Una sentencia puso de relieve la crisis de las entidades platenses de bien público

La Justicia Federal de La Plata procesó al presidente del Club Universitario de La Plata, Marcello Galland, por el supuesto delito de apropiación indebida de recursos de la seguridad social de los empleados de la entidad -por omisión de los aportes patronales-, y ratificó un embargo de $20 millones sobre su patrimonio, sin prisión preventiva.

La sentencia se dictó pocos días después de otra resolución judicial que condenó a los directivos del Club de Fomento de Los Hornos a pagar 35 millones de pesos a raíz de un juicio laboral. Esas resoluciones generaron la inquietud de los dirigentes de decenas de instituciones barriales que suplen carencias del Estado al ofrecer ámbitos para la práctica de deportes de jóvenes y niños que encuentran contención en ellos. Algunos de esos directivos hasta han realizado cursos para detectar a los jóvenes que pudieran estar tentados por adicciones o fueran víctimas de violencia familiar.

El caso del club de Los Hornos

En el caso del club de Los Hornos, en sus instalaciones hacen deportes más de mil niños, tanto es así que sus directivos estaban intentando comprar un terreno para atender la creciente demanda de jóvenes que desean practicar deportes. En pocas semanas comenzarán cursos de apoyo escolar para niños de 7 a 9 años a fin de suplir algunos problemas de la enseñanza primaria.

Por un juicio laboral deberá pagar 35 millones de pesos. Los inmuebles de los clubes son inembargables y cuando no pueden pagar, la responsabilidad patrimonial es de los directivos personalmente, a pesar que durante años han trabajado sin remuneración alguna para sostener esa institución que cumple un servicio público más que valioso.

El club Universitario, del que un ex presidente ha sido declarado personalmente responsable por no haber depositado durante un período de tiempo las retenciones de los sueldos de personal para la caja de jubilación, también deberá responder con su patrimonio. El club Universitario cuenta actualmente con tres mil quinientos socios de la sufrida clase media platense, que puede ser calificada de esa manera por sus gustos culturales ya que, desde el punto de vista económico, sus ingresos no se corresponden con lo necesario para cubrir los requerimientos de ese sector social.

No hace falta ninguna encuesta o estudio para considerar que generalmente sus socios no han votado por el partido peronista. Más aún, entre sus expresidentes se encuentran muy destacados dirigentes radicales como el Dr. Tomás Ide, cuyo nombre lleva el campo de deportes del club. Sin embargo, el Sr. Galland, conocido dirigente del partido justicialista fue reelegido como presidente después de que en su primer período le tocara enfrentar deudas adquiridas en el pasado y el déficit hecho crónico del club, que prácticamente determinaban su quiebra. Cabe señalar que los planteles de las decenas de jóvenes deportistas del club se han destacado en numerosos torneos de las más diversas actividades y para ello cuenta con aproximadamente veinte hectáreas y requiere del trabajo de veinticinco empleados directos y cincuenta de una Fundación que colabora con la institución. Entre otras cosas se destaca por poseer la pileta cubierta de mayores dimensiones de la ciudad de La Plata en la que se entrenan hasta algunos competidores de torneos nacionales.

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La institución ha sufrido los problemas propios de la clase media que en La Plata está castigada por la carencia de recursos suficientes del Estado Provincial debido a la discriminación de la que es objeto por parte del Estado Nacional.

En los últimos años se han realizado grandes esfuerzos por normalizar su situación económica y ha cumplido con sus obligaciones aunque no pudo pagar la deuda adquirida años atrás. Hace 60 meses que paga al día a sus empleados y mantiene en funcionamiento un colegio primario y otro secundario en los que no hay vacantes para ingresar. Finalmente, se impuso la tarea de recuperar las instalaciones náuticas del ex Jockey Club.

La obligación de pagar semejantes sumas por directivos del Club de Fomento de Los Hornos y del ex presidente del Club Universitario, sería el motivo por el cual algunos dirigentes de las instituciones de bien público del Gran La Plata proponen llevar a cabo acciones en común. Cabe señalar que, si llegara a producirse la renuncia masiva de la mayoría de los miembros de las comisiones directivas de esas entidades, miles de jóvenes no tendrían contención social, y el Estado en la actualidad no podría suplir el papel que cumplen los clubes.

La resolución

En la resolución de 27 páginas a la que accedió este diario, a Galland se lo sobreseyó, no obstante, del mismo delito que se le imputaba con relación al período junio-diciembre de 2019, cuando asumió la gestión un órgano fiduciario de administración del Club.

La justicia determinó que, habiendo asumido la presidencia del Club en 2014, recaía sobre su persona la obligación de responder por el reclamo de los trabajadores del club a quienes la entidad les realizó la retención de aportes, sin la correspondiente acreditación de los mismos.

En el marco de la tramitación de la causa, el propio Galland reconoció, oportunamente, la omisión de dicha responsabilidad, alegando que el club, “no contaba con los fondos para afrontar el depósito correspondiente al pago de la seguridad social ni del resto de las obligaciones”.

Con esa declaración y el resto de la documentación reunida en autos, la justicia determinó que “el conocimiento respecto de sus obligaciones y de la deuda que la entidad registraba ante la AFIP resulta innegable”

“Todo lo expuesto lleva a concluir con el grado de probabilidad que la instancia requiere, que los aportes destinados a la seguridad social de los empleados del Club Universitario de La Plata, correspondiente a los períodos de mayo a diciembre de 2017; de enero a diciembre de 2018 y de enero a mayo de 2019, debían ser retenidos y luego depósitos por Galland, los cuales, a la fecha, aún se encuentran pendientes de cancelación” asegura la resolución judicial.