, ubicada en el límite con General Lavalle, se destaca por su biodiversidad y por ser una Reserva Natural y Refugio de Vida Silvestre Complementario. Allí se pueden pescar mojarras, tarariras y pejerreyes.

Patrimonio rural y memorias vivas

Fundado en 1907, el pueblo lleva el nombre del militar correntino Juan Madariaga. Su trazado inicial nació junto a la estación del Ferrocarril del Sud. Hoy, el espíritu criollo se mantiene vivo en estancias como El Tala o La Florida, donde aún resuenan historias de campañas del siglo XIX. La Invernada, restaurada por la Municipalidad, recupera ese legado con visitas guiadas y eventos como el Concurso de Asadores.

Viñedos y sabores con sello local

El desarrollo vitivinícola también llegó a Madariaga. La reconocida Bodega Gamboa —originaria de Campana— plantó nuevas cepas de Pinot Noir y Chardonnay en un predio de seis hectáreas, apostando por una producción sustentable y de calidad. Esto refuerza el perfil enoturístico del distrito.

Además, la Ruta Turístico-Gastronómica integra productores locales que elaboran cervezas artesanales, embutidos y quesos. Destaca la fábrica Dillon, con una producción diaria de 1.200 litros de cerveza, y los kiwis de Macedo, que motivaron la Fiesta Regional del Kiwi cada mayo.

Cultura viva y turismo todo el año

Durante el año, hay propuestas como ferias rurales, visitas a museos —como el Histórico del Tuyú o Laten K Aike— y circuitos de campo en Juancho y Macedo. También funciona el tren turístico que une Madariaga con Pinamar, una experiencia ferroviaria con valor patrimonial y turístico.

General Madariaga no solo invita al descanso, sino a un reencuentro con lo profundo: la naturaleza, la historia y el espíritu bonaerense en estado puro.