Los números que muestran con crudeza el rostro de la crisis

En el Gran La Plata el desempleo trepa al 9,5 por ciento. Y ese número lo transforma en el sexto conglomerado urbano del país en el nada envidiable ranking de desocupación nacional.

La traducción de ese guarismo resulta mucho más cruda: significa que 76 mil personas tienen problemas de empleo. De ellas, 37 mil son directamente desocupadas y otras 39 mil buscan afanosamente otro trabajo frente a la necesidad de mejorar sus ingresos.

Esos datos duros surgidos del último informe del INDEC correspondientes al segundo trimestre del año, registran otro aspecto inquietante. En comparación con el primer tramo del año, la desocupación trepó otro 1,7 por ciento.

El análisis oficial indica que los problemas de empleo se han agravado en lo que va del año en la región. En el último trimestre de 2017, la desocupación había alcanzado un piso del 5,9 por ciento. Así, en seis meses aumentó casi 4 puntos.

La cuestión es por demás compleja y preocupante. Pero todos los analistas dicen que lo peor, en materia de desempleo, está por venir.

RECESIÓN

El proceso de estanflación (recesión más inflación), se está haciendo sentir con fuerza en La Plata. Numerosos comercios han bajado las persianas y la caída del consumo se ha hecho evidente conforme avanzó la crisis económica empujada por la corrida cambiaria.

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El complejo escenario enciende luces de alerta para el oficialismo. En términos políticos, el triunfo electoral de Cambiemos en la Ciudad el año pasado se dio justo en el momento en el que el desempleo venía cayendo en forma sostenida. Ahora, como contracara, el aumento de la desocupación parece fusionada con el creciente malestar social frente al oficialismo que registran todas las encuestas.

Esta realidad empujó a la Comuna a abrir una instancia de diálogo con fuerzas políticas y sociales. Mañana habrá una segunda ronda en la que se abordarán las principales temáticas que tienen que ver con cómo sostener a los sectores sociales más vulnerables y, además, buscar la forma de apuntalar a las Pymes, que son las principales generadoras de mano de obra.

CRISPACION

Frente a un escenario de crispación, la política no ha dejado de moverse. Con un oficialismo embarcado en mostrar gestión en momentos complejos, la oposición avanza con un puñado de definiciones.

La pata platense del Peronismo Federal va consolidando un espacio, aunque en las últimas horas el armado se sacudió con un lanzamiento no esperado. El concejal massista Luciano Sanguinetti anunció que dará la pelea por la Intendencia y sumó un nombre a una lista en la que bien podrían aparecer el ex edil José Arteaga y otra concejal, Lorena Riesgo.

En medio de la angustia económica que aflige a amplios sectores sociales, el Concejo Deliberante acaba de adoptar una medida por demás polémica. Dejará de reunirse todas las semanas para hacerlo cada 15 días. Existen razones que, según los ediles, justifican esa decisión que levantó enorme polvareda. “Permitirá trabajar mejor todos los temas”, señalan.

Pero la medida parece surgir a destiempo, en pleno malhumor social. Deja un mensaje de parte de la política al menos inapropiado en estas etapas de penurias y pesares.

Y además expone a los propios concejales frente a los crecientes reclamos de los vecinos, que exigen a sus representantes un esfuerzo doble ante un panorama social en el que las demandas se han multiplicado.

“La situación es preocupante, pero todos los analistas dicen que lo peor en materia de desempleo está por venir”