Al que quiere “celeste”...

Se sabe bien que los amistosode pretemporada no son parámetro de nada, y más, cuando es el primero. Casi siempre se viene de semanas con doble y triple turno, y los jugadores deben empezar a aflojarse e ir tomando ritmo. Ahora bien, más allá de esto, siempre se puede ver algo de lo que hay (a veces de lo que queda) en un plantel.

No es nuevo que Gimnasia necesita refuerzos. De hecho, el propio técnico Darío Ortiz lo dijo 24 horas antes del amistoso, que por ejemplo pidió “un” nueve. Todavía no llegó nada, y en cambio se fueron los dos delanteros titulares de la Superliga y la Copa de la Superliga, que terminaron jugando en muy buen nivel. Tal es así que a Jan Hurtado lo quieren de Europa y en nuestro país nada más y nada menos que Boca, que con su billetera gorda no para de acumular delanteros, pero como todo equipo grande siempre se quiere llevar también al que está de moda. Y a Santiago Silva que pisando los 40 años lo vinieron a buscar de Argentinos Juniors y Atlético Tucumán, aunque la prioridad había dicho que la tenía Gimnasia. Pero, “puede fallar” dijo alguien alguna vez y las prioridades a veces tienen precio...

Dicho esto, se puede empezar a explicar algo de lo que se vió ayer en la fría y gris mañana en el Bosque. Primer ensayo formal de pretemporada para los del Indio Ortiz. Dos tiempos de 25 minutos cada uno ante Temperley que terminó en empate, 1 a 1. Y en esta primera alineación dos de las tres caras nuevas qué hay. Leonardo Morales que se ubicó como lateral derecho de una línea de cuatro. Marcó y cuando pudo pasó al ataque aunque está claro, aún debe soltarse. Matías García movedizo, lleno de intenciones y buscando darle buen destino a la pelota, tratando de encontrar a ese “socio” con quien armar una pared.

El resto, todo conocido, con la salvedad que a falta del nueve que espera Ortiz, ayer se puso el “traje de Silva”, Brian Mansilla, que terminó siendo peligroso, pero no es un jugador para darle la responsabilidad de ser el 9 de un equipo que deberá luchar para mantener la categoría. Mansilla puede acompañar bien por afuera, pero se necesita una referencia adentro del área riva. Igualmente, se las ingenió para generar peligro, y hacer un golazo.

Temperley jamás incomodaría en los 50 minutos de fútbol al Lobo por que prácticamente no llegó al arco gimnasista, pero se la complicó a los locales de entrada. Iban 10 minutos cuando Cerutti de tiro libre aprovechó una barrera que dejó sus dudas en la conformación y un Alexis Martín Arias sorprendido. Remate por afuera de la barrera, palo y adentro. Cuando no había pasado nada, el Cele ganaba 1-0.

El Gordo Mussis empezó a gritar y ordenar en el medio; Víctor Ayala comenzó a conectarse más con la pelota; y ambos se juntaron con el Caco García. A partir de ahí se podía empezar a pensar en algo. Los extremos estuvieron erráticos, Comba por derecha y Tijanovich por la izquierda, por lo que Mansilla debió hacer lo que pudo. En la primera mitad, muy activo Melluso subiendo por izquierda y teniendo buenos encuentros con el Caco.

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Sobre los 19 minutos, Mansilla en la puerta del área grande pasó entre dos rivales, enganchó y sacó un remate alto que dejó sin chances al arquero y puso las cosas 1-1.

El complemento tuvo al conjunto Tripero más adelantado, aunque ya no atacó tanto por izquierda. La cosa fue por la derecha y a Morales lo obligaron a pasar un poco más al ataque juntándose con Comba. Mussis salía a presionar bien arriba, Ayala bajaba a buscarla y trataba de empezar alguna jugada con criterio y buscando siempre a García que se paró como un enganche. El Indio arrancó con un 4-3-3, pero por momentos cambió al 4-1-4-1.

Pudo desnivelar Gimnasia. Un buen remate de Melluso desde afuera del área que el arquero Maldonado sacó al córner. Después Mansilla se fue por derecha, sacó un centro rasante para Tijanovich que se chocó con la pelota y el golero pudo controlar. También luego de un córner desde la derecha de Ayala, Mansilla remató mordido y la pelota se fue cerca del palo derecho. Hubo alguna que otra apróximación más, pero que no alcanzó para convertirse en gol.

Lo de Gimnasia no fue malo, pero fue poco. Eso está claro. Seguramente comenzará a aceitarse el funcionamiento con el correr de las prácticas. Por eso este ensayo ante Temperley no es tampoco para dar un diagnóstico definitivo, pero como dice el refrán, “al que quiere celeste, que le cueste”. Y hoy este plantel necesita algunos nombres más, sobre todo para tratar de lastimar al rival en los últimos metros que es donde se definen y se ganan los partidos.