Estudiantes, después de Río qué...Eduardo Domínguez, en la mira

Río de Janeiro, enviado esp.

mcabrera@eldia.com

¿Estaba en los planes perder en Brasil contra el último campeón? Sí. ¿Es un buen escenario llegar a la última fecha con la llave de la clasificación ganándole y empatando como local con un equipo venezolano? Sí. ¿Se trajo cosas positivas de su excursión por Río de Janeiro? Sí. ¿La derrota dejó muy enojados a los hinchas y mostró la peor versión de Eduardo Domínguez? También es sí la respuesta.

El Pincha jugó uno de los peores primeros tiempos. Otra vez regaló 45 minutos ahora contra un rival que si bien no posee el poderío que el año pasado lo llevó a ser el campeón de la Copa Libertadores, todavía tiene individualidades que lo hacen peligroso y difícil para enfrentarlo. No funcionó querer jugar igual que en Chile pero sin Cristian Medina ni Guido Carrillo.

Pero no solo que los que ingresaron no estuvieron en la misma sintonía sino que los que jugaron cometieron muchos errores de esos que no son los permitidos en este tipo de competiciones. Por ejemplo que Eric Meza deje picar una pelota a sus espaldas, que Arzamendia no pueda controlar casi nunca la marca del jugador que lo atacaba, que Facundo Rodríguez y Santiago Núñez perdiesen sus marcas dentro del área y que Matías Mansilla saliera dos veces mal, una con gol y que no tuviese respuesta en el tercer tanto.

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El combo fue fatal para Estudiantes, que perdió un partido de esos increíbles. El punto no solo que lo clasificaba y lo dejaba en inmejorable situación para ser primero de grupo y uno de los mejores, sino que le daba esa chapa copera de la que tanto se enorgullece por el paso de los años. Que haya perdido ese partido será una piedra en el zapato por unos días.

Todo es discutible y aceptable. Puede equivocarse el técnico con los jugadores elegidos, pero por alguna razón no modificó en el entretiempo. Pueden equivocarse los jugadores porque son humanos. Pero lo que no tiene una respuesta rápida es la salida de Sebastián Boselli en los últimos minutos para darle el lugar a Edwuin Cetré. ¿Por qué no abrazarse al punto que lo clasificaba después de estar 0-2 de visitante? No hay hasta el momento una explicación coherente. Domínguez dijo en conferencia de prensa que el rival había sacado un punta y creyó que era el momento para ganarlo. Le salió mal y a la memoria se vino el partido contra Gremio en UNO en la Copa Libertadores pasada, que casi fue el motivo de su eliminación en primera ronda.

El combo fue fatal para Estudiantes, que perdió un partido de esos increíbles

Muchos hinchas le pidieron autocrítica al entrenador pero es muy difícil y hasta casi imposible hacerla en el fútbol profesional. Muchas veces es mejor callarse, mentir o apuntar para otro lado que decir la verdad. Son los mal llamados “códigos del fútbol”.

El ciclo de Eduardo Domínguez fue muy exitoso. Muy. Ganó tres títulos en dos años, potenció jugadores, logró romper todo tipo de rachas y fue un profesor frente a sus jugadores. Se identificó con los valores del Club y eso lo puso en un lugar de máxima consideración. Pero en este semestre empezó a sufrir las primeras críticas, por un mercado de pases que no fue el esperado, por planteos en partidos clave y por la floja cosecha de puntos principalmente en el último mes. Por primera vez en dos años y dos meses su continuidad está en duda aunque se clasifique a los octavos de final. Será clave que la lava se enfríe en estos días y el río recupere su curso y temperatura normal. Pero se viene un mes de receso que tendrá muy activo al entrenador, a la secretaría técnica y al presidente Verón.

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¿Aceptará el DT que le vendan un par de jugadores? ¿Aceptará rescindir contratos? ¿Quién va a elegir los refuerzos para la segunda parte del año: Domínguez o Foster Gillett si es que regresa a la escena?

La próxima semana se volverán a ver las caras los dirigentes del área de fútbol con el primer mandatario. Será clave que se reanude el diálogo para trazar objetivos y sostenerlos. Mientras que la pelota entra adentro del arco y el equipo gana partidos los problemas no son noticia, pero cuando sucede lo contrario adentro de la cancha todo es diferente. El Pincha tiene que definir su futuro porque tendrá muchas cosas en juego.

Si todo marcha como lo indica la normalidad Estudiantes se clasificará a los octavos de final de la Copa Libertadores para volver a jugar a finales del mes de julio. Además tendrá en juego un título más con la Supercopa Internacional contra Vélez. Por eso no puede sucederle nuevamente lo que le pasó en los mercados de pases anteriores, que esperó meses por un arquero y un marcador central que no llegaron. Al menos los planes A, B y C.

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La derrota sobre el final contra Botafogo fue una gota que hizo llenar el vaso. No rebalsó todavía pero ya no todo parece estar color de rosas como hasta hace pocos meses. Para colmo los rumores de la salida de Domínguez a Boca no ayudan sino que empeoran las cosas, como la relación con AFA y las dudas respecto al rumbo institucional que tomará el Club ya que desde enero se está dando vueltas por un camino que no tiene asfalto todavía.

La semana próxima se empezará a planificar el modelo de Estudiantes para lo que viene, mientras que antes en el Country arrancará la puesta a punto pensando en los dos últimos partidos (Carabobo y el de Copa Argentina) del semestre que tendrá al equipo buscando el objetivo planteado. Luego llegará un descanso con un fuerte recambio.