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La Ciudad |Ojos que no ven, paladar que sí siente

En alerta por el servicio del agua: cómo es vivir bajo el riesgo del arsénico

Preocupación entre los vecinos de los barrios señalados. Desconocimiento, soluciones de momento y el valor de ser precavidos. Analizan hacer un informe por su cuenta

Sergio Pomares
spomares@eldia.com

10 de Agosto de 2025 | 02:44
Edición impresa

“Agua, cómo te deseo. Agua, te miro y te quiero”. Pero de bidón. Así es la realidad en algunos barrios de Gonnet, City Bell y hasta en algunas cuadras del casco urbano. ¿Por qué? Por el alto nivel de contaminación, especialmente de arsénico, que se informó tras un estudio del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), solo usan el agua de canilla para bañarse o limpiar el hogar, ni cerca para cocinar y mucho menos beber ni pensar para las mascotas.

El último informe del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) sobre agua contaminada en La Plata, aunque no cuenta de cuál acuífero se tomó la muestra ni qué metodología utilizaron, alertó a los vecinos en las zonas afectadas. Preocupación, desconocimiento, soluciones de momento y el valor de ser precavidos.

Desde el Instituto revelaron niveles de consumo ubicados entre los 10 a 50 partes por billón (ppb) de arsénico en el agua. En la Ciudad, varios puntos promediando entre 12 a 15 (ppb). ¿Qué es lo recomendable? Números por debajo de la decena. Es “normal” en el cuerpo tener hasta 3 μg/L, pero superando los 12 ya es una exposición significativa. Aunque la duda en los vecinos está si los abastece el pozo de 20 y 489, el acueducto Norte -que pasa por 489- o ambos.

Parte de ese informe son análisis que ITBA hizo de la napa freática, no de agua corriente. Existen igual denuncias ante el Defensor del Pueblo, la Autoridad del Agua y ABSA (Aguas Bonaerenses SA), responsable esta última del suministro potable. Les exigen mayor inversión, datos, aunque desde el ente indican que realizan “análisis periódicos” y los “valores están dentro de lo permitido por las normativas regulatorias”. Eso sí, sin tomar caso al archivo de ITBA.

Una amenaza invisible

En los últimos días, El Día recorrió los barrios en donde se relevaron valores preocupantes en el agua. En Gonnet, por ejemplo, se registraron 13 ppb en 495 entre 27 y 28 (agua de red) y 26 ppb en 20 entre 489 y 490 (agua de pozo). Ambos exceden el límite seguro, por lo que sostuvo ITBA.

Cintia, vecina de la primera dirección, explicó: “Estaba enterada, pero hace años que no consumo agua de red. Me ha pasado en otros barrios, en Villa Castells, de napas salinizadas. Los perros también toman agua del bidón. Solo uso la de canilla para el lavarropas, bañarme y limpiar”.

Cristofer, de la misma cuadra, agregó: “En el trabajo hablamos mucho del tema. En casa usamos dispenser hace años. Solo me baño y lavo con el agua del tanque. Por el arsénico o el cloro, no se puede tomar”.

En 489 y 20, Roberto, almacenero del barrio, se sinceró: “Los tanques tienen sarro. La delegación reparte bidones, también a la altura del tanque de ABSA. En mi caso no sabía lo del arsénico, pero hace años que el agua de la canilla no se puede tomar”.

Enterarse por el diario

En algunos casos, la información llegó tarde o ni siquiera. En El Rincón, sobre 443 bis y 133, el análisis de un pozo arrojó 14 ppb. En el casco urbano, en 16 entre 60 y 61, se detectaron 12 ppb.

Gastón, comerciante de El Rincón, describió la situación: “El agua viene por bombas, por las napas del Puelche (NdR: a 55 metros bajo tierra, donde perfora la mayoría). No estábamos enterados, pero si se corta la luz no vuelve y muchas veces estamos días sin servicio. Es alarmante, aunque no sabemos si es propio de esas napas o del lugar donde se hizo el estudio. Yo voy a seguir tomando agua de la canilla hasta que alguien me diga que esto hace mal. Por ahora, nadie. El año pasado los registros dieron bien”.

“No podemos tomar agua porque tiene sarro en cantidades que tapona las cañerías”

Roberto, almacenero de 20 y 489

Lidia, vecina y jubilada, se enteró del problema leyendo el diario. “No sabía. Me enteré por los vecinos, por la nota de El Día. Y ahí también supe de los problemas de salud. Normalmente usaba agua corriente, pero ahora compro bidones. Vivo sola y es un gasto extra que se siente”, dijo con resignación.

En todos los casos, la incertidumbre es el denominador común. Las familias, especialmente en la zona norte de la Ciudad, comenzaron a organizarse por WhatsApp para encargar análisis particulares. Buscan saber, con precisión, cuánto arsénico hay en su cercanía. Pero esa búsqueda suele chocar con la falta de información oficial clara y actualizada.

Riesgo y maldita costumbre

El problema del agua contaminada no es nuevo. Se arrastra desde hace décadas y afecta, en mayor o menor medida, a buena parte del país. En La Plata, la combinación de agua de red y perforaciones individuales, sumado a la falta de controles rigurosos, agrava el escenario.

Mientras tanto, ellos conviven con la contradicción: tener agua en la canilla, pero no poder confiar en ella. Los vecinos -por lo menos de la zona norte- se reúnen o contactan vía Whatsapp para poder lograr su propio estudio y tener en claro los números de cuánto arsénico hay en su cercanía, ya que hasta el momento desconocen en qué parte y cuándo asistieron desde el Instituto -en teoría, hace más de dos meses-.

“No sabía que había arsénico en el agua. Me enteré por los vecinos y cuando salió la nota en el diario”

Lidia, vecina jubilada

A la par que integrantes de la Mesa Vecinal del Agua que pidieron que se reabra el Observatorio del Agua para monitorear la calidad del servicio; las exigencias a ABSA están a la orden del día. Ese estudio privado podría hacerse en el laboratorio del Camino Belgrano, como también se hacen análisis del agua en la Facultad de Exactas de la UNLP.

Uno de cada tres argentinos bebe agua domiciliaria que contiene arsénico, y detalla que 17 millones de argentinos la consumen en forma regular. La ingesta permanente de arsénico puede tener efectos graves en la salud, incluyendo problemas cutáneos, cardiovasculares y reproductivos, además de poseer potencial carcinógeno reconocido en humanos. No se ve en el momento pero el daño a la larga se siente.

 

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Roberto atiende un almacén en Gonnet / EL DIA

aLARMA en Gonnet

eN distintos barrios de la Zona Norte de La Plata no pueden ingerir el agua de la canilla / EL DIA

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